Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Guillermo Beresñak

Guillermo Beresñak: "Estoy orgulloso de cómo se está desarrollando el trap local"

Cronista: Lucas González | Fotos: Laura Torres

14 de Mayo, 2019

Guillermo Beresñak: "Estoy orgulloso de cómo se está desarrollando el trap local"

El productor encontró una razón para ser feliz.

Parafraseando a Duki, podríamos decir que Guillermo Beresñak no vende trap. Pero le gusta y lo consume, aunque al principio le resultaba extraño y le costaba entenderlo. “Tengo 38 años y los pibes que lo hacen tienen por lo menos 15 menos”, comenta, sonríe y analiza que se trata de otra generación, una muy distinta a la suya, que está dandole forma a su propio lenguaje, si es que no lo hizo aun.   

Cantante, guitarrista y pianista, Beresñak es oriundo de Castelar y es reconocido en la escena musical argentina principalmente por su desempeño como productor (Kumbia Queers, Malafama, El Chávez, Leonchalon, Coiffeur y un gran etc.). Justamente, fue a causa de su laburo que ingresó al mundo del trap. Del género surgido en los 90 en Estados Unidos y que hace por lo menos dos años domina los charts locales, le interesa sobre todo la parte rítmica, que a de a poco va asimilando.  

Revela, no obstante, que el principio y la mitad de “Ya probé”, track de La Tremenda Dimensión (2018), su quinto y más reciente disco de estudio, incluye una mezcla “entre dubstep y trap”. Sobre los y las jovenes que llevan a cabo esta avanzada sonora, opina: “Me causan admiración, porque crearon algo nuevo, que choca con lo anterior. Me parece revolucionario. Por eso, estoy orgulloso que la Argentina sea uno de los países donde mejor se está desarrollando el estilo”.   

-¿Estás pendiente de lo ocurre en la escena urbana?
-No soy tanto de investigar, pero me llega la data de rebote. Ahora tengo contacto con Omar Varela, uno de los productores más importantes. Cuando lo conocí, le presenté mi admiración por lo que había hecho con 20 años (NdlR: Es el fundador del sello Mueva Records). A la vez, él me consideraba un referente. Me resultó honroso.   

-Remarcás la cuestión de la edad, pero vos también empezaste de joven, ya que a los 21 produjiste Dormir para mirar (2003), el debut de Antü, tu primera banda.
-Sí, pero no me hice millonarios, a diferencia  de ellos (risas). Hablando en serio, estoy muy orgulloso del camino que hice. De hecho, arranqué a los 16: era DJ de cumpleaños de 15 y eventos por el estilo. Estaba metido y amaba la música. Tenía una pared de CD’s en mi casa. Pero con el profesor de piano inicié de grande, a los 17.  

-¿Fue el mismo que te sugirió que te compraras una computadora? 
-Claro, y el mismo que me llevó como asistente a la grabación de varios discos: Nicole Neumann, Luciano Pereyra, Valeria Lynch. Estuve un par de años con él y me largué solo, buscando algo más personal. 



-Al poco tiempo del primero de Antü, no sólo te llamaron colegas de Zona Oeste, sino que también desde el Conservatorio de Música de Morón “Alberto Ginastera”...
-Sí, querían que haga un disco de folklore. Al toque, también hice otro de tango.  

-Y así, como dice la gacetilla de prensa, llegaste a producir 80 álbumes…
-Creo que deben ser más…  

-¿Y qué fue lo último en lo que trabajaste? 
-No recuerdo bien, porque todo los días estoy haciendo cosas para otros, pero me parece que “Se quema”, el tema de Miss Bolivia y Jimena Barón.   

-¿Por qué elegiste dedicarte a la producción?
-Por un lado, me resulta apasionante. Como no fui al conservatorio, ni estudié de manera formal, todo lo que aprendí fue por particulares y gracias a mis compañeros (NdlR: además de Antü integró Le Microkosmos y Dúo Limón). O por vincularme con otros artistas, viendo cómo hacen las cosas. Por otra parte, desde que me fui de la casa de mis viejos, a los 20, siempre intenté vivir de la música, aunque tuviera el título de profesor de inglés, y la producción me lo permitió.  

-¿Por qué te requieren tanto?
-Muchas veces me lo pregunto. Imagino que, primero, habrán escuchado algo que hice y que les gustó, obras que estéticamente les cierra. Una vez que me conocen, les entro por el lado de la contención anímica y psicológica, generando un contexto ideal para que lleven a cabo su obra. Trato de entenderlos, porque en el medio de una producción hay mucha carga emotiva, mucho llanto, cosas que sobrellevar, como conflictos entre los miembros del grupo, o inseguridades que te llevan a grabar la voz diez veces o mezclar la canción con detalles que ya nadie escucha. Supongo que eso ayuda a que se sienten cómodos y me recomienden, porque muchos vienen por el boca en boca.
   
-De esta forma, por ejemplo, llegaste a trabajar en Nos vamos a morir de hacer estrategias de amor (2018), el último de Lxs Rusxs HDP. Inclusive, Julián Desbats, cantante y guitarrista del conjunto, destacó tu laburo en el proceso.
-Julián es un hermano que me dio la música. No nos vemos tanto, pero tenemos un amor a distancia. Lo admiro mucho como compositor. Aquel fue un disco muy intenso, por como son elles, que tienen una energía re zarpada. Me tocó contenerlos, ordenar las ideas, mediar con los conflictos que arrastraban después de tantos viajes y presentaciones. Querían un álbum que estuviera bueno para escuchar, donde pudieran experimentar un poco más con el audio, sumar capas, y los ayudé a lograrlo. Es el disco de rock más copado que hice hasta el momento.   

-En 2018, además de trabajar con Lxs Rusxs o en El Potro, la biopic de Rodrigo, te encargaste de producir La Tremenda Dimensión. A un año de su publicación, ¿cómo lo evalúas?
-Es uno de los pocos que vuelvo a escuchar y que disfruto. En los anteriores (NdlR: En busca del beso mágico, de 2009; Sin moverse, de 2011; En la habitación de Mike y Mucha madera, de 2014) hay cosas que hoy haría de otra manera, o letras que me dan un un poco de vergüenza (risas). Este disco, que re banco y que me hizo crecer en muchos aspectos, refleja la raíz de toda la música que curtí en la vida, porque tiene tango, folclore, bolero, cumbia. Al abarcar tantos estilos, muestra lo que soy desde pibe y lo que fui aprendiendo como productor al juntarme con tantos artistas diversos.   

-Lo definiste como el más luminoso de todos los que compusiste. ¿Por qué? 
-Después de tener durante mucho tiempo un perfil melancólico y solitario, me casé hace dos meses. También sufrí dos operaciones del corazón, en 2018 y 2017, con lo cual, atravesé una situación de fragilidad que me hizo darle mucho más valor a la vida, a poder celebrar que estoy enamorado, que tengo a mi familia, a mis amigos, que puedo hacer música. Por eso, no hay un día en el que no persiga mis sueños. 

*Jueves 16 en Niceto Club, Niceto Vega 5510. A las 20.  
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