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Balthazar

Balthazar: "Fever es un disco que celebra nuestra reunión"

Cronista: Maximiliano Novelli Frutos | Fotos: Gentileza: Prensa

02 de Mayo, 2019

Balthazar: "Fever es un disco que celebra nuestra reunión"

Maarten Devoldere, fundador del grupo de origen belga, conversó con Revista El Bondi acerca de "Fever", su cuarto y más reciente trabajo, los proyectos solistas que le precedieron y las energías renovadas que resultaron en esta nueva placa.

Balthazar se formó en el año 2004, en Bélgica, a partir de la reunión de tres jovencísimos músicos: Maarten Devoldere -cantante, guitarrista, tecladista y compositor-, Jinte Deprez -guitarra, coros y amigo de aquel desde la secundaria- y Patricia Vanneste -voz, violín y sintetizadores-. Al poco tiempo completaron la formación con un bajista y baterista, lo que les permitió definir su estilo indie pop, como participar de concursos y festivales en su tierra natal.

A partir del lanzamiento de su debut en 2007 -un EP autotitulado- ganaron proyección en su país y a nivel continental, la cual se reforzó con la edición de su primer larga duración en 2010, titulado Applause. Dos años después registraron su segundo trabajo, Rats, y en 2015 editaron su tercera placa, Thin Walls. Durante estos años su popularidad continuó en ascenso y tras cambios de integrantes el conjunto quedó consolidado -además de Devoldere y Deprez- con Simon Casier, Michiel Balcaen y Tijs Delbeke.

Si bien estaba claro el creciente éxito de la agrupación, el camino no fue fácil y decidieron tomarse un tiempo para enfocarse en sus carreras individuales. “Recuerdo que nuestros últimos conciertos, hace unos años, se estaban volviendo algo automático, se tornaron predecibles”, sostiene el frontman, y reflexiona, “durante este tiempo fuera de la banda, una vez fui a ver a Jinte (Deprez) y me di cuenta -nuevamente- de lo talentoso que es, porque a veces cuando las cosas están muy cerca tuyo se pueden volver muy obvias y no es más divertido. Es un cliché gigantesco, pero es cierto que no sabés lo que tenés hasta que lo perdés”.

Luego de ese período de exploración personal y musical, Devoldere explica que “un álbum solista es algo muy introvertido, estás pensando sobre vos mismo y nos dimos cuenta que somos un grupo de gente que se junta en una habitación a hacer música. Entonces, quisimos aprovechar esa energía”. Esa fuerza fue uno de los elementos que propiciaron la creación de su cuarto registro. “Cuando me reuní con Balthazar me di cuenta del lujo de trabajar con otros compositores tan talentosos, por lo que sería estúpido de mi parte desperdiciar todo eso, redescubrí cómo se siente estar en una banda”, profundiza el músico.

El regreso al estudio con una potencia renovada y el volver a sentirse fans el uno del otro, resultó en Fever, publicado el 25 de enero pasado, con un sonido más maduro, producto de una diversidad de influencias musicales como de la propia experiencia de cada uno de sus integrantes, que inaugura así una nueva etapa en su trayectoria.

Es evidente la satisfacción del artista con este trabajo, “estamos súper felices con este disco porque ahora la vibra del grupo está mejor que nunca y es la primera vez que nos hacen entrevistas desde países en Sudamérica”, a la vez que adelanta, “recuerdo haber dicho hace como cinco años que Argentina está muy alto en la lista de lugares para ir a tocar, por eso vamos a insistir hasta el hartazgo a nuestro mánager para hacer que eso ocurra”.

-¿Cuáles son las principales diferencias entre Fever y sus predecesores?

-Primero, que fue lanzado después de cuatro años y luego de que cada uno de nosotros realizó proyectos en solitario. Hicimos un corte y después estuvimos muy entusiasmados por trabajar juntos nuevamente, de hecho, ése siempre fue el plan. Cuando cada uno estaba con su trabajo, pensamos sobre qué significa Balthazar para nosotros. Por eso, me parece que tiene más groove, es más extrovertido que el anterior y celebra nuestra reunión.

-¿Cómo describirías su sonido?

-Es difícil describirlo porque cuando hacés un disco escribís las canciones como una pequeña historia de tu banda en ese período puntual. Además, cada álbum es un tanto reaccionario respecto del anterior, pero mantenés las características principales del grupo. Lo que nos ocurrió fue una evolución porque al principio lo nuestro era más bien minimalista, lo que fue muy importante en ese momento, pero ahora es mucho más juguetón y tiene un toque típicamente belga, en el sentido de que tiene un montón de influencias, como por ejemplo sonidos del medio oriente.

-¿Cómo impactaron esas influencias?

-Al estar en Bélgica, en el medio de Europa, nos encontramos en un país pequeño y no somos orgullosos. De hecho, los belgas en general no lo son, a diferencia de los franceses o ingleses. Esto nos hace tener la mente abierta respecto de otras culturas porque no tenemos una propia que esté concretamente definida. El hecho de haber estado en Turquía y, particularmente, en Sudáfrica, fueron experiencias que sirvieron como las semillas para crear Fever, musicalmente hablando, porque las letras generalmente refieren al amor o situaciones que nos ocurrieron a cada uno de nosotros.

-¿Sentís que empezaron desde cero con este trabajo?

-De alguna manera lo sentimos así, realmente necesitamos que fuera de esa manera. Esto lo aprendimos de nuestros proyectos propios porque también los vivimos como algo nuevo, empezamos con una hoja en blanco. Otro aprendizaje fue el mantener la espontaneidad, sentir -de nuevo- que todo es posible.

-Creativamente hablando, ¿cómo viviste el período fuera de Balthazar?

-Lo que más me gustó de esa experiencia es que fue un enorme desafío para mí porque me encontraba por mi cuenta después de haber trabajado tantos años en una banda. Entonces, fue super claro para mí que, si no me esforzaba, no sería nada bueno. Lo que también disfruté es que no te perdés en las influencias de otros, hasta me di cuenta que la mayoría de mis discos favoritos son solistas, como los de Lou Reed o Bob Dylan, por mencionarte algunos. Otra cosa interesante de los proyectos individuales es que volvimos a ser fans del otro.

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