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ZZ Top

Billy Gibbons: "Con el blues no se puede perder"

Cronista: Fernando Canales | Fotos: Gentileza prensa

20 de Noviembre, 2018

Billy Gibbons: "Con el blues no se puede perder"

El guitarrista de ZZ Top cuenta su relación con Jimi Hendrix, define la conexión texana que mantiene unido al trío y analiza su carrera solista.

Billy Gibbons es uno de los guitarristas más finos a la hora de hablar el idioma del blues subtitulado como rock sureño, condimentado con letras de doble sentido y sutiles indirectas. Desde su juventud el camino estuvo marcado por el rock, formando parte del grupo Moving Sidewalks, donde grabó Flash (1968), la placa que le dio la chance de telonear cuatro fechas a Jimi Hendrix. Con esa experiencia en el bolsillo y la música acompañada por sus barbas insignias, llevó a ZZ Top a recibir las alabanzas de un joven Keith Richards; a aparecer en la película Back to the Future Part III como la banda sonora para que El Doc baile con Clara, e invadir las radios con su hit "La Grange", escrito sobre el Chicken Ranch, un famoso burdel en Texas.

Gibbons, quien además es famoso por ser un ávido coleccionista de automóviles personalizados -la lista incluye un Cadillac Series 62 de 1948 conocido como CadZZilla-; comenzó su carrera solista en 2015 con la publicación de Perfectamundo, donde juguetea con el aroma y la esencia de la música afro-cubana. A modo de (dis)continuidad de su camino en alejado de ZZ Top, este año lanzó The Big Bad Blues, en el que vuelve al sonido que su mapa musical no puede esquivar, y que motiva este contacto directo con Revista El Bondi

-¿Cómo fue la transición del sonido afro-cubano de tu primer disco para volver a las raíces bluseras en The Big Bad Blues?

-Nuestra incursión en el lenguaje afrocubano fue, en gran medida, una exploración musical de un territorio que era atractivo, pero que no conocíamos del todo. The Big Bad Blues fue algo así como un regreso al hogar, ya que el blues siempre ha sido un estándar para nosotros desde el amanecer de la conciencia de los tres acordes. Lo que sí te puedo garantizar es que, si algo es cierto, es que con el blues no podés perder.

-Una vez dijiste que pensabas que Bo Diddley “venía de Marte”, ¿para escribir este álbum volviste a sus discos y a los de otros clásicos del blues?

-¡Absolutamente! Bo Diddley fue un innovador sutil, un auténtico héroe popular y una gran persona. Bo no se quedó en el formato y en la estructura que habían dejado en el camino sus contemporáneos, sino que incursionó en nuevo rumbos. Él tenía un tipo como Jerome Green que tocaba la maraca durante todo un tema, y además rompió el techo de cristal tocando con una sucesión de guitarristas mujeres, empezando con Lady Bo y siguiendo por The Duchess. Mi colección de blues (él la llama de evidencia grabada), siempre está en rotación constante, la música hecha por esos tipos, los creadores: Bo, Muddy Waters, Jimmy Reed, Howlin Wolf, fueron sensacionales e inspiradores y siempre lo serán.




-B.B. King te dio un consejo para la guitarra, te dijo: “Aprendé a tocar lo que oís en tu cabeza”, ¿cuál era ese sonido que imaginabas?

-Es un tono y su espacio. Cuando se logra ese sonido imaginado, se siente tan bien. Muchas veces, en ese espacio, la nada se convierte, justamente en “el algo" ... Se trata de tener la actitud de probar.

-¿Qué pensás de la nuevos artistas del blues como Gary Clark Jr…?

-Es esa nueva generación que invita a los chicos y chicas a recibir el llamado para que tomen las armas del blues. Como se dice, "está en él y tiene que salir". Gary Clark, Jr. es un verdadero exponente de una gran forma de arte.

-¿Qué recordás de esas fechas cuando hicieron de soporte para Jimi Hendrix en Texas? Ahí te enseñó el truco para tocar la intro de “Foxy Laxy”, ¿verdad?

-Compartir el proyecto con Jimi fue el comienzo de algo que rápidamente se convirtió en algo bastante amigable. Él podía ser un poco tímido, pero cuando se apagaban las luces y se abrían el telón, surgía una presencia salvaje que iba derecho hacia la audiencia. Nos acercó la generosidad de poder compartir punteos e intercambiar riffs, algo que nunca olvidaré. El truco de Foxy Lady es el ejemplo perfecto ... ¿Quién pensaría que sacudir las cuerdas fuera del tono sería tan magnético? ¡Sólo Jimi!.

-ZZ Top hizo de soporte de los Rolling Stones en el Pacific Tour del 1973 y después Keith Richards los introdujo en el R&R Hall of Fame. ¿Cómo es tu relación con él?

-Keith y ZZ Top se convirtieron en una de las mejores combinaciones de sensaciones del mundo. Siendo un chico, él ya nos ponía en un pedestal, diciendo cosas buenas sobre ZZ Top, y eso sigue siendo una de las mayores ventajas. Durante mucho tiempo hemos estado cerca y nuestro vínculo en común es, claro que sí, lo adivinaste, el blues. Si los Stones nos llaman, ¡ahí estaremos!

-Siempre hablás de la “conexión texana” que tenés con Frank Beard y Dusty Hill, ¿cómo explicarías esa vibra que hizo que ZZ Top naciera?

-Dallas y Houston nos unieron en conexión directa con los sonidos que apreciamos. Que las estaciones de radio mexicanas de alto voltaje ubicadas en el “borde fronterizo”, mantuvieran una señal de costa a costa, fue clave. En pocas palabras, las transmisiones nocturnas nos metieron en blues, R&B, Hillbilly, Country, Gospel, casi todo sónicamente conmovedor (risas). ¡La "X" nos hizo rockear.!


-¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Rick Rubin como productor en el disco La Futura (2012)?

-Rick es un verdadero maestro a la hora de crear y probar gustos. Rápidamente nos dedicamos a su trabajo para poder convertirnos en el mejor ZZ Top posible. Cuando pensábamos que habíamos clavado una toma, invariablemente nos pedía que regresáramos y le diéramos otro golpe, y por supuesto, las cosas sólo mejoraban. Buen chico y ¡tiene bastante barba! (Risas).

-¿Qué recordás de la grabación del álbum Eliminator (1983) que fue tan especial para ustedes?

-Ingresamos al Ardent Studios en Memphis, estar en esa ciudad es algo especial porque ahí es donde tuvo lugar el "Big Bang" del rock. Nos encontramos con algunos "fabricantes de ruido electrónico", que no habíamos visto hasta el momento, y pusimos en marcha los experimentos que desarrollamos para incorporar todo lo que ofrecían para las composiciones. El resultado fue un gran álbum para nosotros, que fue innovador, como una especie de terremoto.

-¿Alguna vez te sentiste tentado de afeitarte la barba?

-Justo lo contrario. No queremos tener nada que ver con lo que pueda pasar debajo de nuestros bigotes. Es una idea aterradora y estamos felices de dejar las cosas tan peludas como lo han sido durante todo este tiempo.



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