Melian, buscando orden en el caos

Formado en la ciudad de Buenos Aires en 2008, Melian es uno de los representantes locales del post-hardcore, aunque, dada la variedad de las influencias musicales, sus integrantes prefieren autodefinirse como una banda de rock pesado. Con un primer EP, lanzado el año en que se fundaron; tres discos (Entre Espectros y Fantasmas, Semper Fidelis y Epitafios, publicados en 2010, 2012 y 2014 respectivamente); un DVD (2014) y giras por diversas provincias y países de Sudamérica, el grupo continúa su apuesta con El Orden del caos (2018), su cuarta placa de estudio, consolidando una trayectoria que promete mucho más. En este mano a mano con Revista El Bondi, el cantante Alejandro Picardi cuenta algunos detalles de lo que vendrá.

 -Entre ustedes, reconociste, se presionan para que cada uno salga de su zona de confort. ¿Sentís que lo lograron con este nuevo registro?
-Sí, y donde más nos empujamos fue en las de dinámicas compositivas, a la hora traer una maqueta, un boceto. Nos supimos hacer de piel mucho más gruesa frente a la crítica de nuestros propios compañeros. Efectivamente, este disco es muy distinto desde la creación. Era ir a la sala y zapar un poco más las maquetas, para experimentar sobre esa idea e ir mutándola in situ entre los cinco. Cuando pudimos ver que la canción era simplemente algo que va generando el colectivo de la banda, pudimos despojarnos de un montón de prejuicios, trabas que nos imponíamos.

-¿Cómo fue el proceso de creación?
-Tiene un costado literal: fue caótico y nosotros logramos encontrarle un orden a lo que estaba desordenado. Entendimos lo inentendible. Los nombres para el disco pasaron por ese lado, ese oxímoron. La versión más amplia es porque sentimos que, como concepto general, uno tiene que entender los obstáculos que te propone la vida, para poder superarlos, porque si uno no saca un crecimiento de cada experiencia, sea positiva o negativa, sigue sin entender ese caos que es la vida.

-¿Había algún tema escrito desde la época de Epitafios o fueron creados más recientemente?
-Soy muy partidario de rever cosas que no llegaron a ser parte de un disco y reformularlas, para ver si podemos aprovechar algo. No obstante, hay varios en la banda que prefieren lo contrario: “Por algo no quedó”. En ese sentido, tuve que negociar, aceptar que teníamos que dar vuelta la página y empezar de cero. Antes componía o empezaba a ser parte del eje de composición cuando había un riff. En cambio, ahora éramos cinco personas generando canciones, lo que nunca había pasado.

-¿Creés que el proceso de sacar este trabajo en relación a los anteriores fue mucho más dilatado?
-Sin dudas. Nos malacostumbramos a sacar material cada dos años. Con ese ritmo que nos impusimos, hacemos que la gente esté pendiente de algo nuevo de Melian a cada rato. Si a esto le sumás la influencia externa que hay, con todos los medios que tenés para conocer música, la vigencia del disco es muchísimo menor. Antes, ese proceso era mucho más lento, porque no existía Spotify, YouTube, ni ninguna red social. Hoy en día, nos pasa que lanzamos el disco y esta misma noche ya está sonando en YouTube.

-¿Cómo van a editar el álbum?
-A partir del día de la presentación, la gente lo podrá comprar en formato físico, aunque a esta altura cumple más un rol de un objeto coleccionable. Pero lo hacemos más por el gusto de tener el disco en ese formato, ver el librito y el arte que se hizo. Seguramente, a los pocos días esté subido a Spotify, que actualmente se convirtió en el lugar número uno para que la gente te busque y te escuche.

 -¿Qué se va a encontrar el público el próximo sábado en Groove?
-Cuando tenemos un show de estas características, hay que subir a la apuesta en cuanto a cómo sonamos, a cómo está armado el escenario, a qué laburo de luces y visuales habrá. Desde ese lugar, siempre tratamos de tener algo nuevo, que pase algo único. Es la búsqueda y el desafío. Queremos disfrutarlo con la gente que nos banca, que puedan capitalizar lo más posible el precio de la entrada, porque nosotros nos sentimos muy honrados.

-¿Tienen planes de hacer alguna gira para presentar el disco?
-La idea es, por un lado, repetir algunas ciudades en el interior, como Rosario, Córdoba, San Juan, Salta, Tucumán, que son los puntos obligados. Por otro, ir a países que visitamos una o más veces (Uruguay, Paraguay, Perú, Colombia) y tratar de sumar algunos nuevos, como Chile y Brasil. Si todo se da medianamente bien, se concretaría México y algún punto del sur de nuestro país. Después, veremos si podemos participar de algún evento más mainstream, como nos pasó con el Maximus (2017).

-Si tuvieras que hacer un balance, ¿cómo ves a Melian teniendo en cuenta que cumplen diez años de trayectoria?
-Después de años, es un privilegio haber vivido este sinfín de experiencias. Algunas se pueden resumir en un episodio, como tocar en el Maximus. Otras son difíciles de poner en palabras, como el cariño diario de la gente. Es mágico. Esas dos o tres horas de recital trascienden y marcan la vida de tanta gente que me flashea, como cuando era adolescente y descubrí que la música sanaba. En algún momento me propuse ser yo el que esté ahí arriba, sanando a alguien más. Y no sólo terminó sucediendo, sino que llegó a un nivel inimaginado. 

*Sabado 4 de Agosto, en Groove, Avenida Santa Fe 4389. Junto a Coralies, Uniones y Desvan. A las 18.