La Teoría del Caos: cuando la soledad se vuelve necesaria

Sebastián Coronel es un trovador platense devenido en líder de uno de los proyectos más interesantes que dio la ciudad de las diagonales en los últimos años, La Teoría del Caos. Habiendo publicado dos discos de estudio, el homónimo, de 2012, y Temporada de huracanes, de 2017, el proyecto se caracteriza por lo ameno y cuidado de sus canciones, donde el propio Coronel tiene una injerencia preponderante. Cantante, guitarrista y compositor principal del grupo, el músico milita cada tema con el cuerpo, el mismo que expone y presta para otras causas, como la despenalización del aborto: “En este mundo monocroma y lineal, relucen verdes pañuelos de libertad”.  

-Sobre Temporada de huracanes, afirmaste que tiene una estética más pop, por lo menos en comparación al disco debut. ¿Cómo llegan a ese resultado?

-La música nos fue llevando y sólo tuvimos que decidir si íbamos por ahí o buscábamos otra forma. Después, ensayo tras ensayo, se fue soltando el sonido, cierta sonoridad pop. Lo tratamos de interpretar lo mejor posible, y para eso nos hizo falta la participación de Teodoro Caminos Lagorio, productor del disco, tanto en el estudio como en la etapa final de creación.

-También reconociste que, ante todo, son una banda de rock con gusto por la canción. Entonces, ¿cómo trabajaste las letras para este segundo álbum?

-Todo impulso creativo me tomó en distintos lugares, por eso no hay un tratamiento específico. Sí tenía en claro que quería que se desprendan imágenes y que lleve a escenas cotidianas y a otras no tanto. Creo que se logró un poco de eso, se pueden imaginar y recorrer esas mini películas.

-Haruki Murakami, que se convirtió en escritor empujado por las circunstancias, sostiene que para realizar una novela es imprescindible leer mucho y ejercitar el hábito de observar detalladamente los fenómenos y acontecimientos que ocurren a nuestro alrededor. En tu caso, ¿cómo componés?

-La canción la trabajo del punto de vista más conveniente al momento de creación. Puede ser desde una melodía que dispara una letra o una letra que dispara un ritmo. Voy variando, no tengo ni me ato a una manera de trabajar. Coincido con lo de leer, pero tengo etapas, donde a veces leo, y después paso mucho tiempo sin hacerlo, aunque es necesario, amplía el lenguaje, te ayuda a extender ideas, etc.

-Hablando de ideas, hay una frase, tal vez la mejor del disco, “el fracaso es esclavo de los miedos”, que está en “Los pactos”. ¿Cómo llegás a esa reflexión?

-Llegué como a toda reflexión, pensando y pensando en los miedos y en las cosas que crean esos miedos. Si quiero vivir, no queda otra opción que abrir la puerta y dar un paso, al menos eso pensé en ese momento. No quiero no poder hacer determinadas cosas por supuestos. Te quiero así, me gustas viva. 

-Como idea, ¿qué lugar ocupa la soledad en el disco? Porque de una u otra forma, está presente en varias canciones, a veces de manera explícita ("Interestelar") y otras como un concepto ("Ballet francés"). 

-Tiene un papel importante, porque se aborda desde distintos lugares. Por ejemplo, querés estar solx y no tenés más opción que estarlo, porque ese personaje no puede momentáneamente estar acompañado, ya que podría ser lastimoso para el otro. En algún punto, nuestra amiga soledad se vuelve necesaria.

-Admitiste que tu intención siempre fue tener una banda. A siete años de la formación de La Teoría, ¿cómo te encuentra este momento, que además está marcado por tu reciente paternidad?

-Me encuentra en un estado de éxtasis constante. A veces puedo querer escribir y hacer música para un disco nuevo, pero no me apresuro. Me voy a jugar a los dinosaurios y mirar pelis de (Hayao) Miyasaki con mi hijo.

*Foto: Gentileza prensa/Manuel Cascallar