Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Baltasar Comotto

Baltasar Comotto: "Hay que permitirse disfrutar del momento"

Cronista: Pablo Andisco | Fotos: Ayelen Martinez

31 de Julio, 2018

Baltasar Comotto: "Hay que permitirse disfrutar del momento"

A días de la presentación oficial de Elite, su tercer disco de estudio, el guitarrista repasó los entretelones de la producción y reflexionó sobre el devenir de su carrera.

Sentado junto a la ventana de un bar en Chacarita, a salvo de las lluvias invernales que hacen aún más impiadosa a Buenos Aires, Baltasar Comotto está tranquilo. Si bien hace 15 años que su nombre se lo asocia al de grandes artistas, nunca descuidó su propia carrera. Rojo (2008), Blindado (2011) y Elite (2017) conforman su carta de presentación en formato discográfico, unos cuantos tracks forjados entre estudios de grabación, giras y escenarios, que documentan su evolución como cantante, guitarrista, compositor... y frontman. Con el antecedente de un premio de la industria discográfica y un show importante en el horizonte, Baltasar sabe que, en estas circunstancias los gajes del oficio son otros. Y no le escapa. Su viaje solista lo encuentra relajado, afincado en un camino que lleva diez años, donde mastica sentencias llenas de simpleza: “Alguien tiene que defender lo que uno hace”.

Elite es, ante todo, un LP de canciones realizado por un excelente guitarrista. “El disco de violas no lo hice todavía. Estoy apuntando a la canción y que los solos la decoren”, sugiere en otras de sus frases cortas y directas. “No soy muy fan de (Steve) Vai o (Joe) Satriani, prefiero escuchar a violeros que tienen un enfoque más allá del instrumento”, asume y surgen nombres de allá -Pete Townshend, Josh Homme, Jimmy Page, Mick Jones- y de acá: “Atahualpa me mata, (y lo de Roberto) Grella no se puede creer”.

Ganador del Premio Gardel 2018 como “Mejor Álbum Rock Pesado/Punk” (“es un disco con momentos pesados, sí, y en un tema canta el Nekro”, justifica con ironía el capricho de las ternas) y con producción de Eduardo Herrera y Rafael Franceschelli ("dos tipos muy talentosos y profesionales que me conocen de chico"), es otro paso firme en su proyecto. El próximo lo ubica el 4 de agosto en Lucille, junto a Los Desérticos, el grupo habitual que lo acompaña, integrado por Juan Pablo Alfieri (Todo Aparenta Normal), en batería; su histórico compañero Esteban Tereschuk, en bajo; Sebastián Iriarte, en guitarra (de Señor T y Los Tábanos, banda que abrirá la velada); y Rafa Franceschelli, en teclados y sintes.

Otra distinción del trabajo la aporta la fotografía, responsabilidad del prócer Eduardo Dylan Martí. Allí asoma una Buenos Aires desierta y neblinosa, una postal hopperiana de la que naturalmente puede emerger Daniel Melingo y cantar “Sabrás escapar”. De hecho, fue la primera semilla de Elite: grabada en Madrid, salió en medio de una gira con Andrés Calamaro. “Es como un tema incidental, de película, y le quedó muy bien a Melingo. Tengo la suerte de estar con gente muy talentosa a mi lado, y eso no tiene precio”, asegura.

Un muchacho y una guitarra

El mensaje que Luis Alberto Spinetta le dejó en el contestador para convocarlo a tocar en la presentación de Para los Árboles (2003), en el Gran Rex; la recomendación de Eduardo Herrera para que se sume a Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, y así comenzar la aventura con el Indio Solari post Redondos; y sus años junto a Calamaro, que dejaron registros en vivo y en estudio, forman parte de las historias sabidas de Comotto. Tres nombres de los más pesados del rock vernáculo que, sin embargo, no eran sus posters de la adolescencia. “Siempre escuché música más inglesa y norteamericana, pero supe apreciar la calidad de músicos que hay acá. Por suerte, pude tocar con buena parte de ellos”, analiza.

-¿Es mucha presión tocar con artistas de esa magnitud?
-La presión siempre está y tenés que dar lo mejor y asumir un compromiso: aprenderte los temas, acordártelos de memoria, tocarlos bien. Y a la vez, permitirte disfrutar de cada momento.

-¿Te hacés un espacio para escuchar y aprender?
-Sí, es sentido común, darte cuenta de a quién tenés al lado y aprovechar cada minuto. Si todo te da lo mismo, y todo te parece igual, sos un banquero más que un músico.

-¿Cómo vivís la conexión con el público?
-El público del Indio no existe en otra parte del planeta, es un fenómeno que no tiene mucha explicación. Es muy pasional, viaja de todos lados y nunca te terminás de acostumbrar. Tocar con Luis, en lugares como el Coliseo o el Gran Rex, fue una bendición. O con Andrés en una Plaza de Toros, en Tijuana. Son experiencias muy fuertes y bien distintas.

-¿Te reconoce el ricotero por la calle?
-Más o menos… Últimamente con Gaspar (NdlR: Benegas, compinche desde la adolescencia y compañero de guitarras en Los Fundamentalistas) estamos tocando con Tarea Fina por el interior y hay otra cercanía. Puede ser que me conozcan más. Y acá cerca para la barra de Atlanta, que ellos sí me reconocen.

El canto del ruiseñor

La entrevista se produjo una semana antes de que viera la luz El ruiseñor, el amor y la muerte, el esperado quinto álbum del Indio. El guitarrista revela que hubo una escucha fundamentalista colectiva, donde conocieron la obra de la que mucho se conjeturó. “Lo escuchamos de corrido, a la antigua, un muy lindo momento” grafica y cuenta sus sensaciones en caliente: “Es diferente a los anteriores, con mucho sonido de acústicas, que lo hace más cancionero. Está muy cuidado y trabajado, con mucha pasión y vocación, como todo lo que hace”, analiza Baltasar con la autoridad de haber participado de todos los álbumes solistas del "Mister".

-Pasaron cinco años, y muchas cosas, desde Pajaritos, Bravos Muchachitos. ¿Fue la grabación más difícil de las de que hiciste con Solari?
-No, en realidad se tardó mucho porque se hizo por partes. En este tiempo él publicó el libro de historietas (NdlR: Escenas del delito americano) y está trabajando en su biografía. Siempre está demeando cosas y avanzando de alguna manera. Es un artista con todas las letras.

-¿En esa “escucha colectiva” se habló de una posible presentación en vivo?
-No, el vivo por ahora ni se plantea. Lo más importante era que pudiera salir este disco. Después se verá.

*Sábado 4 de agosto en Lucille, Gorriti 5520. A las 23:30.

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