Luca Frasca: "Cada canción es una historia y tiene su personalidad"

Luca Frasca es organista, pianista, compositor y responsable de darle vida a El Hombre Burbuja, su nuevo disco. El material posee ritmos variados, que van de lo clásico, pasando por la canción francesa y algo de tango, hasta llegar a pasajes más experimentales y electrónicos, como el que se puede escuchar en “Chica electrófonica”. El álbum da cuenta de la experiencia acumulada por Luca tras 25 años en la escena, tocando con figuras como Pappo y el ex guitarrista de los Rolling Stones, Mike Taylor. Esta vez, el músico pone toda su energía al servicio de sus propias composiciones y las estará presentando el sábado, en Sirhan.

-El Hombre Burbuja, ¿trae burbujas o historias?

-En el disco, cada canción es una historia, una burbuja. Por ejemplo, “Chica electrofónica” habla de una persona moderna, cibernética. Por eso la música tiene un toque electrónico. Pero otros temas son más folklóricos, tangueros o rockeros. Depende de lo que hable la letra, le hago la música. Cada burbuja, o canción, tiene su personalidad. Cuento una historia, después cada uno lo interpreta a su manera. Cuando tenés una melodía, lo que hace falta es hacerla cantar. 

-Sos amante del cine y de la poesía. ¿Cómo influyó esto en el disco?

-No puedo decir que soy poeta, pero sí que hay una búsqueda, un intento de crear una historia desde una parte más onírica y poética. En “Todo el mundo dice I Love You” (NdlR: referencia indirecta a la película que filmó Woody Allen, en 1996) se da algo un poco paradójico: empieza la historia con un tipo que está arruinado, borracho, fracasado y desilusionado con el amor, pero al final se aprovecha de que todo el mundo dice “I Love You”, y disfruta de lo que primero se quejaba.

-Además de cantarla en español e inglés, hay una parte en francés. ¿Por qué?

-Mi mujer es francesa, y en mi casa escuchamos la radio y vemos la tele en ese idioma. Además, una parte de la historia está grabada en París, en el puente de los candados, antes de que los quitaran por el peso. Entonces, aprovechamos para hacer el estribillo así, como un guiño a la canción francesa y al tango, que van de la mano.

-¿Cuándo descubriste el canto? Porque en principio ejecutabas varios instrumentos, como el piano.

-Nunca (risas). Lo hago porque tengo que comunicar las letras. Sería muy difícil pasarlas y que otro interprete lo que siento. Por otro lado, es anularle la personalidad a ese otro cantante. Pensé que sería muy injusto, entonces empecé a hacerlo.

-¿Qué función tienen los mensajes en el arte?

-Cuando hay arte, cambia todo. Se mueve el mundo. Pero habría que pensar bien qué es, definirlo mejor, porque ahora se le llama arte a muchas cosas.

-¿Cómo ves la escena musical argentina?

-Se quedó bastante en el tiempo, no es lo que era antes. Por ejemplo, veo que el teatro en la Argentina es buenísimo, viene de todas partes del mundo a verlo. Tenemos una fama increíble. Pero la música está un poco en decadencia, tanto la música como los mensajes y las letras. No es el arte que mejor está, pero hay muchas cosas buenas. El otro día conocí a La Grande y es alucinante. Aún así, esta visión es muy personal y no estoy tan asesorado como para profundizar en el tema. Lo que sí veo es que, dentro de la música, lo que más creció fue el tango. Hay cuartetos y quintetos excelentes.

-¿Qué se va a encontrar la gente cuando te vaya a ver el 2 de junio?

-Con una banda de amigos y excelentes músicos, como Diego Olivero, Baltasar Comotto, Javier Martínez. Un show bastante curioso, porque hay una linda puesta en escena, copada, un intercambio divertido con el público. Tienen que venir, para ver si les gusta o no.

*Ph: Gentileza prensa/Xavi Olmos

 *Sábado 2 de junio en Sirhan, Gorriti 5568. A las 21.