Rosario Bléfari: "Necesitamos establecer un contacto"

Había una inquietud. Una urgencia por poner el cuerpo. Salir y hacerlo. Estuviera o no editado en formato físico, Julián Perla (Mi Pequeña Muerte) y Rosario Bléfari (ex Suárez y actual Sué Mon Mont) deseaban interpretar las canciones de Pintura de Guerra, el disco debut de Los Mundos Posibles, su nuevo proyecto. Y si bien la fabricación (que contará en la portada con un pintura de Marina Fages) aún no está confirmada, será presentado este sábado en La Tangente: “Necesitamos establecer un contacto”, reconoce Bléfari, que se vio sorprendida por la buena recepción que tuvo el material.

La base de esta primera entrega la realizó Perla, que tenía un puñado de composiciones al que denominaba la guerra del Japón, una especie de novela que no cuadraba en ningún lado. También fue quien le propuso a Bléfari la idea de hacer algo juntos: además de afinidades en común, descubrieron que sus voces funcionaban muy bien al combinarlas. De esta forma, el dueto vocal, al que se suma Javier Diz en batería, teclado y guitarra, le terminó cantando al “amor desdramatizado”.  

La intención, sostiene Bléfari, fue arremeter de lleno a los tres o cuatro elementos que componen el imaginario de una relación amorosa. Ir contra ese sometimiento cultural demodé. Representaciones de figuras o concepciones antiguas. Lo pasional, entonces, no tiene que estar estrictamente relacionado al sufrimiento, y una canción de amor se puede mantener a flote sin abordar un drama. Parecía imposible, pero el paradigma cambió. “Tratamos de hilvanar un diálogo, hacer una reflexión”, dice ella, que aportó al tracklist, entre otras, la emocionalmente épica “Daba para más”. “Las tenía como en una especie de nube. Y al igual que a él, no encajaba en ninguna de mis bandas. Eran cuentas de un collar que no estaban hilvanadas”, plantea.

-Siendo que los dos son cantantes, ¿cómo fue el trabajo interpretativo? Porque suele haber una cuestión de egos en el medio.

-Están las dos voces en el mismo tono, cantando todo el tiempo. No hay un trabajo coral, ni hacemos juego de voces, sino que creamos una tercera con la de ambos. También desarma un montón de cosas en relación al género. Permite que la canción se liberen del “ah, es un chico cantandole a una chica”, o al revés. O sea, según tu historia, podés apoyarte en escuchar una o la otra. Las canciones no se cierran en el género. Fue algo que buscamos evitar.

-¿Hubo algún parámetro con el cual trabajaron?

-No, los dos tenemos bastante recorrido y nos influenciamos entre nosotros. Lo que sí estaba claro era que las voces tenían que ser muy importantes, lo principal. Estar bien al frente. Las letras se tenían que entender sin la necesidad de gritarlas. Aunque no es lo habitual, es un disco de voces. A parte, los dos somos cantante, así que era la oportunidad de construir en función de eso.

*Sábado 26 de mayo en La Tangente, Honduras 5317. A las 20.