Rock inca para todo el mundo

En el marco de una mini gira, que incluyó un primer paso por Uruguay, la banda peruana Astronaut Project aterrizó en la Argentina, donde ya realizó dos fechas. Previo a la tercera y última, que será mañana en la Usina del Arte, el comandandate de este proyecto espacial, Alberto Zegarra, explica y analiza la realidad del conjunto. "Llegamos por primera a ambos países, y esto siempre es una mezcla de emociones, que nos hace sentir más vivos que nunca", reconoce el músico que inició este grupo en 2014.

-¿Cómo nació la idea de venir para estos lados? 
-La invitación a Uruguay salió por el contacto de unos amigos músicos que conocí en Buenos Aires, cuando estuve como invitado para el BAFIM, en 2017. Escribí a la producción del Festival Montevideo Capital de La Música Emergente, me aceptaron y esto jaló el ojo de unos contactos en el Ministerio de Cultura de Buenos Aires, donde me preguntaron si podía pasar y tocar en La Usina del Arte.

-Por otro lado, ¿cuál es la búsqueda artística que persiguen?
-Consolidarnos como una banda reconocida a nivel internacional y producir más música. Para nosotros, es importante que también nos reconozcan como parte de la nueva escena peruana que, por cierto, es muy potente.

-¿Qué significó Dreams (2017), el segundo álbum en la corta carrera de esta aventura? 
-A días previos al lanzamiento, nos seleccionaron para tocar en el Primavera Sound Festival, en Barcelona. Es así que Dreams representó el sueño de estar tocando en festivales internacionales, realizar tours en el extranjero, entre muchas otras cosas.

-¿Qué recordás de esa grabación, algo que te haya marcado o sorprendido?
-No estaba seguro de cuál podría ser el impacto de estas nuevas canciones, porque el debut del proyecto (el homónimo de 2015) ya venía con una valla alta, debido a la buena aceptación que tuvo en algunos sectores musicales. Por eso, me atreví a componer temas más fuertes, como "Future Colours", que tienen una onda más electro rock y que están más alejados al dream pop del comienzo; también hice algo más experimental, como "Zeta Reticuli", que es un instrumental más pegado a Massive Attack. En general, quise abrir el campo musical para no encerrarme en un sólo estilo.

-En tres años, tienen dos discos y varios festivales internacionales a cuestas. ¿Cómo evaluás este momento?
-Siento que está teniendo un buen ritmo y que todavía puedo manejar el proyecto de manera independiente. Actualmente, todo es autogestionado. Empecé de manera individual, componiendo y grabando en casa, manejando mis redes. Más allá de la intensidad de las distintas experiencias con los festivales o giras, aún tengo el tiempo necesario para poder producir más música. No es fácil, pero tampoco imposible: lo importante es persistir.

*Domingo 20 de mayo en La Usina del Arte, Agustín R. Caffarena 1. Junto a Naomi Preizler. A las 17.