"Mis letras no se entienden sólo con la lectura o la escucha superficial"

Matias Foreiter es un músico y compositor que comenzó a caminar los primeros peldaños de su carrera en 1999, recorriendo varios escenarios y cruzando miradas con prestigiosos artistas desde entonces, hasta llegar a ser considerado como uno de los solistas más auténticos y prolíficos de la escena actual. Apasionado por la literatura épica, detalle subrayado a la hora de hacer frente a su trabajo discográfico, y de los solos acústicos, apuesta en Soplar y hacer tormentas (2017) a anexar un género folk/rock que lo destaca de sus trabajos precedentes.

-¿Cómo nace tu último disco?

-De la necesidad de expresar aquello que llevo adentro: una especie de grito ahogado, una voz que necesita salir y encontrarse con el oyente. Nace también como una foto actual de la banda con la cual venimos tocando en vivo hace varios años. Para mi, componer, grabar y luego presentar material nuevo me trae una felicidad enorme, me nutre de una energía vital y necesaria.

-Musicalizar la poesía ya se volvió una impronta personal, ¿fue la idea desde un principio o hubo algo que te llevó, sin darte cuenta, a presentarte como un orador musical de la prosa?

-Creo que lo que me llevó a relacionarme con la poesía, y principalmente con los poetas, es haber participado en muchos ciclos de lectura como músico invitado. Me gusta la idea de que haya voces en una sola obra, un coro que se vuelve una sola voz; tomarlo como un juego creativo, una forma de evitar la rutina compositiva de escribir y componer solo.

-En Soplar y hacer tormentas parece existir una masterización de más sonidos a causa de la simultaneidad de instrumentos, a comparación de tus otros discos en donde la guitarra o el piano suelen ganar más protagonismo, ¿qué sensaciones te genera este cambio? ¿Fue fácil adaptarse a la “falta” de intimidad que de alguna manera genera el acústico?

-Al comienzo me generó una sensación de extrañeza, fue todo un proceso de adaptación vocal y auditiva. Cuando escuché los primeros demos con la banda no me reconocía la voz, no fue nada fácil al principio, pero eso nos iba dando la certeza de que íbamos por buen camino. Buscábamos algo diferente y lo estábamos encontrando, había que darle tiempo de maduración. Hoy me siento súper cómodo y disfruto mucho de este formato.

-Como integrante de la Unión de Músicos Independientes (UMI), ¿de qué manera pensas que hacen frente al gran negocio discográfico que envuelve y corrompe el ambiente artístico?

-Durante seis años estuve organizando las clínicas y charlas que se dan gratuitamente en nuestra sede para los socios. Hemos tenido el honor de contar con artistas como Daniel Maza, Palo Pandolfo, Leo García, Liliana Vitale etc. Pienso que nuestro aporte está en el gran valor que tiene la acción colectiva, también otro aspecto muy importante es la democratización de la información relacionada a nuestra actividad.

-En tu álbum 4° creciente (2014) tuviste de invitados a Fito Páez, Juan Subirá y Señorita Carolina, que según el radio pasillo, se encandilaron netamente con tu música. ¿Cómo fue que te encontraron? ¿Cuál fue tu primera reacción al confirmarse su participación en el disco?

-En el caso de Fito, fue sorpresivo porque como no lo conocía personalmente dependíamos de que le gustara la canción, cosa que por suerte ocurrió, y fue muy grosa la experiencia de grabar junto a él en el living de su casa. Con Juan ocurrió otra gran experiencia, aparte es una gran persona. Uno aprende muchísimo viéndolos grabar. Con Caro la situación fue distinta porque somos amigos, aunque me sorprendió cómo cantó sus partes; superó mis expectativas.

-Alejandro Pugliese nuevamente aportó en la producción, ¿cómo es la relación entre ambos teniendo de base tantos años de trabajo juntos? ¿Qué los une y dónde se nota netamente la magia de Alejandro?

-Nuestra relación es de amistad y respeto, aparte es el guitarrista de la banda, así que no sólo compartimos grabación, sino también ensayos y shows. Nos une el amor por la música, disfrutar lo que estamos haciendo sin estar pendientes del resultado. En una primera escucha parecería que su magia está en los solos de guitarra, pero es mucho más profundo que eso, su toque está en el ADN del audio de todo el álbum.

-¿Por qué elegiste “Signos incompatibles” como corte de difusión y no “Canción sin verano”, tema en el que apuestan también en el disco?

-Creo que “Signos incompatibles” es una muy buena carta de presentación, tanto la música como la letra representan muy bien mi actualidad musical. Para “Canción sin verano” estamos preparando un video con Lolo Garay, que saldrá para noviembre

-“Canción sin verano”, tiene letra de Julio Cortázar. ¿Te consideras cronopio, fama o esperanza?

-Me considero un cronopio porque no tengo molde. Mi música es atemporal y mis letras no se entienden sólo con la lectura o la escucha superficial, tenes que cerrar los ojos y conectarte con tu parte más sensible.

-¿Dónde sentís la mutación más fuerte de sonido entre el primer disco, Ciclotípico (2004), y el último?

-Me parece que está en el equilibrio. En mi álbum debut cada tema tiene una formación distinta, un género diferente; en Soplar y hacer tormentas la formación es la misma de principio a fin, y la música responde a un único universo sonoro durante todo el álbum.

-¿Cómo te preparas para la presentación del disco, en el Conventillo Cultural del Abasto?

-A full, súper ensayados y con muchísimas ganas. Esta fecha es la única de 2017 en Buenos aires. Sabemos que hay muchas expectativas y eso es una gran motivación, estamos preparando un show con muchos temas. 

-¿Proyectos, sueños, anhelos a futuro?

-El proyecto es llevar este espectáculo a distintas ciudades del país durante 2018, y para el 2019 tengo pensado comenzar a trabajar en el nuevo material.

*Txt: Eliana Toledo

*Viernes 1 de septiembre en el Conventillo Cultural del Abasto, Anchorena 575. A las 21.