"En el próximo disco buscaremos más el estribillo, pero sin perder la fuerza"

En el año que llevan integrando Malman, Agustín Romanelli (voz y batería) y Andrés “Cabe” Gutiérrez (bajo y coros), tocaron alrededor de 40 veces en vivo. Todo un número, teniendo en cuenta que son un grupo independiente, que no cuenta con el aval de un sello mainstream y su aparato de difusión. De todas las presentaciones, destacan una, por lo particular. En noviembre, pasaron por Chacho, donde hacía más de 40 grados ¡a la sombra! “Nunca transpiramos tanto”, admiten y señalan que les quedó como enseñanza: que, de volver, lo harán en invierno.

Con motivo del aniversario, el grupo se presentará en The Roxy Live, reducto conocido por los músicos. “Lo bueno de estar girando”, plantea Romanelli, “es que venimos afilados”. Y agrega: “Estrenaremos un par de temas, algo que le vamos a regalar a todos aquellos que nos siguen”. Sobre su próximo trabajo, el sucesor de Campo (2016), admiten que la pre producción ya está prácticamente finalizada: tendrá entre ocho y nueve tracks y estiman que la grabación será en diciembre.

A diferencia de su álbum debut, que tiene un sonido más duro, la intención será hacerlo más cancionero. “Mucho tuvo que ver el choque con la Ciudad”, dice Gutiérrez, quien junto a su compañero son oriundos de Córdoba. “Nos provocó eso, violencia. Un impacto. Ahora estamos más tranquilos, adaptados”. Para el baterista, es así: “Ahora buscamos un estribillo más copado, pero sin perder la fuerza”.

Al margen del LP que planean grabar a fin de año, están trabajando en dos nuevas versiones de Campo: una será Chill out y la otra acústica. Sobre esta última, explicaron que sólo comprenderá una guitarra y un cajón peruano. “De hecho, siempre componemos en ese formato”, dijeron.