Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
Seguinos en
Banner

Santiago Moraes

"Nunca tuve mucho tiempo ni pasta para liderar un proyecto solista"

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza prensa

14 de Junio, 2017

"Nunca tuve mucho tiempo ni pasta para liderar un proyecto solista"

En Los Boliches, que contó con la producción de su amigo y compeñero de banda Maxi Prietto, el músico presenta su faceta más pulcra a nivel sonoro.

Entre el primer y el segundo disco de Santi Moraes pasaron alrededor de cinco años. Los Boliches, que salió hace pocos meses, posee unas cuantas características que los desmarcan de su antecesor, Las Canciones de Santi. En principio, es más compacto, ya que son tres canciones publicadas en formato de EP. Asimismo, también difiere la manera en la que fue concebido. “Se pensó desde un principio para que sonara bien”, explica su creador.

La aclaración surge porque Las Canciones De Santi fue grabado de forma muy casera: con el micrófono que viene en la computadora y con los instrumentos que el músico tenía a mano, como saleros, armónicas de juguete y baldes de plástico. “Fueron cosas que registré tirado en la cama”, confiesa y reconoce que no tenía la intención de dar a conocer aquel material. Pero lo hizo.

Moraes, además, capitanea Los Espíritus, junto a Maxi Prietto. Precisamente, este último le dio forma a las composiciones de Los Boliches, que en un inicio estaba pensado como un larga duración de nueve o diez tracks: comienza con “El día”, la única de su autoría; sigue con “Los Boliches”, de Ignacio Suarez (letra) y Yamandú Palacios (música); y cierra con “Los Caminos de Tierra”, un tema de Las Edades.

-¿Qué te llevó a aplazar tanto la salida de tu segundo trabajo?

-Pasa que vivo más enfocado en Los Espíritus. Si bien en el medio formé Los Transeúntes, una banda que me acompañó en mis presentaciones como solista, nunca tuve mucho tiempo ni pasta para liderar un proyecto solista, así que se disolvió. Hubo un momento, también, que me acompañaron los músicos de Los Bluyines, y existió la idea de grabar esas canciones con ellos. Es lo que tienen los proyectos personales, que sos vos el que lo debe llevar adelante, y si sos disperso y vago, se hace difícil.

-Definiste a Los Espíritus como una una banda rockera, con muchas raíces en el blues. En el caso de tu carrera solista, en términos generales, ¿cómo la caracterizarías?

-En primer lugar, no siento que tenga una "carrera". Cuando toco solo, son otro tipo de cosas, capaz hay algunas cuestiones más personales, ya que me permito meter temas tristes, por ejemplo, que en Los Espíritus trato de evitar, porque es un grupo y no está bueno personalizar. Básicamente, hago canciones enfocadas en la letra y en el canto. Aprendí a tocar la guitarra para acompañarme mientras canto, para ocupar las manos con algo, porque si no tenés que hacer como Joe Cocker, que realizaba unas mímicas raras, como si le hubieran quitado la viola sin que se diera cuenta.

A diferencia de tu primer disco, que lo laburaste de manera individual, Los Boliches cuenta con varios invitados y hasta con la producción de tu amigo y compañero Maxi. ¿Qué te llevó a encararlo de esta forma?

-La idea de grabar con Maxi era que sonara bien, y que tuviera una linda producción. Artísticamente, está producido por él, que grabó bajos, guitarras, piano, y me propuso sumar a Pipe Correa, para meter baterías y percusiones. Aunque también hubo percusiones que grabamos nosotros: me gusta particularmente cómo suenan los saleros en combinación con el rasguido de la guitarra. En “Los Boliches”, por ejemplo, Cecilia Bienati grabó el acordeón, cosa que le sumó muchísimo. También ahí está el cello de Gigi Vlatko.

-Que sólo hayas publicado tres temas, y que uno solo sea de tu autoría, ¿deja una puerta abierta para que en lo inmediato publiques un LP?

-Tengo muchas canciones por registrar. De hecho, hace unas semanas reuní todas las grabaciones caseras que acumulé en los últimos años y armé un disco doble, con la idea de subirlo a Bandcamp. Primero se lo di a algunos amigos, para probarlo. Me dijeron, básicamente, que sonaba muy como el orto, y que lo grabe mejor, que filtre lo que vaya a publicar. Así que voy a tener que esperar. Pero sí, siempre estoy grabando en casa. En algún momento saldrá todo, mientras tanto aprovecho para cambiar el repertorio en vivo. Lo bueno de tocar sin banda, sólo con una guitarra, es que uno puede cantar canciones distintas todo el tiempo y sin tener que ponerse de acuerdo con nadie.

*Jueves 15 en el CAFF, Sánchez de Bustamante 772. Junto a Mandrake Wolf. A las 21.

 

 

TODAS LAS FOTOS