El arte del buen crecer

De acuerdo a sus integrantes, Sevelhumano está viviendo un momento intenso en su carrera. Así es. Sus cuatro músicos, que unieron fuerzas en Lujan, coinciden en que es una etapa bisagra para el grupo. Y su segundo y más reciente disco, Pictónico, es la muestra de que la cosa va en serio.  

“Ya hace un tiempo largo que entendimos que las cosas las tiene que hacerlas uno”, dice el guitarrista Matías Tregoning. “Nadie viene a tocarte el timbre si vos no te moves”, agrega. A su lado, sus compañeros Juan Ambiela  en  voz, Emanuel  Granatti en  bajo  y José Ambiela en batería, asienten.

También reconocen que entre su álbum debut, La era de las máquinas (2013), y el que están presentando, las diferencias se perciben. Una de las más notorias, por caso, es la forma en la que dicen las cosas. “Hay tantos planetas, pasado y futuro/ pero acá nos encontramos”, dice la letra de “Degeneración”, primer corte del álbum. “Trabajamos mucho en la cuestión”, confirma el bajista.

Aunque la esencia de la banda sigue intacta, el sonido alcanzado es otro, más rockero, más maduro y más prolijo. Más allá de la experiencia propia de los músicos, mucho tuvo que ver la producción artísticas Lucas Gómez. “Fue todo un desafío”, reconoce el cantante, ya que era la primera vez que trabajaban con alguien externo al grupo. Para el baterista, la clave pasó por la pre producción, para la cual se tomaron “bastante tiempo”. Además, aclara: “No nos imaginábamos cómo podría llegar terminar todo”.