La Delio Valdez
"Siempre soñamos con vivir un presente como este"
07 de Junio, 2017
Pablo Broide, saxofonista de La Delio Valdez, cuenta como viven este presente los integrantes de la orquesta, y explica como lograron montar la cooperativa que los sostiene y les permite seguir expandiendo sus horizontes profesionales.
La cumbia es el sonido latinoamericano que, en los últimos 20 años, alcanzó mayor proyección en Argentina. Los sábados por la tarde, en América TV, tiene su espacio y -contra todos los prejuicios - es el único programa de música en la televisión abierta. La cumbia es el himno de la clase social obrera y popular, esa que la tiene como banda sonora, y también, funciona para ambientar las fiestas de los chetos que la miran con desprecio pero que no pueden resistirse a moverse al son de su calor. Dentro de su inmenso espectro (colombiana, norteña y villera, entre otras), apareció La Delio Valdez y demostró que aún no está todo escrito en el género. Aquí, una entrevista con Pablo Broide, uno de sus integrantes, para contar la historia de una banda que pretende seguir haciendo grande al nuevo sonidero popular.
-Pasaron seis años desde el nacimiento de LDV, ¿soñaron, alguna vez, con este presente?
-Sí, soñamos con esto. ¿Qué músico no sueña con que su música suene, funcione y circule? Claramente, la banda no nació como un proyecto de música masiva a cómo de lugar, pero siempre tuvo algo especial. Yo entré al año y medio de vida de la banda, y ya habia visto al grupo tocar en algunos lugares, tenía ya una química especial, la gente se super engachaba, aún siendo mil veces más sucio y desprolijo de lo que es ahora. Era tal vez la propuesta musical, algo bailable y conocido como la cumbia, pero en un formato distinto y en un espacio distinto.
-La banda, en la actualidad, se encuentra entre lo que podría considerarse "de culto", algo que es curioso si se habla de un sonido tan popular. ¿Les interesan ese tipo de etiquetas?
-No sé que significará "de culto", pero creo que hay muchas visiones sobre eso. Mientras no sea "de cultoS", está todo bien. Siempre buscamos hacer música popular y bailable, de buena calidad, tratando de cuidar cada aspecto. El formato de orquesta, los vientos, los arreglos son como la frutilla del postre, le queda divino y aporta un montón, pero si abajo no hay una buena dosis de helado sosteniendo, no pasa nada.
-¿Sienten que luego de su aparición, hubo una reivindicación del género?
-Creo que nuestra propuesta musical es parte de un proceso que viene teniendo la cumbia desde su llegada al pais en los años 40‘, no somos más que una nueva generación de argentinos haciendo este folkclore colombiano que tan difundido está en todo el continente. Lo que llamás "reivindicacion del género" viene de antes, tal vez, desde los 90‘ ya que la cumbia (grabada, no tanto en vivo) había salido de los barrios y las bailantas para entrar en los cumpleaños, casamientos y otras fiestas de sectores de clase media y clase alta.
-Gilda, por ejemplo, ¿no?
-El fenómeno de Gilda es un ejemplo fuerte de eso, también bandas como Los Auténticos Decadentes o Bersuit, por nombrar un par, que viniendo del rock y el ska, empezaron a mechar mucha cumbia y cuarteto en sus arreglos y canciones. La cumbia villera, a fines de lo noventa, arrasó con todo, todo el mundo la escuchaba y bailaba, algunos con orgullo y otros con la boca torcida haciendose los que nada que ver. Nosotros aparecemos en 2009, para ese momento ya Pablo Lescano había entrado con todo en el circuito del rock (Los Cadillacs, León Gieco).
-Entonces, ¿qué sentís que es lo especial de LDV?
-Lo que pasa, tal vez, con la Delio es que -junto con otros agitadores culturales de nuestra camada- empezamos a llevar la cumbia en vivo a otras salas y contextos. Con una formación y una propuesta de espectáculo y de fiesta muy distintas a la que ofrecen las bailantas. Mucha gente se permitió ir a una fiesta de cumbia amparados en nuestra propuesta, muchas veces nos dicen "a mi la cumbia no me gusta (con tono hasta de desprecio) salvo la colombiana", como si tener algunos vientos cambiara todo. Nosotros admiramos profundamente a músicos de cumbia y música tropical de nuestro país y de muchos otros países latinoamericanos. También se acercó mucha gente cumbiambera, que va a los bailes pero que en el Cumbión (nuestra fiesta) se siente a gusto, porque hay un ambiente pacífico y se pasa mucha música no comercial. Nosotros tratamos de proponer una industrial cultural distinta a la que venía teniendo copada el ritmo de la cumbia.
-¿Cómo nació la idea de armar una "Cooperativa sociocultural"?
-Se fue dando naturalmente. La orqueta nació como un grupo de amigos y tiene el espíritu más cooperativo de una banda indie de rock. No hay gente que tenga más valor que otra dentro del proyecto: los trece instrumentistas y el representante del grupo, formamos una cooperativa de hecho en lo comercial, que pronto tendrá su estructura legal para poder seguir creciendo y también somos una cooperativa en lo artístico, ya que siempre buscamos tomar las decisiones entre todos de manera consensuada. Hay un espíritu colectivo que domina las decisiones y cada uno fue aprendiendo como aportar desde su individualidad a ese río y cuándo entender que sus intereses o ideas van en contra de la corriente natural de las cosas. Tenemos nuestros tiempos que no son los más rápidos, pero cada paso tiene el peso de un elefante, cada paso es firme y hacia adelante.
-Siempre mencionan a influencias locales en la banda, ¿cuáles son esas influencias?
-¡Montones! Te puedo tirar algunos nombres que se me vienen a mí personalmente a la cabeza, pero seguro cada compañero te podrá decir más. De los grupos de antes, puedo mencionar a La charanga del Caribe, Los Wawancó y el Cuarteto Imperial; de los norteños, están Sombras, Ricky Maravilla y Koly Arce; de los santafesinos, Los Palmeras, Los del Fuego, Los del Bohío, Los del Palmar, Leo Matioli y Mario Luis. Y muchísimos más: Yerba Brava, Amar Azul, Damas Gratis, Pibes Chorros, Flor de Piedra, Meta Guacha, Tambó Tambó, La Nueva Luna, Jimmy y Su Combo Negro, Grupo Karicia, Agrupación Marilyn, Orquesta Popular SanBomba, Sonora Marta La Reina, Combo Serrano, Cumbia Club La Maribel (actualmente no están tocando) y Todopoderoso Popular Marcial, entre otros grupos de todo el país que vienen haciendo crecer una movida de Cumbia Nueva o Emergente.
-¿Cuál es la propuesta artística detrás de "La gira del cumbión"?
-La propuesta consiste en llevar nuestra fiesta, "El Cumbión de La Delio Valdéz", a aquellos lugares donde venimos sembrando, abonando y regando con amor desde hace años. En 2017, nos propusimos unificar todas esos lugares en una sola gira, que tuviera una estética y comunicación unificada. La celebracióm consiste en un show completo de la orquesta (unos 90‘), en donde presentamos el repertorio de nuestros tres discos editados ("La Delio Valdéz" -2012-, "La Rueda Del Cumbión" -2014- y "Calentando la Máquina" -2017-), además de nuevo material en el que estamos trabajando, más que nada de música original nuestra. Sumado a ese espectáculo contamos con la presencia de nuestro DJ Residente del Cumbión, Fernando Isaías, con su "Sonido Parrandero". Fer es un fanático de la cumbia, de la zona norte del conurbano bonaerense, tierra de cumbiamberos y donde el estilo colombiano tiene mucha raíz. Él es un investigador y coleccionista; tiene cantidad de vinilos selectos de nuestro país y otros países, siempre anda compartiendo algo nuevo, nos aporta muchísimo a nosotros a la hora de aprender a tocar esto y conocer conjuntos y repertorio de todos los tiempos, las distintas formas de tocar en cada región. Siempre digo que, Parrandero, te puede tener bailando como loco toda la noche sin que conozcas un tema de los que pasa. Nuestro objetivo es que no dé todo lo mismo. Que sea una noche distinta, popular, para todo el mundo la experiencia única de vivir una noche de la mano de, su Majestad, la Cumbia.
-¿Cuál sienten qué es el próximo paso?
-Estamos midiendoló, tiene que ver con poder hacer más música original, temas nuestros, aunque sin dejar de hacer versiones de temas de otros. Ambas cosas nos aportan distintas riquezas para nuestra propuesta musical. Estamos tratando de darle más gas al primer aspecto porque es lo que más atrás venía corriendo. El próximo paso tiene que ver con mejorar la calidad de nuestras grabaciones, con salir a tocar cada vez más lejos de nuestra tierra: soñamos con ir a Europa, a México o a Colombia. Sentimos que cada vez tenemos más para decir, que hacemos algo que suena cada vez mejor y se va volviendo más único. Queremos que la gente lo escuche, lo baile y por supuesto, queremos viajar y vivir haciendo lo que más amamos.