"Pese al exilio y la censura jamás pensé en abandonar"

Eran los primeros días del año 1967 en un país en que la dictadura militar de Onganía ya había tomado el poder mientras la guerra de Vietnam seguía su curso. Los Doors estaban por debutar discográficamente y Racing se disponía a disputar la Copa Libertadores que ganaría y que luego le permitiría ser el primer equipo argentino en ser campeón del mundo.

Un pibito de 19 años que estudiaba Letras fue a disfrutar de la séptima edición del Festival de Cosquín y también de todas las cosas hermosas que sucedían alrededor, sin saber que una de esas cosas hermosas le iba a cambiar su vida para siempre. Víctor Heredia cantó una noche en una peña y Reynaldo Wisner, presidente de la Comisión de Folklore, lo vio y lo invitó a subirse al escenario principal. Allí, Ernesto Cabeza, de Los Chalchaleros, le prestó su poncho y Víctor salió a las tablas a cantar una zamba que había compuesto un par de años atrás, que le permitió ser la revelación del Festival.

Desde esa noche ya son 50 años de vida junto a la música y Víctor Heredia confiesa que tiene los mismos sueños de siempre: “Escribir y hacer buena música, y desde allí contribuir a mejorar nuestra casa”, como para dejar en claro que la vocación siempre estará bien firme. “Lo primero que se me viene a la mente de todo este tiempo es el escalofrío de la dictadura y el maravilloso advenimiento de nuestra democracia”, reconoce sintiendo el recuerdo casi sin pensar. “De tantas ediciones vividas de Cosquín recuerdo con mucho cariño aquella noche la que se dio mi regreso a ese escenario después de varios años de prohibición. Creo que fue en el ‘84. Me recibió una Plaza Próspero Molina de pie. Tuve que contenerme para no pucherear”.

Mirando hacia atrás pero desde un presente continuo y activo, el cantante se dispone en este 2017 a celebrar grabando un disco con grandes artistas, compañeros de ruta en muchos casos, y de generaciones siguientes en otros. “Estoy preparando este disco con mucha emoción”, y la misma se siente sin dudas. La lista parece interminable pero merece ser enumerada y así nos la cuenta el propio Heredia, para que nos regocijemos un poco: “Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, León Gieco, Ana Belén y Víctor Manuel como los viejos compañeros de siempre y también los más jóvenes: Soledad, Abel Pintos, Raly Barrionuevo, René Pérez, y algunos más como Ricardo Mollo (Divididos), Rolo Sartorio (La Beriso), Juanse, Peteco Carabajal, Pedro Aznar, Marcela Morelo, David Lebón, Baglietto, Adriana Varela y más”.

-En 2013 editaste el disco Algún Día y seguramente tendrán cosas nuevas siempre asomando, ¿qué sentís que mantenés de aquellos discos de fines de los ‘60 y principios de los ’70?

-La mirada crítica sobre lo que nos sucede tanto a nivel nacional como en general a toda la humanidad. Me resulta difícil sustraerme a la realidad. Es un imán a la hora de escribir.

-Y en esa justeza en contar tan claramente la realidad del país, ¿qué canción tuya sentís que puede reflejar más cercanamente este momento actual?

-En mi último concierto, al cantar “Informe de la situación” pasó algo que no pasaba hace tiempo: la gente terminó aplaudiendo de pie y se notaba la emoción en los rostros de quienes estaban más cerca. Creo que esa canción tiene la vigencia que le imprimen las actuales circunstancias.

-Has vivido tiempos muy hermosos gracias a la música pero también otros duros, con censura y exilio incluidos, ¿alguna vez temiste la posibilidad de no poder hacer más música?

-Nunca. La música es mi vocación, lo que impulsa mi vida. Sentí la presión de la censura y la soledad del exilio, pero jamás se me ocurrió la posibilidad de abandonar.