Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Alma Bouquet

La banda de mi calle

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza: Prensa

31 de Marzo, 2017

La banda de mi calle

Con su nuevo disco, El Abismo del Espejo, los quilmeños reconfiguran su manera de componer y apuestan por la canción.

Hay hechos que marcan un precedente. Un punto de inflexión. Un quiebre. También puede ocurrir que no haya una situación puntual, sino más bien una conjunción, una concatenación de sucesos. Tal vez este último sea el caso de los integrantes de Alma Bouqet, una joven banda (se formaron en 2010), oriunda de la ciudad de Quilmes y que publicó en diciembre su segundo y nuevo disco, El Abismo del Espejo, un trabajo en el que la prioridad la tiene la canción; y las urgencias quedan suspendidas en el tiempo.

Pero retomando la idea inicial, es Guillermo Torres, guitarrista del grupo, quien ejemplifica la realidad que está viviendo la banda. “Viniendo para acá (NdlR: la entrevista se llevó a cabo en Almagro), nos llegó la foto de una chica rosarina que se había tatuado una frase”, comenta, un poco entusiasmado, otro poco sorprendido. “Es una locura”, agrega y explica que si eso no te hace caer en la realidad, que debes ser bastante responsable con este proyecto, qué lo haría.

Para el bajista Mauro Memmo: “Fuimos tomando dimensión de todo lo que implica crecer y acomodándonos. Ahora, por ejemplo, sabemos que tenemos que ensayar tres veces por semana; algo que antes no hacíamos o no queríamos hacer”. Asimismo, compara este presente con el incipiente inicio que tuvieron con la banda. De acuerdo a él, las ganas y el juego marcaron a fuego el arranque del proyecto. “Siempre tuvimos ganas de armar algo, hasta que se alinearon los planetas”, recuerda. “Hoy nos encontramos con que hay todo un mundo con el cual ni siquiera imaginábamos”, confiesa y reconoce que esto los llevo a crecer, con todo lo que eso implicaba.

Sobre su nueva placa (la anterior, Las preguntas que hice siempre, data de 2014) hay mucho por decir, como que es un trabajo que se lleva muy bien con una noche de insomnio, puesto que está envuelto de una apacible y entrañable oscuridad. También que codifica los sonidos de una generación, léase La Caverna, Salta la Banca o De La Gran Piñata. “Fue un giro de 180 grados en comparación al primero”, sostiene Torres. “Resultó mucho más profesional, no sólo en la búsqueda de sonido, sino que también en la profundidad de las canciones”, reflexiona el músico sobre el proceso que los llevó a componer El Abismo del Espejo. “No nos quedamos con lo primero que teníamos. Indagamos más, observando hacia dónde nos llevaba cada canción. Musicalmente, nos volcamos a lo que nos pedía la letra. Por eso, si escuchas el disco, te das cuenta que son once temas totalmente distintos”.

De acuerdo a Memmo, hubo una evolución en la manera de crear las canciones, ya que se compuso en base a una idea. “Siempre nos planteamos algo que no fue no hacer canciones iguales, no repetirnos y, dentro de nuestras limitaciones, intentar variar, entre tema y tema, hace un distintivo”. Y concluye: “En realidad, siempre fuimos bastante de experimentar y probar, pero esta vez fue como más direccionado”.

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