"Nunca nos sentimos parte de un género"

Con motivo de la fecha que hará en Niceto, el próximo sábado, y la salida su nueva placa, La Promesa de Thamar, Sig Ragga, el combinado santafesino de rock (¿experimental?), atendió a los medios especializados. Por parte del grupo, estuvieron presentes Gustavo y Ricardo Cortez y Juanjo Casals, quienes a lo largo de una extensa y nutrida conferencia, hablaron sobre el devenir de la banda.  

El juego lo abrió Gustavo Cortez, tecladista y cantante, al develar cómo dieron con el nombre del álbum. De acuerdo a lo explicado, el proceso incluyó un sin fin de preguntas internas y la idea de que debía sintetizar la propuesta, premisa que terminaron descartando. Finalmente, mencionó, tomaron una de las canciones que integra el tracklist. Al respecto, afirmó: “Era muy significativa para nosotros, ya que salió al principio, en las primeras juntandas”. Además, amplió: “También tiene que ver con el tono del disco, que son como cuentos, mundos, y mundos dentro de otros mundos”.

Asimismo, explicó que “Thamar” es un personaje ficticio (“Nosotros jugamos mucho con lo imaginario”). Al tiempo que contó que “La promesa” tiene sus significaciones, porque se puede tratar de muchas cosas, como el compromiso de seguir haciendo música, o de luchar por un mundo mejor, más justo y más lindo.

A la hora de hablar sobre la composición Tavo, principal encargado, aseguró: “Dejé que la música me hablara”. También apuntó que la letra no estuvo al principio ni a la par. “Teníamos el paisaje armado desde lo musical, así fue. Después, cada tema tiene su historia, su forma, y su modo, porque fueron muy distintos entre sí”, consideró.

Otra de las cuestiones abordadas fue el género que comprende a la banda. Sobre este tópico, Ricardo Cortez, baterista del cuarteto, aseguró: “Si bien el grupo fue evolucionando, nunca nos sentimos dentro de un género, ni atados ni ligados”. Y remató: “Es todo una obra en sí”. Además, el músico sostuvo: “Un poco el mercado te empuja a encasillarte, para poder venderte, para colocarte en la góndola. Siempre pasó que nos pusieron en el reggae, pero son etapas distintas”.

Por otro lado el bajista Juanjo Casal opinó que el desafío pasó “más que nada por la dinámica y forma en la que nosotros lo realizamos”. Y relató: “Está hecho con mucha liviandad y disfrute, pero también con muchos riesgos en cuanto a lo que es la composición y cómo armamos cada canción”. Por último, concluyó: “Trabajar con tanta libertad y no tener una referencia directa, es un riesgo. Lo veo como un salto al vacío”. 

*Sábado 3 en Niceto Club, Avenida Niceto Vega 5510. A las 21.