"La posibilidad de parar nunca existió"

Ya lo cantó Vox Dei décadas atrás: “Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina”. ¿A cuento de qué viene toda esta perorata? Resulta que a mediados de año, Atropello Carregal oficializó la salida de su histórico cantante, Juan Franke. “Según nos comunicó, estaba un poco agotado, con ganas de probar, investigar y jugar con la música”, cuenta Gonzalo “Pollo” Fernández, guitarrista y ahora también vocalista del grupo. “Entendió que la banda no era el lugar para jugar con la libertad que necesitaba”, agrega y entre risas explica: “Suena medio cortamambo, pero no es tan así, pero cualquiera que haya estado dentro de un proyecto artístico puede comprender lo que digo”.

Por otro lado, el músico sostiene que “cada uno tiene sus prioridades”, y considera que en la decisión pudo haber jugado un rol importante el reciente nacimiento de la hija de Franke. “Ponerle tiempo a una banda es también sacarle a otras cosas y a otras personas”.

ENTRE PIZZAS Y CERVEZAS

De acuerdo a Fernández, la misma noche en la que se enteraron del alejamiento de su compañero decidieron continuar, entre pizzas y cervezas. “La posibilidad de parar nunca existió”, recuerda y plantea que todo se facilitó ya que alguien podía tomar la posta y hacerse cargo del rol.

“Traer alguien de afuera es muy difícil, ya lo notamos cuando tuvimos que buscar bajista, tiempo atrás, y dimos con Damián Magliola, que está re loco, pero se comprometió al toque con todo el proyecto”. Y comenta, al tiempo que suelta alguna risa: “La idea siempre fue seguir, creemos mucho en lo que hacemos, nos gusta, nos parece que está bueno. ¡Hasta la victoria siempre!”.

-Entonces, en la decisión pesaron más las ganas de seguir.

-En lo personal, creo que los demás también confiaron en que yo podía ocupar ese lugar y hacerlo bien. Durante muchos ensayos, mientras Juan esperaba la llegada de su hija, me hice cargo del micrófono, para que tenga onda y no se vuelva algo demasiado formal. Me encanta cantar, claro. También pasó que durante la pre-producción del último disco, Atropello Carregal y la moral de la naturaleza (2014) yo había cantado todas las canciones antes de pasárselas a Juan, así que estaban trabajadas. Creo que todo ese laburo previo fue un colchón, para poder seguir.

LA CUESTIÓN, EXPANDIRSE

Si bien Fernández menciona que el cambio más significativo pasa por las voces (“ahora es más un cantante y coros a los costados”), busca de alguna manera relativizar lo ocurrido. “El hecho de ser un quinteto no nos cambia nada en lo estrictamente musical, alguna pequeña cositas que no me da el cerebro para tocar mientras canto pero nada muy relevante”.

Y explica que en los shows la percusión está tomando más presencia, “algo que se dio naturalmente, porque nos gusta”. Además, reconoce que cuentan con el talento de Mauro Meinardo (percusionista), “a quien le das cualquier cosa y te hace música, tiene una voz muy bella, así que lo estamos haciendo laburar para que cada vez se anime a cantar más”.

NUEVA ERA, VIEJAS MAÑAS

Con la idea de mostrar cómo se planta Atropello de ahora en más, el grupo publicó hace días (literal) una nueva versión de “Chupasangre”, de su último disco, pero esta vez con Fernández al mando. “En realidad, la intención siempre es llenarnos de guita, pero no nos estaría saliendo”, tira, pero recoge el guante y se pone serio: “Queremos que la persona que vea nuestro show, quiera volver a su casa y escucharnos”. Y a modo de anticipo, el músico dice que habrá novedades en materia de canciones, ya que piensan lanzar una renovada versión de “No quiero”.

-Pasaron dos años desde la salida de su último disco, el cual contó con varios invitados, una presentación en La Trastienda, y la posibilidad de girar por varios e interesantes lugares. ¿Cuál es el balance hasta este momento de la obra?

-La verdad, es un disco que nos re cabe, pero que, desde que lo lanzamos, no pudimos meterle la energía que merecía para mostrarlo bien en vivo y hacerlo sonar por todos lados. Después de su publicación, se fue el bajista, algo que nos frenó un poco. Y cuando no todos tiran con una intensidad similar, se entorpece un poco. Creo que lo mejor de Atropello se vio desde la entrada de Damián. De todos modos, me parece que es el álbum con las mejores canciones y el mejor material de la banda hasta ahora, en muchos sentidos. Nos gusta tanto que, de ser posible, tocaríamos más temas, pero tendríamos que hacer siempre una hora y media de recital y no sería posible, a menos que nos caguemos a piñas con managers, bandas, sonidistas y bolicheros. No nos conviene.

*Sábado 5 en BeatFlow, Avenida Córdoba 5509. A las 20.