Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Greg Howe

"Cuando escuché tocar a Van Halen pensé, debe haber algún truco"

Cronista: Fernando Canales | Fotos: Gentileza: Prensa

22 de Agosto, 2016

"Cuando escuché tocar a Van Halen pensé, debe haber algún truco"

El Bondi habló con el guitarrista estadounidense durante la grabación de su próximo nuevo disco y antes de su show en la Trastienda.

Greg Howe atiende la llamada y contesta mientras revuelve el café con la misma sutileza con la que toca las melodías de jazz fusión en su guitarra. El músico que en la década de los ‘80 ingresó a la famosa discográfica Shrapnel Record junto a otros violeros supervirtuosos y que cuenta en su CV ser el encargado de las seis cuerdas en el HIStory World Tour de Michael Jackson, se encuentra grabando su décimo disco. Nosotros interrumpimos ese proceso junto a Pepe Jiménez en batería (Santana) y Roshon Westmoreland  en bajo para repasar su carrera, su amistad con Jason Becker, su fanatismo por Eddie Van Halen y el show del 30 de septiembre en la Trastienda del cual nos adelanta: “No creo que toque canciones nuevas, ya que estoy componiendo y grabando al mismo tiempo, hay una chance, pero no estoy seguro."

-Greg, empezaste a tocar la guitarra cuando eras muy joven, diez años, ¿cómo fue ese primer contacto con el instrumento y qué pasó por tu cabeza la primera vez que escuchaste a Eddie Van Halen?
-Cuando tenía diez no pensaba en otra cosa más que en ser capaz de tocar acordes y poder acompañar con música a mi hermano. Tenía un amigo adolescente que en esa época me enseñó algunos acordes de barra y ese tipo de cosas, que era lo único que me interesaba. Mi amigo se fue y volvió después de un año, vino a casa, nos juntamos a improvisar cada uno con su viola, él tocó una nota, la estiró y fue como “¿qué es eso?, ¿cómo lo hiciste?”, “es una nota estirada” me dijo, y pensé que era lo más cool que había escuchado en mi vida. Y ahí empecé a experimentar con ideas de una sola nota y de pronto caí por accidente en la escala pentatónica. Y a su vez me empecé a sentirme muy cómodo improvisando sobre la música que yo escuchaba. Después con la radio me enteré que existía algo llamado “Guitarra líder” (risas), me empecé a meterme en eso, y me di cuenta de que era bastante fácil para mí tocar casi todo lo que escuchaba. Temas de Jimmy Page, Eric Clapton y algo de Jimi Hendrix, pero más que nada de Page porque era muy famoso en los ‘70. Empecé a aprender sus temas y no eran súper difíciles para mí. Y como no eran un desafío, no tenía que practicar tanto. Pero todo esto fue hasta que Eddie Van Halen apareció en 1978, cuando empecé a escuchar cosas que no tenían sentido en la guitarra, cosas que no había escuchado y que no podía copiar. Y me metí directo en su estilo, porque quería ser el primer chico en poder tocar esas cosas, y pensé “Debe haber algún truco, esto no tiene sentido”(risas).

-En esa época podíamos ver que realmente amabas la música, llegaste a falsificar el documento de tu hermano menor para poder tocar en los clubes. ¿Qué recordás de esa época?
-Mi hermano es dos años más chico que yo y todavía estaba en la secundaria, pero nosotros venimos en un pequeño pueblo donde no hay mucha gente, y no había muchas oportunidades de hacer cosas. Si necesitaba un bajista, tenía que conseguir uno, y si quería un cantante, buscaba a mi hermano porque no había nadie más. Uno de mis alumnos me escuchó tocar canciones de Van Halen sobre el disco, y me dijo “hey vos deberías armar una banda”, “me encantaría pero no hay banda” (risas) y le dije “che vos deberías tocar el bajo, ya que aprendés tan rápido las cosas que te doy en la guitarra, no debería ser difícil” y ahí ya tenía el bajista. Y cuando mi hermano volvió a casa le dije “hey vos deberías ser el cantante”, al principio medio que él no se lo creía porque éramos chicos, pero me dijo que sí. Así fue cómo empezamos y la verdad es que no podíamos esperar para tocar en vivo, y comenzamos a tocar en escuelas, en ferias y en esos mini clubs.

-¿Te acordás qué le mandaste a Mike Varney en aquel demo para entrar en el sello? ¿Qué tan importante fue él en tu vida?
-Bueno, Mike fue muy importante porque con él fue el principio de mi carrera profesional. Y lo que le mandé en el demo no eran ni siquiera canciones, y tampoco esperaba que fuera elegido. El tape tenía tres pistas con buenos grooves de tres acordes donde yo improvisaba encima. No eran canciones, solo oportunidad para que yo pudiera solear. Era algo medio jazzero, no jazzero no, pero tampoco heavy, era algo más…no puedo explicarlo (risas). Había tanto violeros mandando demos que jamás pensé que me fuera a llamar. Pero cuando él me llamó, me dijo “Bueno, si querés hacer un disco conmigo, ahora tenés que aprender a escribir canciones instrumentales”. Nunca había escuchado temas instrumentales en mi vida, entonces Mike me mandó discos de Paul Gilbert, Vinnie Moore y de Tony Macalpine para aprender y dije “estos tipos son asombrosos, tengo aprender a hace esto” porque yo soleaba únicamente en temas cantados. Fue un nuevo concepto que tuve que aprender rápido, porque una vez que firmé, tuve solo dos meses para mandar todo el material.

-En ese tiempo en Shrapnel Records vos compartías la discográfica con otros guitarristas, ya nombraste algunos, Yngwie Malmsteen, Vinnie Moore, Tony Macalpine, Paul Gilbert, Jason Becker. ¿Había competencia, celos, compañerismo, cómo era el trato?
-Siempre fue muy amistosos y respetuoso, todos nos admirábamos entre nosotros, porque cada uno resaltaba en diferentes áreas. Pero es interesante que me preguntes esto porque Marty Friedman y Jason Becker ya habían firmado con Varney, él fue a buscarme al aeropuerto para llevarme al estudio. Y cuando él manejaba por San Francisco mostrándome el barrio, tenía puesto un cassette que lanzaba la guitarra más increíble que había escuchado en mi vida, y le pregunté “¿Quién es ese?” y me dijo “Es Jason Becker, estoy trabajando con él en su nuevo disco, él va a estar en el estudio cuando estés allá”. Y la verdad, medio que me aterré, porque él sonaba tan intenso, que intimidaba. Y por eso pensé que Jason iba a ser una persona intimidante también. Y cuando lo conocí, era la persona más genial, amable y caballerosa del mundo. Todo lo que él quería era tocar la guitarra; todo lo que yo tocaba en la guitarra, Jason decía “¡wow, qué bueno eso!”. Al final terminó siendo una gran experiencia porque todo el tiempo que estuve grabando, él estuvo ahí. Aprendí mucho porque después de las sesiones él me invitaba a zapar y yo veía los increíbles links que hacía y me mostraba algunos de sus trucos. Cada vez que me encontraba con Paul (Gilbert) o con Vinnie (Moore), todo era muy respetuoso y nunca hubo competencia.

-Tuviste la posibilidad de tocar con Michael Jackson, ¿cómo fue tu experiencia con él como persona y como compañero de escenario?
-Como persona era muy tranquilo, así que no tuve tantas chances de estar con él. El único momento que yo realmente veía a Michael era antes del show cuando venía al camarín, y se quedaba ahí por algunos minutos. Era muy callado y muy tranquilo. Hablé con él muy pocas veces, porque yo era el “chico nuevo” y me decía: “Gracias por venir con nosotros”, “bienvenido a bordo”, ¿cómo te sentís?”, “estoy bien, estoy listo” le decía. Pero era muy interesante, porque siendo tan introvertido y tímido, cuando subía al escenario se transformaba en este increíble ser, súper seguro de sí mismo, en una estrella. Y era muy interesante ver eso, como él era lo opuesto en el escenario. El tour fue increíble, todo era lo mejor: los mejores hoteles, la mejor crew, los mejores aviones, la mejor comida; pero la experiencia de tocar con él fue casi irreal, porque era tan increíble verlo haciendo sus movimientos, que a veces me olvidaba que tenía que tocar. Eso es lo genera el mejor performer de todos los tiempos, por eso a veces me decía que me enfocara en lo mío y no en mirar el espectáculo (risas).

-Estás trabajando en un nuevo disco con Pepe Jiménez en batería y Roshon Westmoreland en bajo, ¿qué nos podés adelantar sobre el sonido del disco, el título, la fecha de lanzamiento?
-No estoy seguro sobre la fecha de lanzamiento, pero lo más probable es que esté terminándolo de grabar para el final de septiembre, pero la fecha de lanzamiento sería a fines de 2016. Pero solo si todo está listo, porque tengo una agenda complicada este año. La música está compuesta como si fuera un disco vocal, con ideas vocales, o sea, tendrá mucho más “gancho”. Cuando hice mi disco “Five”(1996), que es uno de mis disco favoritos, no por el sonido, sino porque tiene ese gancho en la canciones. Alguien me dijo que Joe Satriani es tan popular, porque su música es muy melodiosas, y creo que el disco tendrá un poco más de eso, de esa estructura.

-¿El nombre?
-Todavía no lo he decidido (risas).

-¿Cómo te sentís con la etiqueta de “Guitar Hero”?
-Primero que nada, nunca pensé en ser un músico instrumental, no era lo que pensaba, yo quería estar en una banda como Jimmy Page o Van Halen, pero me metí en este mundo, y es interesante que aun hoy en día la gente me siga reconociendo, como “el chico de la guitarra” hablando mal y pronto (risas). No es algo con lo que me lleve muy a gusto (la etiqueta), porque no voy por ahí tratando de ser el mejor guitarrista del mundo, estoy tratando de hacer música cool, pero me gusta que a la gente le guste mi forma de tocar. Hay muchos guitarristas geniales en el mundo que a veces me es raro entender qué es lo que a la gente le gusta tanto.

-Si tuvieras elegir un solo género para tocar en la guitarra, ¿sería neo clásico o fusión?
-Bueno, no me gusta mucho categorizar la música, pero solo hice un disco de neo-clásico, toqué y produje un álbum para un pianista, Vitalij Kuprij y eso fue en los ‘90. Ese disco fue tan exitoso en Japón que me contrataron para hacer un disco neo-clásico, y lo hice porque era un buen “movimiento financiero”, prometía más plata y más shows. El disco se llamó “Ascend”(1999) y fue el único disco que hice con las canciones más complejas que jamás escribí. Pero si mi música se categoriza como fusión, me sentiría más cómodo tocando eso antes que el neo-clásico.

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