Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Fidel

"El reggae que hago no es digerible"

Cronista: Gentileza: Sebastián Barrera | Fotos: Beto Landoni

03 de Diciembre, 2005

"El reggae que hago no es digerible"

En cinco años sacó trece discos, pero lejos de llegar al record de la Mona Jiménez, el ex Todos tus muertos nos habló de la situación del reggae local, su aporte a la música y de su paso por la cumbia villera

“¡Tengo que aprovechar, ahora soy un tipo importante!” -grita Fidel- “ahora todos me quieren hacer entrevistas, ¡pero salgo de acá y nadie me da bola!”. Claro, lo que pasa es que Fidel Nadal no solo estrena su disco nuevo “Trabajo de Hormigas”, en La Trastienda, sino que se incorporó al equipo de Popart, y como un nene con chiche nuevo, le habló a todos los grabadores como si fuera su primera entrevista.

¿Por qué tantos discos en apenas cinco años de carrera solista?

- ¡No tengo televisor y no sé que hacer! Es como el marinero como cuando llega a tierra: al principio está re contento, la segunda noche dice: “che, vamonos”.

Un promedio de tres discos por año

- Te digo que nunca me lo propuse, empecé a hacer canciones y me volví adicto. Cuando quedé como solista, no sabía por donde arrancar y empecé a hacer canciones. En un momento tenia 32, 33 canciones pero, ¿sabés cual era mi preocupación?, que no me entraban en un cd, ¡mirá que loco que estaba!. Cuando vi que no entraba todo en un disco, en vez de sacar un doble, saqué dos discos, y así….

¿Ahora que trabajas con Popart, no te piden que desaceleres un poco?

- Y no, pasa que este es el primer disco en el que trabajo con una discográfica. Antes estaba solo. Las cosas se fueron dando, me costaba sacar los discos, hacer los conciertos, y me recomendaron que hable con una compañía. Llegué a Popart y les entregué el disco, imaginate…yo el master lo tenía terminado, pero ese disco no se lo dejas escuchar ni a tu mamá, por miedo a la copia viste. A las pocas semanas me llaman y me dicen: “Mirá, estuvimos escuchando el disco y queremos que salga ahora”. Y bueno, salió.

¿Qué sería de Fidel Nadal si no hubiera existido Todos tus muertos?

- Que pregunta… “si no hubieras doblado en aquella esquina, ¿que hubiera pasado?, ¿Te pisaría un bondi o hubieras encontrado una fortuna en el piso?” ¡Que pregunta! No sé, no sé. Lo que te puedo decir es que TTM fue mi primera arma como protagonista de la música. Yo siempre estuve adentro de la música, siempre me sentí parte, pero como protagonista fue con TTM allá por el año ochenta y…cuatro, donde empezábamos a hacer un circuito por los bares y demás lugares. Fueron mis primeros valores, y de ahí saqué mucha experiencia y horas de vuelo.

Además te abrió el camino para poder tocar en el exterior

- Y sí, es verdad. Me acuerdo la primera vez que vino Mano Negra a la Argentina que me hice amigo y me fui a cantar con ellos a Europa. Ahí conocí un montón de cosas en el mundo de la música que las conocía de rebote, de lejos, pero no cara a cara y eso me sirvió mucho. También fui a México con ellos por primera vez.

¿Qué pasó cuando volviste?

- Le llené la cabeza a todos: “¡Hay que ir a México, hay que ir acá, hay que ir allá!”, y todos me miraban con cara de, “este está loco”. Es como que vos venís y decís: “Hay que ir” y te dicen, “pero… ¿tenés los pasajes y todo armado?”. “No importa, ¡hay que ir!” Sí, me miraban un poco raro, pero veían que algo de lo que decía, iba. Al final nos terminamos yendo y tuvimos bastante aceptación. Lo bueno es que en México a los músicos argentinos los admiran mucho, y eso facilitó las cosas.

¿Y Fidel Nadal cuando tomó un nombre propio en el exterior?

- Te cuento, fue impresionante. Una vez que fui a México como solista en el 2001 para participar en un festival para unas diez mil personas. Yo salí y la gente cantaba mis temas nuevos. Yo no entendía nada. Al parecer se habían llevado un par de discos, los piratearon y se los pasaron de mano en mano. A mi se me caían las lagrimas.

¿Cómo ves al circuito reggae local?

Creció, se agrandó.

Pero hablando del nivel…

Yo creo que en Sudamérica, Argentina fue uno de los países que mas tardó el reggae en crecer masivamente, en instalarse. Pero de la mano de la gran fuerza underground, de los fanáticos que nos gusta la música, hay como un grupo estable que nunca desapareció y que siempre lo mantiene latente. Además, este último año vinieron grupos como Skatalites, The Wailers y Steel Pulse, que son bandas clásicas que hicieron que la gente vea cara a cara al reggae. Eso sirvió para olerlo un poco más de cerca, para interpretarlo un poco más. Además acá hay un semillero importante, un montón de bandas que están creciendo, que están tocando y aparecen cada vez más; y las bandas que todavía están ensayando y que no vieron la luz. Eso creo que le asegura bastante vida.

¿Creés que tenemos instalada la verdadera esencia del reggae o estamos tirando para un costado más pop?

- La esencia siempre va a estar en su lugar. Yo creo que a medida que la gente empiece a conocer. Mirá, si vos estas buscando una dirección y te estás yendo para otro lado, va a llegar un momento en que algo o alguien te va a decir: “Mirá acá”, “Claro…ves, yo seguí para allá y había que seguir para el otro lado”. Yo creo que se va a volver y se va a ir para el lugar correcto, porque creo que esta música tiene una presencia fuerte y tiene un mensaje. Si bien cualquier persona canta reggae o hay letras que hablan de muchas cosas diferentes, porque no es que el reggae solo esta capitalizado por un grupo de personas que dicen: “se piensa esto y se escribe esto… ¿entendieron?, ahora se van todos y lo hacen”. El reggae se caracteriza por tener letras con un mensaje, un poco sociales para levantar a la personas también. Por ejemplo, ¿quién es el rey del reggae? Bob Marley. Si hablamos de pop, él cantó I gonna love you, pero todo el mundo sabe que él tiene letras que dicen cosas interesantes. Entonces cuando vos te vas acercando al pop, tarde o temprano te vas a enterar de eso y cuando te enteres vas a decir, “aaah, esto se hace así”. Va a llevar un tiempo, no creo que se deforme totalmente y quede en algo pop, no sé, ¿vos decís que sí? Ahora yo te hago la nota. (Ríe)

¿Y qué le aportó Fidel al reggae nacional?

- Quizás el reggae que hago yo no es de lo más pop o lo más digerible. Yo creo que eso pasa porque la gente conoce un poco más eso, lo pop. Un reggae “popeado” va a ser más aceptado por la masa, en cambio si vos le tiras la masa espesa te dicen: “¿Esto que es?”, pero por ahí le das el jugo diluido y es lo que quieren, pero recién se están acercando y están conociendo el gusto. Lo que yo hago no es tan pop, no tiro tanto para ese lado.

¿Creés que la gente se da cuenta de eso?

- Creo que sí se da cuenta, no se van a poner todos en expertos y te van a decir, “mirá, estás un 30 por ciento popeado, un 20 por ciento reggae…”, pero seguro que hay gente que se da cuenta de esto. Yo puedo cantarte un tema pop y no va a sonar pop, porque mi estilo es otro.

No será pop pero hay algunos temas con Pablito Lezcano de Damas Gratis, ¿cómo se explica eso?

- Cuando salió la cumbia villera yo no la había escuchado, me habían dicho que las letras eran “terribles”, me hablaban horrible. A mi la cumbia siempre me había gustado, desde la época de Ricky Maravilla con Que tendrá el petiso, yo lo fui a ver a Riky, ¡a pleno! ”¡Las peleas del siglo, yo las vi en el infierno!” (canta). Me gustaba mucho, pero colgué los guantes, los casettes se guardaron y yo seguí en la mía. Cuando salió todo esto me acorde de esa época.

Situanos, ¿recién empezabas como solista?

Claro, yo justo estaba en la época de mi primer disco, donde quería soltar mis precedentes, poner en claro quien era yo, decir lo que yo quería decir. Pero cuando salió eso dije “¡que contraste!”, me imaginaba lo que yo cantaba en ese momento con la letra esa y flasheaba, porque yo sabia que lo que yo cantaba lo quería escuchar poca gente, y lo otro era lo popular. Entonces pensé: “Imaginate un tema en combinación”, pero me decían que sus letras no tenían sentido, me hablaban de que se le veía la tanga a no sé quién. Nadie me entendía, yo quería fusionar esos dos sonidos y les decía a todos que teníamos que hacer algo con los de la cumbia villera.

¿Y cuándo lo escuchaste?

Flashié. Me puse en campaña y me prestaron un casette compilado de cumbia villera, lo puse, apreté Play y “trum tru trum….floooor de piedra, para todos!” ¡Reggae!, al rato uno grita “¡cumbiaaa!, estaba en la calle tomando ferne con cola!”. ¡Pero empezó como un reggae boludo! Fue lo máximo. Después puse Damas Gratis y tenia un toque diferente de lo que yo conocía de la cumbia, algunos arreglitos de voz, me gustó mucho.

¿Cómo se encontraron?

¿Podes creer que el manager de Damas Gratis también me estaba buscando para hacer algo con Pablito? Me puse a charlar con él y arreglamos la reunión. Nos juntamos, trajo el teclado y nos pusimos a hacer música. Es gracioso porque él siempre está acelerado, “¿qué te parece esto?, ¿y esto?, ¿decime que tal esto?” Y así fue como salió esa combinación…venenosa.

¿Cómo respondió tu gente?

- Tuvo sus retractores: “¡Nooooo…hiciste un carnaval, eso no es reggae, es una vergüenza!”. No me trataron de vendido, pero no lo entendieron. Pero hubo gente que sí les gustó.

¿Llegaron a tocar en vivo?

Sí, fui a algunos conciertos de el, ¡salí en Pasión de Sábado! A partir de eso me hice muy amigo de él. A veces me llamaba, me iba a su casa a las nueve de la noche y volvía a las nueve de la mañana. Era la época en la que él vivía con los viejos y cuando lo visitaban todos sus amigos caía la vieja y decía: “El que no hace buena letra lo hecho a la mier…”, muy gracioso, por que ahí eran todos buenitos. Tomábamos mate y a eso de las seis de la mañana, traía el teclado y nos poníamos a hacer cosas. La verdad que muy divertido todo.
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