"El blues es la transmisión de los sentimientos en estado puro"

Lo que cantan e interpretan nace del corazón. Es así. No se negocia. Encrucijada es una banda visceral y utiliza el blues como medio de expresión. Muddy Watter, Little Walter, Memphis Slim, BB King, Albert King, Eric Clapton, Rod Piazza, Kim Wilson, son algunas de las referencias que citan en el plano internacional. En el ámbito local, mencionan a Pappo, La Mississippi y Memphis. Los clásicos.

Es difícil encasillar lo que hacen, porque respetan el género en todas sus formas y variables. Pero, afirman, si tuvieran que ponerle un mote sería “modern blues”, ya que apuntan a una propuesta bastante amplia. “La escena está creciendo a nivel nacional, pero aún queda mucho por recorrer”, piensa Gustavo “El Señor de los Vientos” Seronello, armonicista del grupo. “Existen muchas bandas buenas, aunque haya varias que no tienen continuidad”, reflexiona, con un halo de melancolía.  

Desde su web, Encrucijada advierte: “Si estás en esta página, es porque despertamos tu interés, y esperamos que haya sido porque te gustó nuestra música”. Con esa picardía criolla, con esa simpatía propia del músico argentino que sabe ganarse al público en parte por su talento y en parte por su carisma, es que se gestó este proyecto, en 2014. Con apenas un año de ruta, el sexteto editó su debut discográfico, Una banda de Blues, un prolijo EP de siete composiciones propias.

-A diferencias de otras bandas, ustedes no incluyeron ningún cover en su primer álbum. ¿Por qué?

-Nos interesaba difundir nuestro propio material, que nos conozcan como un grupo de blues y rock, que tiene su personalidad, y no como una banda de versiones. Los covers son un buen material, pero creemos que son para los shows en vivo, donde la gente necesita escuchar algo conocido entre cosas nuevas. Eso evita la dispersión por no conocer bien las letras y enchufa a la gente.

-¿Está en los planes inmediato grabar un LP?

-Sí. El verano pasado estuvimos trabajando duro en nuevos temas y ya tenemos la letra de diez y la idea general de la música. Hubo tres que ya fueron presentados en nuestros últimos show, y estamos listos para entrar a grabar.

-¿Qué importancia le dan a las jam?

-La verdad es que no somos adictos ellas. Pero sí consideramos que son el auténtico momento de la improvisación. Es un pasatiempo interesante, un espacio que exploraremos a su tiempo como banda.

-En “Esa banda de Blues” proponen “Sonar de corazón”. ¿Qué implicaría esta premisa?

-Básicamente, ser auténticos, decir y tocar lo que realmente sale de adentro, lo que cada uno de los integrantes tiene ganas de decir o contar y poniendo desde su instrumento toda la pasión.

-¿Esto también tiene que ver con lo que afirman en su web: “No hay nada más sentido que el blues”?

-Más que nada, tiene que ver con el origen del género. Pensemos que este ritmo surge en los esclavos afroamericanos, que trabajaban en las plantaciones de algodón. Ellos cantaban realmente sus penas, por eso creemos que el blues es la transmisión de los sentimientos en estado puro.

-Otra cuestión que llama la atención de su página, es que manifiestan: “Creemos que recién hoy estamos en condiciones de hacer blues”. ¿Por qué?

-Como decimos previamente, el blues transmite los sentimientos de las vicisitudes de la vida cotidiana. Por eso, cuanto más experiencia de vida tengas, más cosas para contar tendrás. Creemos que la madurez de los años permiten expresar los sentires desde lo más profundo, al igual que las sensaciones, que solo aparecen con el correr de los años vividos Es solo una manera de ver las cosas.

-¿Se puede pensar al blues sin el boggie?

-Por supuesto. De hecho, existen algunos bluseros muy fundamentalistas que no salen del delta-blues. Nosotros creemos que en el género convergen muchas variantes y ritmos, entre ellos el boogie, que te permite matizar un show y contagiar a la gente las ganas de bailar y descontracturarse. Por ejemplo, nos ha pasado de ir a shows donde, después de 30 minutos de blues clásico y lento, vimos que  mucha gente se sentía invadida por una sensación cansina, que convirtió al espectáculo en un embole. No nos consideramos fundamentalistas del blues, apreciamos lo bueno de cada estilo y lo hacemos como un toque muy personal desde nuestro sentir. Por eso, nuestra propuesta incluye todas las variantes que nos permitan dar un show dinámico y llevadero.

-¿Cuán complicado es desarrollar un proyecto blusero en Argentina?

-Comercialmente, el blues aún no es un género que “venda” mucho, lo que causa un espacio restringido en el circuito comercial. Hay poca difusión, también se suma el abuso de los lugares para tocar, en cuanto a los desembolsos que tienen que hacer las bandas. En resumen: es muy difícil mantener un proyecto como este y hacerlo prosperar.