"El disco es una cachetada dulce"

Full chamba sorprende con su identificada personalidad. Tienen en claro lo que quieren transmitir, hacia donde quieren ir y el sacrificio que eso implica. También saben distenderse aunque todo el proceso de llevar adelante una banda les implique una gran esfuerzo. Al final del día, luego de la rutina laboral, los integrantes encuentran coincidencia en sus horarios para juntarse a hacer lo que más les gusta. “Es difícil vivir de la música pero no nos quejamos. Hacemos canciones porque es parte de nuestra esencia, no podríamos perdonarnos no hacerlo, no nos define que nos paguen o no por ellas”, cuenta el cantante Alfonso Devoto. Y agrega, sobre el nuevo disco del grupo: “Tenemos una confianza zarpada en lo que hacemos y en que Suav le va a gustar a mucha gente”. 

 

-Sí, es difícil, alguien dijo por ahí que la música es el arte de combinar los horarios. Por suerte, tenemos al WhatsApp de nuestro lado. 

 

-En el 2014, hicimos el primer EP trabajando a pleno en las canciones. Dejamos todo en esos seis tracks. Estar de “full chamba” es exactamente eso, estar con mucho laburo. Es una expresión que se usa en Perú, México y algunos otros países. Por otra parte, la combinación del latinaje y lo anglo nos pareció una metáfora perfecta para describir la música que hace la banda. 

 

-A que el disco, en general, tiene un aire relajado en sus músicas, es terso, pero a la vez muy intenso, y líricamente llama en casi todas las canciones a dejar de lado la retórica y elegir moverse siempre. A eso nos referimos cuando decimos que somos la “fuerza suave”, a que la música de Full Chamba suena bonito pero es contundente. Nos gusta decir que el disco es una cachetada dulce, una especie de coscorrón o caricia fuerte. 

 

-Es algo que está muy presente en el día a día de todos y queremos estar ahí. Claudio Vázquez, el bajista de la banda, es quien los dirige, por lo que de algún modo las canciones son su plataforma de expresión audiovisual, su chance de hacer una relectura en imágenes de lo que le sugieren. Y hacer vídeos es otra manera de llegar a la gente, de que escuchen nuestra música y de mostrar nuestro universo estético. 

 

-Queremos llegar a la mayor cantidad de gente posible, así que usamos los videos, las redes sociales y todos los canales posibles para mostrar lo que hacemos. 

 

-¿Cuán detallistas se consideran en el armado de sus canciones? 

-Trabajamos con nuestros productores, Damasco, como verdaderos orfebres de las canciones, nos prendemos fuego con cada detalle. Las composiciones pasan por un proceso muy particular porque nacen en una guitarra acústica y sistemáticamente las corremos de ese lugar, para incorporar lo electrónico. Nos gusta jugar con lo digital y lo analógico todo el tiempo. 

 

-En los shows nos divertimos mucho. Somos muy amigos y eso se transmite. También se nota fuerte que las canciones nos gustan y que disfrutamos de este oficio, que es nuestra pasión hace tantísimos años. 

 

-Fue una experiencia increíble. Si bien el tour fue gestionado por Ese Perro, tuvimos la oportunidad de tocar varias veces como primer acto. Además, Pedro (Devoto, baterista) y Rocco (Aguado, tecladista) son parte de ambos grupos. Somos como bandas hermanas. Nos encantaría grosso volver a hacerlo. 

 

-Sí, la gira fue clave. Los viajes nos inspiran y el tiempo libre nos permite prestarle atención a las canciones que van apareciendo. En general, no se necesita más que esperar a que te dicten la canción desde algún lado que no sabemos bien cuál es, y siempre tener una criolla a mano. 

 

-Estamos ensayando. Por primera vez, haremos muchas de las canciones nuevas. Para nosotros, será un show importante porque el disco está en la calle y hay que empezar a bancarlo. ¡Esperamos hacerlo bien y que el Suav se mueva!