"Nunca tuve que demostrar nada por ser el hijo de Moris"

Antonio. Seguramente sea así como lo conozcan sus afectos más cercanos. Ahí no existe su apellido y ni siquiera se menciona el nombre de su padre; y no porque él reniegue de alguna de las dos cosas, sino porque a las personas no se las etiqueta. Se las valora. Con el lanzamiento de su doble material en simultáneo no busca ser vanguardista, sólo se contenta con el hecho de poder concretar un viejo anhelo. Antonio pretende seguir soñanado y jugando con sus dotes artísticos, cerca de los suyos, lejos del resto.  

-Hace poco, en una entrevista, y hablando sobre tu película Internet Junkie, dijiste que eras una mejor persona sin Internet a mano pero, curiosamente, hoy son muchos los músicos que vuelcan sus expresiones en las distintas plataformas para poder darse a conocer. ¿Cómo se hace para alimentar la creatividad con la web y no morir en el intento? 
-Bueno, no es tan dramático el asunto. Se puede llegar a un buen equilibrio, no siempre lo logro pero entiendo que internet no es buena, o mala, en sí misma. Lo que seguro no es, es neutral. Promociono lo que hago pero muchas veces me dan ganas de no ocuparme de nada más que de la musica. Oscilo entre ambas cosas.

-Decís que los dos discos que estás por lanzar en simultáneo no son complementarios, sino que se trata de dos ideas diferentes que lo único que comparten es formato. ¿Qué buscabas cuándo pensaste esta idea, en qué pensabas?
-Pensaba en la diversidad de la musica, en las posibilidades enormes que tienen las canciones. Hay una manera de terminar una cancion pero hay muchas otras posibles. Me gustaba la idea de avanzar con dos discos en simultáneo, como dos mundos distintos con los que convivimos (yo y las personas involucradas en la producción) durante un año y medio, o más. Era una idea que tenia hace muchisimo, desde el 2000 apróximadamente y que recien ahora la pude llevar a cabo.

-Sos una persona artística. La bio que aparece en tu página web deja en claro que, en esencia, sos músico y que la actuación es algo que fluye en tu vida en forma paralela a pesar de haber interpretado roles que te valieron buenas críticas. ¿Dudaste alguna vez sobre qué camino recorrer con mayor intensidad?
-Las dudas están en el camino todo el tiempo y son parte del mismo. No me preocupan las dudas, al revés, me alimentan y me hacen seguir buscando otras cosas. Tengo claro que, por ahora, todo lo que hago me interesa. Hice muchas cosas y es probable que siga haciendo muchas cosas mas. Cuando no me interesen seguramente dejare de hacerlas. 

-Te ganaste un nombre y sos respetado por tus pares, pero muchos te conocieron, durante bastante tiempo, como el hijo de Moris. ¿Cómo fue convivir con la presencia de uno de los fundadores del rock nacional? ¿Tuviste alguna vez la necesidad de demostrar que eras Antonio y no Mauricio, ó se dio en forma natural? 
-Jamás fue un peso, al contrario. Por como es mi familia, y nuestra relacion, nunca senti que tenía que demostrar algo por ser el hijo de mi padre. Hay personas que valoran lo que hago, otras que no, algunas que nunca van a escuchar un disco mio pero eso es así, es parte del asunto; yo tampoco escucho los discos de todo el mundo, la valoración está en otro lado, un poco más en privado y en estados más puros.

-“Somos un país de cagones y temerosos”, sostuviste en una charla para referirte al modo de vida de los argentinos en el que nos mostrábamos un poco reacios a la presencia de figuras de autoridad en la sociedad. ¿Seguís pensando igual? ¿Creés cierto eso de confundir libertad con libertinaje? 
-Lo veo todos los dias en la calle, no nos metemos en nada que no nos afecte en forma directa. No tiene nada que ver con la libertad, pero sí no con el compromiso y con el cuidado del otro. Nos falta mucho pero no todo está perdido.

-¿Cómo sigue este proyecto de “Los dos discos” a lo largo del año? 
-¡Tocándolos! En julio, seguramente, haremos una presentacion grande en Buenos Aires y mi deseo es poder tocarlos en vivo con la banda lo máximo posible. En eso estamos.