"El músico cordobés cambió su forma de pensar, ahora es más profesional"

“Nosotros queremos llevar nuestra música a todos los lugares posibles”, afirma Eduardo Coiset, el experimentado baterista de Trebolares, grupo oriundo de Córdoba que esta noche se presentará en Marquee, reducto clásico del circuito porteño. “Buenos Aires es una parada obligada para cualquier banda del interior debido al gran público rockero que posee”, analiza. Además, concluye: “Obviamente que siempre corres el riesgo de encontrar gente a la que no le guste lo que haces, pero no por eso la experiencia debería ser negativa. Todo es un aprendizaje”.  

-Antes de desembarcar en Capital Federal, vienen de presentarse en la última edición del Cosquín Rock, en el cual, además de ser locales, cerraron el escenario Hangar Rock.

-Es un evento muy grande y haber participado fue una experiencia muy importante para la banda. Fue un show sumamente intenso. Hubo mucha fuerza, potencia y creo que se notó que dejamos todo arriba del escenario. Hubo mucha gente apoyándonos y tuvimos muy buenas críticas de parte de los medios que se acercaron. Sin embargo, eso no significa que no haya cosas para mejorar. En realidad, la banda está permanentemente ajustando y puliendo detalles en los ensayos para que el sonido sea cada vez más contundente.

-En la actualidad, ¿qué está pasando musicalmente en Córdoba?

-Hay una gran movida, con muchísimas bandas que actualmente se producen de manera muy profesional, con muy buen nivel, y muchas de ellas con varios discos en la calle. El músico cordobés cambio mucho su forma de pensar en los últimos años y comenzó a mirar un poco como hacen las cosas las bandas grandes.

-Para la publicación de Entre el sol y las espinas, su último trabajo discográfico, realizaron un rockumental (puede verse en Youtube). ¿Cómo surge la idea?

-Nació prácticamente en paralelo a la producción del disco, y se hizo durante varios meses, en los cuales almacenamos gran cantidad de material. Esto nos permitió hacer una buena selección de lo que queríamos mostrar. Fue algo muy enriquecedor, todo un aprendizaje, ya que ninguno había hecho nada parecido antes.

-En el documental, el guitarrista Ignacio Bevacqua mencionó que, previo a la salida del disco, había una mezcla de sensaciones, de ansiedad. Con el álbum en la calle, ¿cómo lo viven?

-Las sensaciones siempre están, sólo que van mutando o cambiando de dirección. Antes estábamos ansiosos por su salida; luego por el recibimiento de la gente y de los medios; y finalmente por empezar a mostrarlo y a hacerlo sonar en todos los shows que pudiéramos. En realidad, nos hemos dado cuenta que esa mezcla de la que habla Ignacio se ha transformado en algo permanente en la vida de la banda, ya que siempre estamos pensando cosas nuevas para hacer, temas para componer, lugares donde tocar y todo eso hacer que la rueda nunca deje de girar.

-Otra de las cuestiones que ahí reflejan es el protagonismo del productor, Gustavo Tarnavasio, a quien describieron como un tutor, casi como un integrante más.

-Él es una persona con la que uno nunca deja de sorprenderse, por todo lo que tiene para enseñar. Tiene una sensibilidad muy particular para la música y entiende a la perfección qué queremos y hacia dónde pretendemos ir. Una de las cosas más importantes que nos ha dado es la posibilidad de que cada uno de nosotros potencie al máximo sus virtudes y talentos. Ha sabido captar lo mejor de cada uno y llevarlo a otro nivel. Es por eso que todos consideramos su trabajo como algo esencial en Trebolares.

-El grupo pasó por varias formaciones, que indefectiblemente afectaron el sonido y espíritu del conjunto.

-En realidad las formaciones anteriores fueron diferentes a lo que hacemos actualmente en Trebolares. No sabríamos con exactitud si los viejos proyectos tuvieron o no algún tipo de incidencia en lo que hacemos actualmente.

-¿Cómo definirían este presente?

-En la actualidad somos una banda de rock que tiene un sonido potente con raíces en el grunge y en el punk, con letras que transmiten un mensaje claro. Nos gusta pensar que la banda puede ser para la gente como una puerta o un umbral a cruzar hacia algo más importante. Mucho de nuestro público se ha sentido identificado con nuestro mensaje y nos lo han hecho saber. Y eso algo que para nosotros no tiene precio.

*Sábado 26 en Marquee Session Bar, Scalabrini Ortiz 666. A las 23.