"Nunca nos obsesionamos por ser populares"

En La Rueda de Orfeo no hay tiempo para andar con vueltas, ellos lo saben y así lo exponen. Desde su propuesta, un rock pesado, crudo y sincero, este cuarteto oriundo de Comodoro Rivadavia (Chubut) lleva 17 años acumulando kilómetros de carretera. Su último disco, Es Natural, conforma un retrato de lo que este grupo intenta transmitir, tanto arriba como abajo del escenario: se trata de un cálido proyecto, de amigos que se juntan a interpretar música.

“En los comienzo uno sueña con esas cosas, de poder pegarla con algún disco y dedicarse plenamente a la música. En este sueño se incluye el traslado a centros de exposición, de medios más grandes”, afirma el baterista Daniel Barbir sobre lo que implica abocarse de lleno  a este tipo de empresa. “El músico, en su interior, siempre sueña con ser popular, pero nunca ha sido una obsesión para nosotros”, concede y agrega: “Desde hace tiempo disfrutamos de juntarnos a ensayar, crear nuevas canciones y mostrarlas, más allá de la repercusión que tengan”.

-¿Cómo es y cuánto cuesta desarrollar un proyecto como el de ustedes en Comodoro Rivadavia?

-Desde nuestros comienzos, se tornó muy complicado el tema de las presentaciones en vivo, ya que hemos nacido en una localidad con muy pocos espacios destinados al estilo que realizamos. De hecho, fuimos nosotros quienes le propusimos al dueño de un puticlub que abriera su lugar para recitales de rock. Hoy en día es el pub por excelencia para las presentaciones. También es cierto que la cantidad de bandas fue aumentando y este crecimiento no fue acompañado en infraestructura, lo que tornó todo un poco más complicado. Creemos que el Municipio ha trabajado mucho en estos años tratando de buscar espacios donde el arte tenga su asidero, pero el crecimiento poblacional en nuestra ciudad (principalmente por el auge del petróleo) hace chico cada espacio disponible.

-Musicalmente, ¿qué está aconteciendo allá?

-Hay representantes de todos los géneros. Realmente el movimiento cultural en Comodoro es muy importante. En el último aniversario de la ciudad muchas bandas tuvieron su espacio para poder mostrarse ante su público. Participaron grupos de folclore, cumbia, tango, heavy, etc. Rebobinando, creo que lo que nos inquieta siempre es el tema de los espacio, porque cantidad y calidad hay de sobra.

-No obstante, ¿qué recuerdos tienen de los primeros años, recitales, giras?

-Hemos tenido la posibilidad de tocar con León Gieco, Ataque 77, Cabezones, Kapanga, Las Pelotas, Pier, y con muchísimas bandas amigas de Santa Cruz. Tuvimos recitales multitudinarios (como teloneros de La Renga) y otros para 10 personas. Hoy en día, nos invitan a distintos eventos y fiestas provinciales que, por razones laborales y organización familiar, no podemos estar. Pero eso habla de las relaciones y de la huella que hemos sabido dejar en cada presentación. Realmente hemos tenido la fortuna de realizar amistades perdurables en el tiempo. Fuimos creciendo en todo, personal y musicalmente.

-En lo que respecta al disco que está presentando, ¿a qué se debió el tiempo que pasó entre éste y Huellas (2009)? 

-La grabación la iniciamos con una formación, la cual se fue alterando durante el transcurso del trabajo. Este fue el principal contratiempo. Comenzó un cantante y un bajista. Luego, tras el alejamiento de ambos, un amigo bajista regrabó algunos temas pero finalmente fue Ariel (actual cantante y bajista) quien puso los acordes finales. También hubo que grabar nuevamente las voces y algunas guitarras, ya que el cantante anterior hacía la segunda viola. Esto, sumado a los tiempos personales y de quien nos grabó (Gerardo Alcoba, uno de los mejores sonidistas de la región), generó una demora que se extendió por más de un año. Creemos que los contratiempos señalados se desvanecen cada vez que escuchamos el resultado final

-A diferencia de otras bandas, ustedes apostaron un por un disco extenso, de 14 canciones.

-Es que había composiciones que eran de hace muchos años, de un demo, y otras que eran nuevas, que no estaban registradas, que se merecían un lugar. Unimos las dos partes y quedó un álbum extenso. Es una obra que te va llevando por distintos lugares, paisajes y sentimientos. Que sea extenso no le ha quitado calidad.  

-¿Con cuánto tiempo de antelación prepararon en Tour Es Natural?

-Cada viaje se planea con bastante premura, ya que hay que organizarse laboral y familiarmente. Elegimos los fines de largos porque nuestra ciudad se encuentra alejada de las grandes urbes y el tiempo para el traslado también es todo un tema. Desde hace un par de años, los movimientos los hacemos en avión, para aprovechar al máximo el tiempo que nos toca estar en cada lugar. Los costos los absorbemos nosotros, por lo tanto también entra el cálculo del gasto de las tarjetas de crédito (risas). En esta oportunidad nos encontramos trabajando con una productora que nos ha realizado la logística de la gira. Este contacto se hizo con tiempo. La verdad es que es bastante trabajo para que todo se amalgame, ¡pero esto también es rock!

-La Rueda se ha caracterizado por los múltiples cambios de formación. Si tuvieran que hacer un análisis, ¿cuál es el estado actual?

-Por supuesto que estamos en el mejor momento de la banda, consolidados tanto en lo musical como en lo afectivo. Disfrutamos como nunca de juntarnos a ensayar, y desde hace unos tres años que realizamos estas mini giras, con todo lo que ello implica. También volvimos a componer (algo en lo que nos habíamos estancado hace un tiempo). Compartimos momentos entre nosotros pero también se sumo la familia de cada integrante. La banda está más abierta y receptiva.

-No les falta mucho para celebrar los 20 años de carrera. ¿Cómo esperan tal acontecimiento?

-Me veo llegando más viejo (risas). Creo que esta amistad se profundiza ensayo a ensayo y recital tras recital. Veo a la banda disfrutando de lo que nos gusta hacer: compartir momentos y tocar rock. No tenemos más aspiraciones que pasarla bien, hacer música y compartir momentos gratos con nuestros colegas. Creo que de esa manera llegaremos, tocando y cultivando la amistad.

-En un futuro, ¿cómo les gustaría que ser recordados?

-Como una banda que te pudo o no gustar, pero que siempre trabajó en serio, lo más profesional posible dentro de su amateurismo. Que fue una banda de amigos, de verdad, que se juntaban regularmente a hacer música, que a veces les salía mejor y otras no tanto, pero que en el escenario dejaban todo. Respetuosos con el público y con sus pares. Respetuosos, solidarios y tolerantes entre ellos. Dedicados en cada emprendimiento, sea un recital, un soporte o la grabación de un disco. Mantenerte en vigencia después de 17 años no es poca cosa. Celebramos nuestra amistad en cada presentación, grabación, reportaje, ensayo, en cada momento que nos reúne. Celebramos nuestra pasión por la música, nuestra pasión por el rock.

*Viernes 25 en Mitos Argentinos, Humberto 1º 489. A las 00. 

*Sábado 26  en Mvseo Rock, Avenida Rivadavia 11021. A las21.