"Quizás el presente del país me inspire a ladrar un poco"

Un apellido común y compuesto le da nombre a una banda particular. Nacidos hace casi 12 años, Los Peréz García sacaron a la luz seis obras en lo que va de su historia. No conformes con eso, van por un disco más para este año. Firme con sus compañeros que desde los inicios le permiten volcar sus ideas, Beto Olguín dice haber asimilado los errores para tomarlos como parte del aprendizaje: “Ojalá haya aprendido algo. El tiempo seguramente te da cierto oficio. Equivocarme lo voy a hacer siempre, solo que con el tiempo aprendés a hacerlo menos. A administrar y optimizar lo que tenés”.

Contento también porque de la galera siguen saliendo canciones que le dan a la banda la tranquilidad de que todo sigue rodando, la voz cantante compara la composición de las canciones con las tortugas marinas. “Con las canciones pasa lo mismo que las tortugas marinas: Nacen en la playa, salen de los huevos y corren de la arena hacia el mar. Algunas llegan y otras no. Nosotros estamos ahora en la etapa de romper los huevos”, asegura Beto.

-En sus canciones suelen tocar temáticas amorosas, anécdotas, festejos, algo de fútbol, pero no se meten de lleno con la política. ¿Por qué?

-En algunas canciones, aunque no de forma muy explícita, existen sensaciones o miradas de los estados de ánimo que generan los momentos atravesados por el país. Siempre valoré a la gente que escribe con contenido político y lo hace muy bien. En una de esas este presente de país me inspire a ladrar un poco.

-¿Se puede mezclar la política y la música?

-Poder se puede. De hecho hay algunos músicos muy admirados que han tenido una fuerte posición política a lo largo de su vida y su obra artística. Son ejemplos de ello Bob Marley, Bob Dylan, Mercedes Sosa, León Gieco, The Clash, entre otros. La política forma parte de la vida cotidiana. Hasta el hecho de no abordar temas políticos es una decisión política.

-Gustavo Cerati contó que cuando componía, si a la mujer con la que estaba en ese momento de su vida le gustaba el formato final del tema, sabía que esa canción sería éxito ¿Hay alguna mujer que escuche y apruebe tus composiciones antes de que se conviertan en la canción final?

-Es cierto que tu compañera suele ser la primera que escucha la canción o los primeros borradores. Es la creación en su versión doméstica. Es el origen de la canción. Me pasó y me sigue pasando. Pero de todas maneras el primer filtro es uno mismo. El aliento en tu casa puede ser importante, pero la suerte de los temas lo dictan los ensayos, o con tus compañeros o en la sala con el productor. Mejor aún, con el público cuanto toma contacto con ellos por primera vez. Nunca me bajaron una canción en la cocina.

-¿El tema “Doble Carolina”, del disco La mesa está servida (2011), está dedicado a alguna mujer en especial?

-Siento decir que el disparador de esa canción fue una caja de arroz. La caja decía justamente eso, y de ahí empecé a jugar con la idea de una mujer de dos caras, villana y heroína. El rock está lleno de “Carolinas”, pero faltaba la nuestra, la doble. Si en algún verso o estrofa el recuerdo de alguna chica que conocí me sirvió de inspiración, no lo recuerdo muy bien…

-¿Alguna vez pensaste en tener un proyecto solista?

-Nunca lo pensé ni lo volvería a pensar. La verdad es que no tendría mucho sentido. En la banda estoy bien y es ahí donde vuelco todas canciones e ideas sin ningún tipo de problemas. Si alguna vez hago otra cosa junto a otros músicos será por diversión. Además, no puedo ser solista. Beto Olguín es nombre de jugador de fútbol.

-¿Cómo es tu relación con el “Pity” Alvarez?

-La primera vez que lo ví fue hace varios años y le dije que me gustaba Viejas Locas y la canción “Legalícenla”. Fue apenas un rato, muy rico todo. Es una buena persona con un gran talento. Es de una especie que desaparece y que debemos disfrutarlo. Cada vez que lo veo me da alegría y nos hizo el inmenso honor de participar en “Festejar”, de nuestro último disco. ¡Viva Pity!

-¿Está en camino un nuevo material?

-Seguramente este año grabemos el sucesor de No se lo cuentes a nadie (2014). Por suerte siguen saliendo canciones nuevas. Eso es saludable y te da la pauta de que la cosa está viva y todo sigue avanzando.

*Sábado 20 en la segunda jornada del Baradero Rock.