"Transmitimos los valores del barrio"

El año pasado salieron en la presentación de Fútbol Permitido (por la Tevé Pública), luego fueron elegidos como la banda revelación por el Sí! de Clarín. No obstante, su logro más reciente fue la consagración del Rockea BA 2015. Revanchistas, sin desearlo, parace cerrar la grieta. “Antes nos decían ‘K‘, después fuimos cómplices de Magnetto (CEO del monopolio mediático)”, confiesa Fercho Bertuccio, cantante del grupo. Y agrega: “Nosotros no mostramos ninguna ideología, pero no por tibios, sino porque yo quiero que la gente se lleve música, un mensaje copado y no un lavado de cerebro.”

-La pregunta obvio, ¿pensaban ganar el certamen?

-No, porque en esta clase de concursos, donde los jurados son músicos, siempre se buscan a las bandas más raras, las que hablan de las milanesas, las que propone algo nuevo. Y Revanchistas hace rocanrol, no inventó nada. Nos gusta AC/DC, los Stone, vamos por ahí, por el lado del rock barrial, algo que en muchos medios es mala palabra.

-¿Qué implica pertenecer a ese género?

-Generalmente se lo asume como algo medio cabeza, pero nosotros lo tomamos por otro lado. Este año tocamos 32 veces y lo hicimos por varios lados, salimos por los barrios a buscar gente, cuando muchos hacen, unicamente, píe en Capital. El laburo es lo más fuerte que tenemos. De hecho, eso fue lo que hizo que una productora se acerque y nos ofrezca ayuda para encarar la fecha del Vorterix.

-¿Cuánto de espontaneo tuvo la idea de tocar en Colegiales?

-Todo. Una semana antes de la final del Rockea BA, en octubre, fuimos por una nota a la Rock & Pop. A la salida, como andábamos con hambre, pasamos por el McDonald‘s que está en Lacroze y Álvarez Thomas, el que está en frente del Vorterix. Ahí fue cuando nos sacamos una foto y la subimos, diciendo: “Algún día”. Para cerrar el año, teníamos pensado hacer otro Roxy (el anterior fue en abril), pero todo cambió cuando ganamos el concurso. Ese fue el impulso necesario.

-¿Habían pensado en otra posibilidad?

-Nos habían sugerido La Trastienda, pero no nos cerraba. No es que tengamos algo en contra el lugar, pero se nos hacía muy tranquila, no daba con nuestro target. Tenemos un público muy rockero.

-¿Cuánto suele ocurrir eso, tomar decisiones de manera impulsiva?

-Yo tengo una teoría: la persona es como un barco, donde hay un ancla (la cabeza) y un timón (el corazón). Nosotros estamos más cercanos al timón. Sin embargo, el ancla lo vamos a buscar en el próximo disco.

-La de Colegiales será la fecha 33 del año, prácticamente un torneo largo.

-Fue un año intenso, en donde ganamos mucho rodaje. Nos pasó de llegar a los ensayos y preguntarnos si hacer tal o cual tema, por la cantidad de veces que lo habíamos interpretados. No obstante, esa fue la gran ventaja que tuvimos en el Rockea. Tocar mucho nos sacó la tensión de tener que mostrarnos, fuimos a disfrutarlo. En Revanchistas vos dejas todo y la gente te lo devuelve, es un circulo. Nuestro público nos empuja, es como contar con un jugador más.

-La cuestión del público no es menor, puesto que la banda posee una gran conexión.

-Hay cosas que, mientras sea posible, no queremos perder. Por ejemplo, cuando fuimos a tocar a J.C. Paz viajamos en el mismo micro que la gente. Me choca la pose de estrella, donde dicen: “Yo soy el músico y ustedes el público”. Esa postura, que usan mucho para lavantar minitas, no me va. Nosotros estamos del lado de la gente. En el ambiente hay mucha rivalidad y estupideces. Si vos a un pibe de 12 le inculcas que si escucha Revanchistas no puede escuchar tal banda, sos un estúpido 

-¿Pero esa crispación de dónde nace?

-De los artistas, aunque hay algunos que lo generan y otros que no lo paran. Me ha pasado, en la adolescencia, de seguir bandas y confrontar con los nuevos, solo por el hecho de que el grupo estaba creciendo. Nosotros no lo permitimos, le abrimos la puerta a todos. Me llena cuando me entero que el mensaje llega a los pibes. En uno de nuestros primero recitales, había personas que se dedicaron a insultar a otra banda. En ese momento, agarré el micrófono y les dije: “Loco, acá se viene a cantar por Revanchistas; el que quiera bardear otro, ahí tiene la puerta y se puede tomar el palo”. Nosotros priorizamos el grupo humano. Somos una banda de barrio porque transmitimos sus valores, los de antes. Está bueno que se respete la diversidad, y que cada uno ocupe su lugar. Nosotros somos genuinos, hacemos lo que nos gusta. En cambio, hay quienes se viven acomodando a lo que pasa o deja de pasar. Soy muy crítico de algunas bandas, y se que me voy a ganar el odio de algunos, pero hay muchos que quieren que los invite a tocar y no se mueven. La buena o la mala fama te la ganas. Y si me preguntan por qué llegamos a Vorterix, es porque nos rompimos el culo.

-Y además de todo, están trabajando en su tercer disco, el sucesor de De Sangre Caliente (2015).

-Está en la pre producción (NdlR: El premio del Rockea es la producción del álbum). Es raro, porque no pudimos despedir o hacer el duelo del anterior.

-¿Tuvieron la oportunidad de tomarse el tiempo para definir por dónde irá lo nuevo o quedó material de lo anterior?

No quedo nada. Ya tenemos diez temas nuevos. También pasa que en muy poco tiempo (el segundo disco salió en abril) la gente asimiló los temas, es raro que pase. También influyó la pre y la producción que hicimos, donde cada tema tiene un por qué sí. Las canciones que elegimos para el EP que estamos por sacar están buenísimas, que no entran en un disco porque son muy largo o en el vivo cansarían y nosotros en el disco queremos meter lo que vayamos a interpretar en el escenario. La idea, para el tercer disco, es no arrebatarnos, sino pensarlo.

-¿Siempre lo encaran así, en pos del vivo?

-Es que Revanchistas es eso, el vivo. Cuando venís a vernos, no sabes en quién fijar la atención porque todos nos estamos moviendo. En otra banda eso no pasa, donde todos los integrantes tenga su lugar. Somos eso, un grupo.

*Domingo 27 en el Teatro Vorterix, Lacroze y Álvarez Thomas. A las 20.