"Nos gustan los públicos salvajes"

-Increíblemente pasaron tres años (¡!) entre Noita, su disco más reciente, y Manala (2012), el anterior. ¿Qué sucedió para que haya tantos años de distancia entre un disco y el otro?

-Bueno, primero que nada, estuvimos gira por todo el mundo: hicimos shows por el norte de Europa (incluidos varios festivales) y Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda y China. Al mismo tiempo, íbamos escribiendo las canciones para Noita.

-En 2012, luego de la salida de Manala, el violinista Tuomas Rounakari te definió como alguien que “no puede vivir sin componer”. ¿A qué responde esta necesidad constante de crear?

-La composición es para nosotros una forma natural de expresar nuestros sentimientos. Amamos tocar y es por eso que lo hacemos constantemente. Las ideas surgen constantemente, y sino las grabas, te siguen molestando todo el tiempo.

-En relación a la pregunta anterior, hace un par de años manifestaste que“si podés mantener todas las puertas de tu mente abiertas y escuchar a tus instintos más íntimos, entonces sos capaz de escribir lo que realmente quieras”.

-Eso quiere decir que nadie tiene que aferrarse a nada y empezar a repetir algo. Es mejor no escuchar a los que quieren decirte que hacer, si lo sentís, hazlo. Que los demás opinen lo que quieran.

-Mencionaste que disfrutas de los públicos salvajes. Habiendo tocado en nuestro país, como espectadores, ¿cómo definirías al argentino?

-La gente ahí es muestra su sentimiento de una forma muy entusiasta y hace un sonido del carajo en los conciertos. Supongo que cualquier banda de rock disfruta de espectadores como estos, salvajes.

-Para el recital de Vorterix, teniendo en cuenta la extensa discográfia que poseen, ¿cómo definen el setlist?

-Cada vez se complica más, ya que disfrutamos de incluir canciones viejas. Sin embargo, también tocaremos las composiciones nuevas (ocuparán un tercio de la lista), porque queremos comprobar el feedback con el público.