La Mancha de Rolando
No hay quita-Mancha que salve a Obras
14 de Noviembre, 2005
A pocos días de presentarse en Obras, el Conde de La mancha de Rolando nos contó cómo viven la furia del éxito y como va a ser el show en el Templo del rock
Pasaron catorce años desde que La Mancha de Rolando se calzó por primera vez una guitarra y salió a los escenarios de su Avellaneda natal. Hoy, siete discos más tarde, se preparan para debutar en el templo de nuestro rock: Obras Sanitarias. Sentado en un banco de La Trastienda, el Conde –tecladista de la banda-, terminaba una entrevista y pasaba a otra. El calor molestaba y los vasos con agua pasaban como cerveza. Cuando nos llegó el turno, él saludó, tomó aire y empezaron las preguntas: REC…
¿Qué significa para la banda tocar en Obras?
Es nuestro primer Obras, así que imaginate que estamos sacados, no entendemos nada, la semana pasada fuimos a ver a Deep Purple y ahora nos toca a nosotros estar ahí.
¿Cómo se preparan para un show de este tamaño? ¿Piensan tener invitados?
Y… ensayando mucho. En realidad no nos preparamos de distinta manera que en otros shows, pero lo que pasa es que en Obras vamos a poner un poco mas de escenografía: una pantalla donde proyectamos algunas cosas. Vamos a hacer un show un poco más completo de lo que veníamos haciendo en otros lugares. Lo que sí, estamos ensayando mucho, porque vamos a tocar como treinta temas y hay algunos que no los tocamos hace mil años. Invitados tenemos, pero todo depende de que no toquen ese día. No quiero decir nada por que no hay nada confirmado todavía.
¿Cuál es el criterio para armar una lista de tema?
Opinamos entre todos, tenemos un pedazo de corcho donde ponemos los nombres con alfileres y vamos sacando y poniendo. Tratamos de que el público no se aburra en ningún momento.
¿Cuándo te enteraste que tocaban en Obras?
Hace dos meses, me llamaron y me dijeron: “Che, el 18 de noviembre tocamos en obras”, lo primero que pregunte fue con quien, cuando nos dijeron que salimos solos me quedé duro. Fue un flash, no lo puedo creer todavía.
¿Está el miedo de no llenarlo, que suene mal o que algo ande mal?
Más que miedo, ansiedad. Si hay 200 personas la vamos a pasar bien igual, nosotros por lo menos, obviamente espero que vaya gente por que estamos preparándonos con todo.
Como se decide tocar en Obras, ¿cuándo dijeron “tenemos gente para llenar un obras”?
En realidad nos estamos tirando a la pileta para ver que pasa. El año pasado llevamos 1800 personas al teatro, y para Obras es el doble, pero dijimos: “Y bueno, hace un año que no tocamos en capital, vayamos a Obras”.
¿Más por el gusto personal o entra el marketing en juego?
No, nosotros somos cero marketineros, ¡si no hubiéramos vendido mas discos!. No tenemos idea del marketing ni nada de eso, simplemente nos movemos por gustos propios.
¿Pero no temen convertirse en una banda hitera?
Mmmm….no, pero sabes lo que pasa, te pongo como ejemplo a nuestro mayor orgullo que es Arde la ciudad, el tema se convirtió en hit, y la canción no nace siendo un hit, se hace, y el tema habla de cosas muy importantes. Que la gente se haya prendido a un mensaje como ese, nosotros estamos hiper-felices. A parte, nosotros terminamos de grabar el disco nuevo hace dos meses, si hay algún hit en ese disco, encuéntrenlo porque nosotros no lo vimos.
¿Se nota la diferencia arriba del escenario entre el viejo público y el nuevo?
Nosotros no la notamos mucho, obviamente cuando tocas un tema nuevo al lado de un tema viejo, la gente salta más, pero no hay quilombo. Por ahí los pibes dicen: “Eeeh, ¿vos que venís y saltas?, si vos solo venís por Calavera”, pero no pasa nada, los pibes se llevan bien. Yo creo que todos tiramos para el mismo lado, tanto los músicos como los pibes, para que la mancha sea cada vez mejor. La gente lo considera como un triunfo de ellos también, cosa que es verdad, porque gracias a ellos llegamos a donde llegamos.
Después de Viajes y Juego de locos se sintió el crecimiento de la banda, ¿cómo fue en lo personal?
Crecimos a lo ancho…¡estamos todos mas gordos! Crecimos de edad, por lo tanto nos pusimos un poco más maduros, por suerte no más solemnes ni más serios.
¿Y musicalmente?
Mucho, pero yo vi ese crecimiento en todos los discos de la Mancha. Siempre el crecimiento fue lento pero con pasos firmes, fue creciendo sin apurar ninguna decisión, ni haciendo algo para llegar a algún lado. Quizás ahora con el disco nuevo digan “como puede ser que hagan un disco así que no tiene ni un hit”, pero a nosotros nos encantó.
¿Cómo es el disco nuevo?
Es muy combativo, el sonido es más crudo, más rockero. Los temas son una mezcla de estilos, pero tirando más a los extremos: el rockanroll es al palo por ejemplo, ah…y hay tema punk, cosa que nosotros jamás hicimos un tema punk.
¿Cómo salió la idea para que en La mancha de rolando haya un tema punk?
En realidad no era un punk, probamos un tema y dijimos, “che, vamos a probarlo un poco más rápido?…¿y un poquito más rápido?” y nos fuimos copando hasta que salió el ¡he ho…lets go! de adentro. Pero está buenísimo el riesgo de hacer un tema punk. Es más, hubo una frase del productor que nos morimos de la risa –Alvaro Villalba-: terminamos de tocar el punk y le preguntamos como quedo y dijo: “2 minutos al lado de ustedes son Queen”, o sea que habíamos tocado cualquier cosa, pero después lo pulimos hasta que salió.
¿Alguna vez molestaron las comparaciones con el sonido de La Renga?
La verdad que no, somos amigos, aparte Chizo –vocalista de La Renga- vino como invitado y cantó en un disco de La Mancha. Si las comparaciones eran con los Pibes Chorros bueno, pero con La Renga nunca hubo ningún problema. Igualmente los sonidos se fueron distanciando de una banda con la otra, o nosotros fuimos formando una personalidad más definida por ahí. Quizás al principio sí, por la voz del negro, pero después las canciones son otras y el mensaje es otro. Además tiramos para el mismo lado, ya que estamos viviendo las mismas cosas, somos contemporáneos de las mismas cosas y nos molestan las mismas cosas.
Volviendo a los shows de la banda, ¿cuál fue el mejor y el peor show que tuvieron que realizar?
Es más fácil de acordarse del peor porque son pocos. Nos divertimos mucho en los shows, por ahí hay shows que son un desastre pero nosotros nos cagamos de la risa. Ahora que me acuerdo, hubo un show en Padua… (Ríe), fue desastroso, no sonaba nada y encima se nos cayó una columna de sonido. Generalmente tiene que ver por el sonido, no por el sonidista que es un genio, pero a veces llegamos a lugares que nos dicen que vamos a tener una consola de 32 canales y llegamos y apenas tenían canal 13, el 11 y ATC. Otra fue en un show en un pueblo de Neuquén, llevamos iluminación porque nos dijeron que iban a ver luces, ¡al llegar vimos seis focos!, fue muy cómico. Pero la verdad que no podemos hablar de malos shows porque nos terminamos divirtiendo igual.
¿Y el mejor?
Y el mejor…después de Obras esperemos que ese sea el mejor. Pero hay shows que nos sorprendieron mucho porque esperamos poca gente. En Jujuy fue uno, que fue donde hicimos el vídeo clip de Arde la Ciudad, que empezó como un documental que lo filmaron unos estudiantes de cine de Jujuy, y un día nos mandaron el casette con imágenes del documental, cuando lo vimos lo quisimos mostrar. Si bien, no era el video que habíamos hecho, pero era algo que cerraba mas la idea de lo que hablaba el tema.
¿En sus comienzos iban en bondi a tocar, como cambiaron las cosas catorce años después?
¡Seguimos yendo en bondi!, para nosotros nunca fue un sacrificio no tener un mango e ir a tocar en colectivo. Nosotros nos hicimos con cero recursos, el 18 tocamos en obras, pero al otro día capaz tocamos en un sótano y lo disfrutamos igual.
¿Qué tuvieron que resignar para llegar hasta donde están?
Años, pero fueron disfrutados a full. Fueron catorce pero parecieron cuatro, uno lo disfruta tanto que no pesan, vamos con muchas ganas a trabajar.
¿Tienen canciones viejas que no tocarían en vivo?
(Ríe). Hay temas que nos morimos de la risa, porque hay algunos que piden los pibes que son experimentos que hacíamos cuando no sabíamos tocar o recién empezábamos. Hay temas que directamente no podes hacer ni versiones nuevas.
¿O sea que les da un poco de vergüenza algunas cosas del pasado?
¡No, para nada!, en ese momento era lo mejor que teníamos. En realidad te da orgullo, porque llegar ahora teniendo otros temas y mirar lo que hacías al principio decís: “bueno, crecí”, en realidad si hiciéramos siempre lo mismo me daría vergüenza.
¿Pero de ahí a tocarlas en vivo?
¡Y bueno, por ahí en algún recital las tocamos!
¿Y el tema que más disfrutan tocar en vivo?
Y... Arde la ciudad es uno de los que mas me gusta, después hay muchos: Entre ríos, A donde vamos, son temas que motivan mucho, no por lo que tocas sino por la comunicación con la gente.
¿Cómo vez al rock nacional hoy con respecto al comienzo de la banda?
Creo que creció mucho, es un movimiento que se había frenado en un momento por Cromagnón, nosotros hace un año que no tocamos en capital, pero ahora esta tomando velocidad nuevamente.
¿Y en calidad?
Para mí que cada vez están saliendo bandas mejores, hay como un resurgimiento. Al principio de los 90’s fue como que se quedó la cosa y había que escuchar lo mismo de siempre, por suerte estaban Calamaro, Fito, Charly…¡los redondos!. Pero ahora hay muchas corrientes diversas, mucha música diferentes y todos conviviendo en paz.
¿Qué les falta lograr como banda?
Tocar cada vez mejor, hacer mejores discos y canciones. Nosotros nunca planificamos las cosas, Obras no era un objetivo, pero sí cuando teníamos quince años que agarrábamos la escoba y decíamos que queríamos tocar ahí.
¿La rivalidad en la música existe o es solo un mito?
Existía hace muchos años, ahora nos llevamos bárbaro entre todos, tocamos con bandas de muchos estilos y la verdad que tenemos la mejor onda.
Para finalizar, ¿cuándo sale el nuevo disco?
Sale en marzo, ¡pero no tenemos ni el tema de difusión, ni el video clip, ni el nombre del disco!, lo único que te puedo comentar es que tiene doce temas y un sonido distinto a los anteriores y que quedó espectacular, nada más.