Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Octafonic

"El jazz es tan amplio como el rock"

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza: Prensa

14 de Agosto, 2015

"El jazz es tan amplio como el rock"

El combinado jazz-rock, que llega por primera vez a La Trastienda, repasa su crecimiento y adelanta cómo será el sucesor de Monster.

Hacen algo diferente, de eso no caben dudas. Lo que ofrece Octafonic tiene, al igual que su creador, el cantante y tecladista Nicolás Sorín, una pata en el jazz, y otra en el rock. Evidencian una propuesta abierta que le esquiva a las elites. Según cuenta el ideólogo del proyecto, que entre otros hitos cuenta con haberse graduado en Berklee College of Music, la banda nació como un lado B de otro de sus grupos, el Sorín Octeto; sin embargo, las personalidades de los integrantes le fueron dando una identidad propia. “Fue un accidente fortuito”, comenta el tecladista, en compañía del guitarrista Hernán Rupolo, flamante incorporación, ex integrante de Connor Questa. 

-Vienen de una seguidilla de conciertos importantes para una banda con poco ruedo: presentación de Monster, su primer disco, en The Roxy, y de participar en la última edición del Ciudad Emergente. ¿La decisión de hacer una Trastienda fue una apuesta o lo sienten como un paso natural?

Hernán Rupolo: -Un poco de ambas. Es una apuesta, pero es un paso natural, por el crecimiento de la banda en este último medio año. Cuando aún no formaba parte, vi el Roxy que estaba lleno, y eso te indica que debés avanzar. El grupo necesita generar ese crecimiento. Además, eso se siente mucho en las redes, con la aparición de aquel que busca escuchar lo que hacemos.

-¿Se puede comparar el crecimiento en las redes con la convocatoria?

Nicolás Sorín: -Es similar. La verdad que siempre fue un tanto sorpresivo. Por ejemplo, cuando estuvimos la primera vez en Rosario, cortamos algo más de 200 tickets, un número bastante bueno. Fue un proceso progresivo.

-Hernán, fuiste invitado a participar del Roxy que hizo Octafonic, ¿qué pareció viéndolo desde afuera?

HR: -Tuve la suerte de tocar un tema, así que no pude ver el show desde atrás, lo escuché. Me vuela la peluca, algo que ya me había pasado cuando escuché el disco, en el que además grabé cuatro temas. Es un flash. Y lo de La Trastienda será aún mayor, desde la escena a la iluminación, además, vamos a salir todos desnudos (risas).

NS: -Menos los caños, que usan medias.

-Este año se incorporó Hernán al grupo, alguien que no viene del jazz. Para ambos, ¿cuáles eran las expectativas que tenían?

HR: -¡Sexo!  (Risas)

NS: -Él tiene esa impronta del rock, de la cual aprendemos constantemente. Además, es una música  muy difícil de digerir y se aprendió todo en dos semanas. Obviamente, la guitarra es un color muy importante en la banda, un maquillaje que lo lleva a un lugar o a otro.

HR: -Por mi parte, es una linda apuesta desde lo musical, ya que estoy con muy músicos muy grosos, a los cuales con muy poco conocimiento ya los admiro mucho. De a poco estoy encontrando nuevo lugares a los que apunto llegar, ya que desde los matices soy una persona que siempre estuvo tocando al palo.

NS: -Le tuvimos que decir “Che, hay otro número aparte del diez” (risas).

HN: -Claro, saber cuál es el momento para explotar y cuándo hay que bajar. De a poco lo estoy digiriendo y me está gustando. Eso es algo que se aprecia en los ensayos, en los que empezamos con el volumen muy bajo, de esa manera de escuchan cosas que de otra manera pueden pasar desapercibidas.

-Nicolás, hace un poco dejaste un par de definiciones sobre Monster, en las que afirmaste que no esperabas que sea un trabajo de culto y que, pese a lo complejo de la música, al público le puede resultar atractivo.

NS: -Es un análisis posterior. Obviamente, uno quiere escribir cosas que le lleguen a la gente. El jazz tiene mucho de eso, muy para adentro. Cuando yo escribía para Big Band, les encantaba a los músicos y la gente no entendía un carajo. En un momento me cansé de hacer música para músicos. Sin dudas, elementos como el bombo en negra, dentro de la complejidad rítmica que tenemos, es un hecho que atrae, que invita a bailar. Este es un disco que se merece varias escuchas, está bien pensado y vas captando otros matices.

-¿El orden de las canciones fue pensado con ese fin?

NS: -No, no hay ninguna cronología. Habíamos pensado iniciar con otra cosa, con algo más conceptual y decidimos empezar con “Monster” (risas). Fuimos con todo. Los tiempos cambiaron, ya no se escucha un disco derecho, entonces, si en los primeros veinte segundo del tema no lo agarraste, ya es una causa perdida.

-Entonces, ¿por qué hacer un disco?

NS: -De hecho, lo hemos pensado, pero somos románticos. Pero probablemente, en un futuro, ya no exista el objeto como tal.

-¿El jazz puede llegar a ser masivo?

HR: -(Esquiva la pregunta con un movimiento de cabeza y una sonrisa)

NS: -El jazz hoy por hoy es demasiado amplio. Al igual que el concepto del rock. Estamos entrando en una especie de mezcla y licuado tan grande… Lo que rescato del jazz es el juego que hay entre los músicos e instrumentos, el jazz también es rock. Quizás no soy  muy bueno para categorizar, pero creo que todo es música, y todos toman prestado de todos.

-Ya están trabajando en el próximo disco, ¿en qué proceso se encuentra?

NS: -En este segundo trabajo uno sabe para quién escribe, que a diferencia del primero fue pensado para una banda conceptual, casi, y ahora ya sé quién está. Ahora suena más a una banda, ya que todos aportan desde su lugar, es un proceso mucho más divertido para mí. Eso por lo menos en la música, y en lo que respecta a la lírica seguimos igual, no es algo que nos interese tanto. La música es lo que dicta la letra, y ésta es una especie de artífice arriba de la música que cierra la historia literalmente, pero el relato ya está contado a través de la melodía. Es más, tengo ganas de inventar un idioma nuevo, ya que el mensaje no es lo que buscamos (NdlR: Todas las letras de Monster están hechas en inglés), lo nuestro es más abstracto.

Fotografía: Gentileza de Prensa/ David Lescano

*Domingo 16 en La Trastienda, Balcarce 460. A las 21. 

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