"No tenemos la obligación de hacer temas de Ska-P"

“Los argentinos tienen la música incorporada al ADN, y eso es con lo que me quedo. Como músico es lo que más importante, al resto hay que acostumbrarse”, afirman del otro lado del teléfono, con un acento español que lo delata y sería reconocible para miles. Sin embargo, hoy su realidad es otra y distante de la que, a través de 20 años, supo forjar con Ska-p, banda que se encuentra en un nuevo impasse (sí, uno más). Radicado en nuestro país hace dos meses, Pipi, ese cantante inquieto y exuberante, dedica sus horas a reconstruir a The Locos, proyecto que nació en forma paralela, hace ya diez años. “Voy conociendo de a poquito, mientras me adapto a las costumbres”, manifiesta.

Al igual que el mítico Johnny Ramone, Pipi eligió zona sur para instalarse: “Es similar al lugar en el que vivía, Vallecas (Madrid), muy barrial, con vecinos que te saludan. Era lo que buscaba”. Y aclara que, por ahora, la rutina pasa por “dar notas, ensayar y planificar todo para el recital del sábado”. La fecha en cuestión es la primera edición del Rebel Dogs Music Festival, que tendrá lugar en el Teatro de Flores y que contará con otro número español, El Drogas, y dos créditos locales, Mal Pasar y Asesinos Cereales. “Es un show que me genera  mucho ilusión y nervios”, sentencia el cantante.

En lo que respecta  a la pregunta obligada, sobre si habrá o no canciones de Ska-p incluidas en la lista, la respuesta es categórica: “Nunca las hicimos ni las vamos hacer ahora. No tenemos la obligación de hacerlas. Me resulta hasta desubicado que me las pidan, es una cuestión de respeto hacia mis nuevos compañeros”. Con la misma sinceridad, también admite que no trabajará en un disco nuevo (los anteriores son Jaula de grillos, del 2006, Energía inagotable, del 2008, y Tiempo difíciles, del 2012) hasta que no pase el “quilombo”, ya que no posee el tiempo, ni la claridad en la cabeza para hacerlo.

No obstante, The Locos, a raíz de la mudanza de Pipi, sufrió un obligado cambio en su formación e incorporó músicos nacionales y populares como Pablo Spektro (Spektro’s) y Aldo Preaux (WDK). “Si bien llevamos un mes y medio ensayando a full, no deja de ser una banda nueva. Y eso me genera incertidumbre”, sostiene el madrileño y amplia: “Hay que comprobar el feeling que se genera en el escenario”. Sin embargo, y pese a la mutación, el cantante reconoce que “la interpretación de las canciones no cambió. La música es internacional, no conoce idiomas ni barreras”.