Algo Mejor
"Es lógico resistirse al cambio, pero te puede potenciar"
05 de Mayo, 2015
Antes de presentar oficialmente Mi Lado Criminal en The Roxy Live, El Bondi entrevistó a Eneas Francarolli y a Mariano Bejar, integrantes de Algo Mejor.
“Ansiosos, expectantes, laboriosos”, responde el guitarrista Mariano Bejar al ser consultado sobre cómo los encuentra Mi Lado Criminal, segundo disco de Algo Mejor. A su lado, Eneas Fraccarolli, el cantante, amplia: “Estuvo mucho más pautada la forma en la que iba a ser grabado, los días en el estudio y forma en la que iban ser laburado los temas previos”. Y remata: “Fue mucho más quisquilloso y detallista, en todo sentido”.
Los parámetros a respetar, afirman, es algo a lo que hay que acostumbrarse. Del álbum, además, participan en la producción Ale Kurz y Pablo Spivak, integrantes de El Bordo. “Tuvimos mucho tiempo para dedicarle al disco, lo que hizo que sea un trabajo suelto, y eso se nota”, señala Eneas.
-En marzo empiezan a laburar los temas, ¿cuando entran al estudio y cuánto tiempo les llevó?
Eneas Francarolli: -En noviembre. Estuvimos tres días en Romaphonics: lunes, martes y miércoles grabamos en vivo los diez temas del disco. Fue muy exigente, porque estábamos con el tiempo justo. De hecho nos dimos el lujo de producir un tema por completo en el estudio (NdlR: se refiere a “Ecos”). Fue algo que cambiamos en el momento.
-¿Lo llevaron a medio terminar o en reemplazo de otros?
EF: -Lo llevamos como lo teníamos, estando seguro de que estaba bien. Tocándolo y con la escucha del estudio, los productores se dieron cuenta de que no estaba yendo para el lado al que ellos pretendían. Si bien fue un error de pre producción, ellos supieron actuar muy rápido y bien. Supieron la vuelta real del tema. En ese momento también estaba Javier Robledo (baterista de Cielo Razzo y drum doctor del disco) y fue clave, sobre todo para lo anímico. Es una persona que siempre tira para arriba y es más, nos dijo: “Acuerdense de este tema, que va ser el que más les guste”. Y así fue.
-La elección de los temas, ¿fue consensuada con los productores o ustedes les llevaron lo que querían grabar?
EF: -Fue consensuada. En realidad, no tengo presente cuántos fueron, porque hice un trabajo previo con Ale, donde le iba mostrando lo que tenía y él fue como separando cuales eran parecidos a otros, los que no tenían que ver con nada, los que le gustaban más. Calculo, que de lo que llevé, habrán quedado cuatro o cinco afuera. Sabíamos que iba a ser un disco corto, de diez temas.
-En lo que respecta a la producción, para el primer disco ustedes se hicieron cargo de ese trabajo. ¿Cuánto de esa experiencia acumulada les sirvió para este segundo disco?
Mariano Bejar: -Sabíamos que iba a ser distinta la forma de trabajar, y que además íbamos a tener que delegar. No obstante, con Ale y Pablo tenemos mucha confianza y cercanía, no sólo se trata de amistad sino de respeto musical. Entonces, nos entregamos de otra forma. Es lógico resistirse cuando uno posee la versión de un tema en la cabeza y viene alguien a cambiártelo. Es la tradición luchando contra la revolución. Cuando uno acepta el cambio, puede potenciarse y ser mucho mejor. Todas las composiciones tienen la capacidad de ser mejor de lo que son.
EF: -Como conocimiento y crecimiento, me quedó la cuestión de delegar. No siempre lo que vos pensas es definitivo.
MB: -Sin embargo, uno también puede imponerse cuando le gusta una parte de un tema, porque creíamos que debían estar, y las defendíamos. Y después los productores nos terminaban dando la razón. ¡Punto para Algo Mejor! (Risas).
-En referencia a los productores, ¿por qué Ale y Pablo?
EF: -Nosotros, en realidad, queríamos encarar un segundo disco con una producción que fuese ajena a los de adentro de la banda. Se dio, cuando estábamos en la búsqueda, que ellos se interesaron. Nos vieron tocar en una Groovstock y ahí le comenté a Ale que teníamos la idea de trabajar con tal o cual, y él nos dijo: “No, no, no lo hagas con ese. Lo van hacer con nosotros”. Ellos no habían hecho producción juntos, él había trabajado con La Condena de Caín, así que Mi Lado Criminal es el primer trabajo de la dupla Kurz-Spivak. La primera vez que nos juntamos para charlar sobre el disco, sin haber cerrado el acuerdo, tenía anotado un montón de cosas, fui a la casa de Ale y me propuso mucho más de la que esperaba. Yo no quería quedar atado a un estilo, a cuestión nacional. Y justamente, su idea era ir por un sonido internacional.
MB: -Ale también buscaba trabajar como productor en algo nuevo, ya que La Condena surcó un sonido moderno, dentro de lo clásico que suenan. Pero él quería jugar con más detalles de lo moderno. Encontramos un camino increíble.
-Sobre el sonido internacional que mencionan, ¿cuánto le costó a él, como productor, bajar las ideas y a ustedes asimilarlas?
EF: -Muy poco a él y menos a nosotros.
MB: -Él entendió el estilo cuando nosotros se lo mostramos, cuando lo tocamos en la sala. Lo vio y lo pudo palpar. Además, se lo aclaramos: “Queremos sonar así”. Lo comprendió totalmente, junto con Pablo, que está muy involucrado con el sonido moderno. Lo difícil era congeniar como combinar todo eso para crear una melodía.
-¿Cómo se preparan para la presentación de Mi Lado Criminal este sábado 9 de mayo?
EF: -Con ansiedad. Estamos ensayando muchísimo.
MB: -Nosotros nos ponemos metas de acuerdo a los recitales. Queremos que nuestras mentes, únicamente, proyecten ese día, y más teniendo en cuenta que será la presentación de nuestro segundo disco. Sólo pensamos en eso.