"Necesitamos más música tocada en vivo"

Nicolás es uno de esos tipos que viven la música 24 horas al día. Ama lo que hace. Se le nota pasión cuando habla sobre los ensayos y tocar. Vive de las melodías y allí quizás radique un buen punto de su felicidad; da clases, arregla armónicas y, entre todo eso, se da el lujo de tocar con el hijo de Muddy Waters ó Lurrie Bell. Este sábado se presenta con su banda, Los Shakedancers, y se reecontrará con lo que más le gusta: Una buena sesión de blues.

-Nico, ¿qué expectativas tienen con este show en La Trastienda?
-Muy buenas, estamos muy contentos. Creemos que el lugar nos permite conservar el ambiente intimista que necesita el blues para poder ser disfrutado; nuestro objetivo es que no se puedan apreciar todos los sonidos.

-¿Sólo es presentación del álbum ó va a haber espacio para sorpresas?
-Sentimos que esta es una grandísima oportunidad para poder hacer temas del disco y también poder tocar un montón de canciones que quedaron afuera de la selección final, pero que nos generan mucha satisfacción de poder tocar.

-Entonces, puede que nos encontremos con algo de soul…
-Totalmente. Mucho soul, blues y jazz; por eso vamos a contar con varios invitados, entre los que van a estar Daniel Raffo, Roberto Porzio, Orianna Anderson y Nico Raffetta. Hemos ensayado muchas veces juntos, así que esto va funcionar como una especie de celebración con amigos.

-¿Cómo viviste la aventura de grabar esta primera placa?
-Para nosotros esto es muy importante. Nuestro sello, ‘Chico Blues Records’ es uno de los más reconocidos en Brasil y uno de los más grandes de Latinoamérica; ellos confiaron en nuestra propuesta y nos dieron mucho apoyo. Hoy en día es muy difícil que una productora aporte dinero para la grabación y ellos lo hicieron, así que estamos muy agradecidos y contentos.

-¿En cuánto tiempo lo grabaron?
-El material lo conforman sesiones que registramos entre 2013 y 2014. Hay algunas particularidades, como lo es el tercer tema “Little Blue Girl”. Es una canción que fue grabada a cinta, lo que le añade una estética muy particular, muy “análoga”; da la sensación de estar escuchando la música en vivo, conservando un sonido muy natural.

-Colaboraciones de Lurrie Bell, Mud Morganfield y Eddie Taylor Jr. ¿Con cuál disfrutaste más?
-Fue alucinante grabar con cada uno de ellos. Todos son monstruos del género, pero tengo que admitir que tocar con Lurrie Bell fue una experiencia alucinante, el tipo es el ‘señor blues’ y nos pudimos dar el lujo de grabar con él. Creemos que cada una de esas participaciones le brinda un salto de calidad enorme al trabajo.

-Dijiste que este disco fue producido por un sello brasilero. ¿Por qué crees que el blues funciona mejor allá que en Argentina?
-Creo que ayuda el hecho de que en Brasil haya leyes de mecenazgo cultural. Eso le aporta un plus importante a todo lo que esté relacionado con la difusión del arte; allá no sólo el blues funciona bien, sino que hay festivales de diferentes ritmos que se celebran a lo largo de todas las regiones y eso les brinda un soporte económico que acá todavía no tenemos.

-Sacándote un poco de la presentación del fin de semana, ¿crees que el blues está “mal etiquetado” como un género triste?
-Sí, creo que está mal encasillado en ese lugar. Si bien sus orígenes tienen mucho de dolor y están íntimamente relacionados al sufrimiento, también hay intérpretes que le pusieron otro ritmo a la cosa. Si escuchas a James Cotton, ahí no vas a encontrar melodías que tengan que ver con la melancolía.

-Es mucho más completo…
-Si, muchísimo más. Junior Wells, por sumar otro caso, tiene otro espíritu. El blues es un género que permite lograr muchísimas cosas a través de la improvisación; en mi caso, me genera una conexión diferente a cualquier otro estilo. Puedo decir hasta que me emociona pero no sólo con algo triste, sino también con algo feliz.

-¿Cómo ves la escena local?
-La cosa está mejor que hace unos años, pero crece a paso muy lento. Sigo siendo optimista y sueño con el día en que haya música en vivo en los locales y los bares; antes las orquestas de tango tocaban todas las noches y eso se fue perdiendo. Necesitamos volver a que los músicos toquen a diario, eso va a hacer que la calidad siga creciendo.