"Nos mantuvimos jóvenes a la hora de hacer arte"

Además de ser un adverbio de tiempo, Ahora, es el título del octavo disco de estudio de los Vetamadre. Antes, el cuarteto surcaba las aguas de lo alternativo, con un sonido espeso que, salvando las distancias, recordaba a Radiohead. Sin embargo, la placa que acaban de publicar, y que presentarán el sábado 9 de mayo en el Vorterix, contiene, a diferencia de sus antecesores, cierto grado de luminosidad. Para el bajista Coca Monte “es más accesible, y más si lo comparas con Libérenme, donde hay opresión y complejidad”. Y completa el baterista Fede Colella: “Siempre estamos en la búsqueda de cosas nuevas y de a dónde ir. Hacia un par de discos que buscábamos hacer uno como Ahora, con guitarras poderosas que no jodan. Y creo que lo logramos”.

–Y en esta decisión, ¿cuánto influyó que hayan elegido a Tery Langer (Carajo) como productor?
Coca Monte: -Él apareció con los temas hecho. Se enteró que grabábamos y nos dijo que quería producirnos. Sin embargo, ya teníamos los demos, los cuales nos encantaban. Tery sacó lo mejor de nosotros de forma sencilla.

-¿La decisión de tocar en Vorterix fue algo que surgió de ustedes o algo que les propuso Sony?
CM: -En realidad, fui a ver a Adrián Canedo, un manager, para pedirle un par de consejos. Necesitaba hablar con alguien que sea de la industria, él trabaja en Sony, y el análisis que hizo del grupo fue que no habíamos roto el cascarón, que nunca nos animamos a dar un salto más importante y además me dijo: “Hay bandas que arrancan y de movida son populares, y otras que le lleva años. Y ustedes pertenecen a las segundas” Cuando volví a la sala se lo planteé a los chicos, esgrimí un par de argumentos y acá estamos. Después de tantos años, hacemos nuestro primer lugar grande y con el correr de los días se pone más grande.

-Volviendo a la incorporación de Vetamadre a Sony, afirmaron que los encuentra en el momento “justo” como banda.
CM: -En realidad, nos encontró necesitando que alguien se nos una al camino porque veníamos solos. Algo pasó en el rock argentino, se están generando espacios que antes no había para bandas nuevas. Está lleno de gente haciendo música, y eso está buenísimo. A nosotros, entrar a Sony, nos potenció.  En general, está más chico el negocio del rock, pero hay lugar y una generación de pibes escuchando y haciendo música que es muy esperanzador. Nosotros siempre hicimos una cosa de vanguardia que, cuando comenzamos, estaba fuera de contexto y ahora parece ser más coherente.

-Algo que marcaba Julio Bersnev (cantante y guitarrista) fue que, gracias a los años que llevan como banda, vieron pasar a muchos y muchas movidas. ¿Cómo lo ven en la actualidad?
CM: -Veo que la música en Argentina mutó mucho. Venimos de épocas difíciles, en donde se confundía calidad con convocatoria. Y si no convocabas era un signo de mala calidad, algo totalmente erróneo. La coyuntura de que una banda corte o no tickets es una cuestión que no se puede manejar, ocurre o no. En el caso nuestro, siendo una banda de culto o alternativa, el público es el que no te quiere compartir. Los fans de Vetamadre no llevan a otro, porque es una suerte de tesoro preciado. Sin embargo, es algo lógico, ya que nosotros los proponemos: desde mirar para abajo, hablar casi nada en los shows, solamente transmitir a través de la música y no del diálogo. De nosotros viene eso de cascarón, ser pocos y estar todos juntitos para que nadie nos vea.

-Pero lo que decís me suena hasta contradictorio, porque imagino que, como músico, buscas que tus canciones lleguen a todos.
CM: -Claro, pero como artista te sale solo.
Fede Colella: -Es parte del proceso que vas atravesando. De hecho, hoy llegamos a salir del cascarón y estar en otro lugar y con otra postura. Pero seguimos siendo los mismos y haciendo la misma música.
CM: -Y somos los mismo cuatro, después de 17 años, algo que considero un éxito para la banda.

-Pero el hecho de que se hayan largado a conquistar otro tipo de lugares, ¿les trajo algún inconveniente con el público de la primera hora?
CM: -Pasó poco. Casi no pasó. Siempre fuimos muy sinceros, nunca hicimos nada por dinero, ni para pegarla, ni para nada. En el caso del acuerdo con Sony, la noticia fue más que ellos nos hayan buscado, que nosotros hayamos entrado. Hay una cosa como natural de los tiempos de hoy, y el grupo no cambió nada, ni la manera de pensar ni la de tocar. Nos mantuvimos jóvenes a la hora de hacer arte.
FC: -Aparte, hay que poner esto en el contexto de que ninguno de nosotros estudió cómo llevar adelante una banda o un hecho artístico. Vas aprendiendo.
CM: -Y te agrego algo: las bandas que llevan gente, tienen a uno o dos que hacen mucho marketing, y a veces sin saberlo. Inclusive, grupos que tienen mucho público es porque hay alguien haciendo algo. Para mí, a veces es un poquito perverso, porque manipulan: ciertas movidas, canciones, etc. Lo hacen porque notan que les funciona. Y eso es algo que nunca hicimos nosotros, no sabemos, somos anti-marketing.

-Armando las preguntas, me sucedió lo que comentas, de conocerlos de nombre, pero no podría haber mencionado un tema o disco de ustedes.
CM: -Ese es nuestro estigma.
FC: -Hay muchos pibes que tienen cuatro o cinco discos nuestros…
CM: -Y cuando le preguntás si nos vino a ver en vivo te dicen: “No, jamás”. Creo que es parte de nuestra propuesta, somos tímidos, un poco naif para el ambiente. Somos medios buenos, pero no boludos, eh. Es todo muy espontáneo, nunca craneamos lo que debíamos hacer.

-¿Llegaron al punto en el que pueden vivir de la música?
CM: -Te diría que mitad y mitad. El grupo vive de sí mismo.   

-¿En qué momento sucedió?
CM: -A partir del disco Otro viaje, ahí empezó a cerrarse la rueda comercial.
FC: -Son 17 años, mucho tiempo. Antes nos preguntabas cómo veíamos la escena del rock, y ahí uno siempre se hace su camino solo. Cuando arrancamos nunca creímos que nos íbamos a convertir en referentes de un montón de bandas a nivel nacional. Nos ha pasado de ir a tocar a Santa Fe y de que haya, en el lugar de al lado, una banda que tocaba temas nuestros.
CM: -La anécdota resume lo que es Vetamadre. Ese grupo que hacía covers nuestros, que fui a ver con nuestro manager, había llenado el lugar y nosotros tan solo cortamos 60 tickets. No nos sabemos vender.

-Imagino que después de tantos años de trayectoria y surcando la independencia, alguna victoria habrán obtenido.
FC: -El éxito para mí es ser coherente entre lo que soñaste, lo que haces y el resultado que tenes, de lo que buscaste. Y en eso somos super exitosos.
CM: -Nosotros vamos a cualquier parte del país y siempre hay alguien que nos está esperando. Para mí, eso es el éxito. Cuando era pibe quería que mis canciones las conozcan otros, y que sean dos, diez o mil, es lo mismo. Eso también es un éxito. Después, toda la pelotudes del rockstar, no es algo que nos conecte. El otro día escuchaba a Andrés Calamaro decir que en Argentina no se puede vivir de la música, porque, entre otras cosas, somos los músicos peores pagos. Y algo de razón tiene. Hacer música en nuestro país es muy difícil. De hecho, es lo más romántico que nos queda.