Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Izal

Creemos haber conseguido un sonido original

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza: Prensa

23 de Abril, 2015

Creemos haber conseguido un sonido original

A horas de tocar en el Roxy, Emanuel Perez, baijsta de la banda española Izal, conversó con El Bondi sobre lo que significa desembarcar por primera vez en Argentina y del material que están próximos a grabar.  

“Me fui de Argentina a los 15 años”, recuerda Emanuel Pérez, bajista de Izal, grupo español que esta noche toca por primera vez en nuestro país y lo hará en el emblemático Roxy Live de Palermo. “De chico (hoy tiene 29) tuve varías bandas, e incluso, llegamos a tocar, gracias al torneo Rocanrollazo, en el Auditorio de Mar del Plata, una experiencia brutal”, señala el oriundo de Henderson, ciudad cercana a Pahuajó.

En cinco años de trayectoria, Izal editó un EP, Teletransporte (2010), y dos larga duración, Magia & Efectos especiales (2012) y Agujeros de gusanos (2013). Uno de los principales motivos de esta prolífica carrera es el cantante Mikel Izal. “Él es ingeniero de telecomunicaciones y se nota en su mente, tira unas pautas y nosotros las seguimos.  Esa sería la dinámica, nos complementamos”, afirma Pérez  y además agrega que “nos agarró a todos en un momento en el que no somos tan jóvenes y te lo tomás como un trabajo”.

No obstante, la historia del grupo comenzó fuera de España y gracias a un concurso. “Yo gano el Malaga Crea Rock y Mikel el correspondiente a Madrid, entonces obtuvimos la posibilidad de asistir a una Bienal europea que se realizó en Macedonia”, rememora el bajista.

-Ese dato es llamativo, ¿cuán diferente es Macedonia culturalmente a España?
-Es muy diferente, es casi de ascendencia eslava, aunque me estoy precipitando un poco con los términos (risas). Tiene una sociedad cosmopolita, como experiencia fue brutal. Nosotros paramos en Skopie, la capital, y había gente de Egipto que hacia teatro, arquitectos de Londres, diseñadores gráficos de otras ciudades españolas. Ahí coincidimos todos y entre guitarritas, cervezas, comidas, exposiciones forjamos una amistad. En esa época Mikel venía de un proyecto solista, más de cantautor, y tenía ganas de dar un paso más, de ir a un proyecto de banda con un sonido más eléctrico. Cuando volvimos, él se vino a vivir al mismo edificio en el que yo estaba. Mi departamento tenía una pieza que usábamos como sala de ensayo y ahí empezamos a forjar el proyecto, luego comenzamos la búsqueda del resto de los músicos. Tuvimos la suerte de encontrar gente muy afín a nosotros, y eso es algo fundamental. Así que cuatro o cinco años después tenemos un grupo de trabajo que es brutal.

-En muy poco tiempo, espero que sean consciente de eso y de que lo valoren.
-Nosotros llevamos cinco años  y los tres primeros hemos tocado en muchísimas salas para veinte o cincuenta personas. Tuvimos una etapa de picar piedras, como se dice en España, de hacer todo el trabajo de fondo. Sin embargo, terminábamos de hacer uno de esos conciertos y teníamos una sonrisa en la cara, nos parecía brutal y nos generaba orgullo lo que hacíamos. En los últimos dos años hemos vivido un crecimiento que, es verdad, ha sido en poco tiempo. Pero el grupo ya estaba forjado.

-Para sacar sus dos primeros LPs utilizaron el sistema de crowfunding, ¿cómo surgió la idea?
-Aunque parezca mentira, en el segundo estábamos peor económicamente que el primero, porque habíamos dejado nuestros trabajos, ya que la banda lo requería.  No daba para más trabajar en otro sitio. Con lo poquito que íbamos ganando comíamos y pagábamos el alquiler. No podíamos afrontar el gasto de sacar un disco y, posteriormente, promocionarlo. El crowfunding nos pareció lo más honesto, porque no estás pidiendo un crédito, tampoco era relacionarse con una discográfica, que luego te reclama intereses. Entonces, de esta manera es el público el que te pide el disco por adelantado, y además lo asumen como una apuesta, porque te están comprando algo que no saben cómo sonara. Y eso es algo que se agradece.

-¿Cómo fueron los tiempos para del  objetivo para el segundo disco?
-Son cuarenta días y lo conseguimos al día 20, 25. De hecho conseguimos un veinte por ciento más. Fue algo muy paulatino, con tranquilidad.

-En referencia a esa primera etapa, con las primeras zapadas y construcciones, ¿cuán diferentes son las composiciones a las de hoy?
-En un primer momento yo no grabé, de hecho el LP lo hizo Mikel en Barcelona con la ayuda de un productor. Magia & Efectos especiales, nuestro segundo disco, lo realizamos con nuestra formación, trabajando las composiciones de Mikel y aportando diferentes perspectivas. Cada uno de nosotros venimos de mundos diferentes. Por ejemplo, yo del rock argentino, también he tocado flamenco, rumba y me encuentro con un tipo (por Mikel) que hace pop-rock y me hace volver a mis raíces.

-Entonces, la figura del productor surgió de una necesidad, para el primer disco. Entiendo, según lo que decís, que ustedes son capaces de hacer un buen producto.
-Sí, a nosotros nos parecía que el sonido que estábamos consiguiendo era algo muy original. Hemos madurado bastante musicalmente como para hacerlo. Eso es muy bonito, porque llega un punto en donde te das cuenta que podes y eso te pone la piel de gallina.

-En lo que respecta al trabajo, la dinámica y los tiempos, ¿qué se puede esperar para el tercer disco?
-Tenemos ganas de hacerlo en Blind Records, un estudio de Barcelona, con Santos & Fluren, dos productores muy experimentados, ya que nos parecen que tienen un muy buen gusto. En un tercer disco puedes pecar de repetirte en los recursos, aunque somos cinco con perspectivas diferentes, cuando estás tantas horas trabajando puede que se vicie el sonido. Lo que queremos es que nos marquen ésas cosas. Y la dinámica ha sido la misma que en los otros disco: los temas ya están trabajados, los compone Mikel en su casa, lo graba, luego lo escuchamos nosotros y decidimos.

-Hablando del crecimiento, de la convocatoria y del grueso que conllevan sus presentaciones, ¿cómo se hace para bajar, de una semana a la otra, en infraestructura y convocatoria?
-Nos gusta, porque nosotros hace dos años y medio estábamos tocando en salas como el Roxy. No estamos tan lejos de eso, y si bien es cierto que hace dos semanas estábamos presentando ante doce mil personas, no se te olvida todo el trabajo de antes. Además, es un desafío, ya que te vas acostumbrando a ciertas facilidades y el hecho de no tenerlas te pone a prueba, y eso está bueno.

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