Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Las Bodas Químicas

El trío te expone musicalmente

Cronista: Lucas González | Fotos: Gentileza: Prensa

14 de Abril, 2015

El trío te expone musicalmente

José Lavallén  y Nicolás Daniluk, integrantes de Las Bodas Químicas, pasaron por El Bondi y hablaron del origen del grupo y del material que están próximos a presentar.

El indie nacional, de a poco, está tomando la dimensión de universo, con lo inabarcable que esto significa. Originalidad y variedad por donde se lo mire, la escena local está siendo abastecida por un sin fin de bandas que llevan en alto el leitmotiv “Pay to play, no way”. Ahora bien, en la categoría de tríos, si hay uno que sobresale del resto, es, sin dudas, Las Bodas Químicas.

Integrado por José Lavallén (guitarrista), Nicolás Daniluk (baterista) –ambos ex The Keruza- y Andrés Tersoni (bajista), este grupo experimenta en su primer disco (homónimo), cual Walter White, con diversas sonoridades toxicas: “Atento”, además de ser el inicio, es un rock & roll que te parte el cerebro en múltiple pedazos; “No bailaras”, un blues podrido que te transporta al delta del Mississippi o “Mitote (Cada cual con su tótem)”, una pieza exquisita que combina lo mejor de las canciones antes mencionadas, y que además cuenta con el prodigioso saxo de Sergio Dawi (ex Patricio Rey). A esto hay que sumarle, entre otras cosas, dos versiones: “El hombre de la valija”, de Pappo y “Yo quiero un caballo negro”, de Atahualpa Yupanqui. Un par de joyitas alucinógenas.

-¿Por qué se separa The Keruza?
José Lavallén: -Fue un proceso natural de desgaste. Cosas que venían pasando. No es nada muy particular, ni nada muy dramático. Los grupos tienen etapas y hay que ir pasándolas. Hubo una en las que nos quedamos. Se diluyó.
Nicolás Daniluk: -Son los ciclos naturales de las cosas. Hay veces que uno se puede reformular la existencia para continuar y hay veces que no. También tener un grupo estable, en donde fuimos un septeto y un sexteto, es difícil. Éramos como una gran familia que estaba dedicando su vida a una expresión artística, que como sabemos tiene sus vaivenes.

-En entrevistas previas, marcaron que se tomaron un tiempo para volver a tocar, ¿esto fue así? ¿Se plantearon la idea de seguir por separados?
ND: -Hay una historia que sirve para entender el comienzo de Las Bodas y la unión que se generó con Andrés. Nosotros, para cubrir ciertas necesidades que teníamos, construimos e inventamos un grupo paralelo, como Sumo y Sumito, que era Los Keruzones: un trío instrumental con el cual viajamos y tocamos mucho. Cuando The Keruzas llegaron a su final, nosotros decidimos reinventarnos a través de un terreno firme, como el trío que habías conformado y de esa manera generamos la sincronía musical.

-Pasaron de integran una banda multitudinaria a un trío, ¿fue algo consensuado o se dio naturalmente?
JL: -Se dio todo muy natural. Nosotros, con Nicolás, estábamos acostumbrados al formato de tres integrantes. Era una vida paralela. Siempre estuvo.

-¿Le encuentran algún tipo de explicación a la ganas de generar un proyecto como ese, por fuera del principal?
JL: -Era por la ansiedad de laburar, la inquietud, de generar alternativas que no se alejaran mucho de la música. Eso era lo primordial. De hecho, la raíz nace por hacerle la música a un espectáculo de circo callejero. Nosotros íbamos como trío y, a la vez, pensábamos en hacer algo y no contaminar el grupo original. No queríamos pedirles algo que, quizás en ese momento, se les imposibilitaba darnos.
ND: -Es eso, te puja la necesidad de cotidianizar lo que uno quiere para su vida. Hay veces que ciertas características de un grupo, en este caso The Keruzas, que manejan, dentro del under, conceptos mainstream como la organización de recitales.
JL: -Eso es algo que, en cierta forma, también tenemos en Las Bodas. Sin embargo, no está en los planes tener dos grupos.
ND: -Este proyecto conlleva un compromiso que no es sencillo, hay que dejar cosas aparte. Se sabe que para el músico que está detrás de un ideal, tener familia es mucho más difícil. Trabajar también es más complicado. Es una elección de vida.

-¿Le encuentran desventajas al trío?
JL: -Sí, las tiene. Somos menos personas para hacer igual cantidad de tareas, si lo comparamos a nuestro proyecto anterior. Somos menos personas para invitar amigos (Risas).
ND: -Musicalmente estamos más expuestos.
JL: -En ese sentido nos da mucha libertad y por momentos estás desnudo y la tenes que bancar. Sin embargo, vamos viendo como suceden las cosas, no estamos cerrados, por ejemplo, a la incorporación de un cuarto integrante. Luz y sombra todo el tiempo. El trío te exige, y eso está bueno.

-¿En qué momento se formalizan como Las Bodas Químicas y comienzan a trabajar en el disco?
JL: -En abril del 2010. Ahí empezamos a trabajarlo, de a poco, con demos y EPs. En 2012 lo editamos formalmente. O sea, nos pasamos dos años amasando y saliendo a tocar.

-¿Fueron composiciones originales de esta época?
JL: -Casi todos. Y esto es porque algunas tienen ciertas reminiscencias y bases que pudieron haber formado parte del tercer disco de nuestra anterior banda.

-Mencionaron que, además de sacar Tentempié -un disco de rarezas y remixes– a mediados de abril, están trabajando en otro de composiciones nuevas, ¿en qué proceso se encuentra?
ND: -Pre producción, pero ya ultimando todo porque entramos a grabar el primero de abril. Tenemos todos los temas cerrados.
JL: -Nos falta las últimas vueltas de tuerca, porque, ahora sí, trabajamos con un productor artístico, Ale Vázquez. Calculamos no hacer algo demasiado largo en su gestación. ND: -Es una continuidad, pero al mismo tiempo un crecimiento. La presencia de Ale lo potencia, hay un feeling copado. Él nos deja trabajar muy bien, la cosa fluye muy natural. Puede ser que sea un disco más directo, más conciso. Y eso era algo que teníamos ganas.
JL: -Buscábamos acercar el vivo al estudio, pero disfrutando de las posibilidades que éste nos da. Pretendemos que sea un trabajo que marque personalidad y plantee nuevas cuestiones.

-¿Por esta cuestión decidieron buscar un productor?
ND: -La idea era buscar una oreja externa, pero que no sea cualquiera. Después de una investigación, nos decidimos por Ale, no tanto por la chapa, sino por la cuestión humana. Al contactarlo eso se reflejó al instante.

-¿Encuentran diferencias sustanciales entre las canciones de Las Bodas y The Keruza?
JL: -Las hay.
ND: -Hay una herencia natural, ya que la forma de trabajar, en algún punto, se asemeja en la construcción. Después, a nivel estilo, no sabría decirlo.
JL: -Estamos más aceitados, cuestión de oficio y tiempo. Algo que va más allá del sexteto o el trío. En la composición estamos más organizados, aunque nos gustaría que fuera más y mejor.

 

Las Bodas Químicas va estar presentando Tentempié el 17 d abril en Landra Sancho, Guardia Vieja 3811.

Foto: Gentileza prensa - Victoria Schwindt

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