El Alucinante Viaje de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
"Tenía que ser la mejor película sobre Los Redondos"
Cronista: Lucas González | Fotos:
Gentileza: Prensa
12 de Enero, 2015
El Bondi conversó los realizadores de El Alucinante Viaje de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, largometraje que retrata los origines del grupo.
“La película está contada por los protagonistas de la época”, le dice el Capitán Balurdo a El Bondi. A su lado, se encuentra Miguel Funes, y ambos conforman El Comando Luddista (integrado además por Walter Blanco e Hidroman), artífices del largometraje que retrata la génesis de la banda más grande de nuestro rock. Es que El Alucinante Viaje de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, es eso: el comienzo, los primeros pasos de la bestia. Entre los varios entrevistados que desfilan por la película se destacan Rocambole, Willy Crook, “Piojo” Ábalos y otros no tan conocidos –que hacen del trabajo una delicia sólo para fanáticos- como el tecladista Bernardo Rubaja o el guitarrista “Topo” D’Aloisio. Sin embargo, el narrador que da sentido y forma a esta historia es Guillermo Beilinson, hermano del guitarrista. Su testimonio, según cuenta los integrantes del Comando, cambió completamente el eje del trabajo. “Tiene una claridad para hablar y comunicar que no suelen tener el común de los mortales”, resalta un entusiasmado Funes.
-¿Hubo algún hecho puntual que los haya decidido iniciar con el proyecto?
Miguel Funes: -No, como momento de iluminación no hubo. El proyecto arranco hace como diez con alguna entrevista y después, hace ocho años, más o menos, se conformó el Comando Luddista con el fin de realizar el documental.
Capitán Balurdo: -Siempre surgió por ser seguidores y fanáticos de la banda.
-¿Por qué puntualmente el comienzo y no otra etapa?
MF: -Empezamos a escarbar ahí, en las publicaciones que había, en la historia y al contactar a los invitados fuimos descubriendo lo que fue la génesis de Patricio Rey. La película arranca antes de que se conforme el grupo, con el viaje que hacen los hermanos Beilinson a Europa, meses después del Mayo Francés y ahí viven todo lo que era la convulsión política de la época. Luego los deportan y se van a Inglaterra, donde ven un montón de bandas, como a Jimi Hendrix, y viven lo que fue el Happening. A la vuelta traen una pila de vinilos que incluyen a los Beatles, Pink Floyd, T-Rex e instrumentos. Ya instalados en La plata, Skay junto a su hermano forman Diplodocum Red & Brown, en donde hubo integrantes que luego formaron parte de Patricio Rey, como Bernardo Rubaja, “El Topo D’Aloisio. Luego, empiezan generar vínculos con la gente de La Cofradía, que vivía en La Casa de la Luna y empiezan a tener un montón de experiencias de vida en comunidad que dan cuenta de algunos de los postulados que levantan Los Redondos como la autogestión e independencia, y nos parecía que estaba bueno mostrar de donde nace eso.
-Imagino que Guillermo Beilinson, protagonista del relato, no debe haber sido muy accesible, ¿cómo se dio el encuentro?
CB: -Fui todo muy casual. Y si bien no fue fácil termino desembocando todo en él. Casualmente, cuando estábamos desgrabando, unísonamente suena el nombre de Guillermo. Nos miramos y pensamos: “Cómo puede ser que no lo hayamos rastreado”. Lo buscamos en una guía, le contamos del proyecto, nos recibió en la casa y si bien nos dijo que no nos iba a dar una entrevista, nos dio algunos videos en VHS. Eso para nosotros era una joya.
MF: -Imagínate, llegamos y lo primero que hicimos fue mirarlo. Pudimos ver el viaje a Salta y las primeras presentaciones en el Teatro Lozano, en La plata.
CB: -Pero, en una calidad muy paupérrima, producto de la calidad del VHS y de las pasadas que tenía.
MF: -Pero era maravilloso. Una película que no vio nadie de nosotros y muy pocos tuvieron ese placer.
CB: -Con el tiempo Guillermo quedo con el bichito, de que había unos pibes con una idea similar a la de su juventud, con ganas hacer las cosas a su manera. Nunca le insistimos.
MF: -Él ahora está en otra cosa y no le interesaba que su nombre figure en esto. Pasa el tiempo y lo vimos alguna que otra vez, y le acercamos un armado de lo que estaba siendo la película hasta ese momento. A los días que lo ve, me llama y primero, me dice que había cosas que estaban inexactas y después, en honor a la verdad, se decidió a dar su testimonio, porque “si va a quedar un documento de esos años debe ser fidedigno con lo que sucedió”. De ahí en adelante, la película tomó otro rumbo.
-¿Cuánto cambio lo que sabían de la banda a lo que les conto Guillermo?
MF: -Había cosas que no estaban muy contadas, como el viaje que hacen con skay a Europa. Lo que tiene la película es que, lo que se relata debía ser por alguien que haya participado del hecho. De por si, después de tantos años, hay algo del recuerdo que está un poco distorsionado, así que imagínate si eso es mediatizado por otro. Guillermo nos dio el detalle de situaciones que no estaban, además tiene una claridad para hablar y comunicar que no suelen tener el común de los mortales.
-Post entrevista con Guillermo, cambió mucho la fisonomía de la película, ¿no?
CB: -Totalmente. Además de tener un testimonio de tres horas nos dio una caja llena de fílmicos. Después vino la tarea de digitalizar todo eso.
MF: -Ese laburo lo hicimos nosotros, porque no podíamos confiar en otros, por lo valioso del material.
-¿Hubo material que no pudo ser digitalizado?
CB: -Por suerte no. Fue difícil creproducir cierto formato de audio. Hay cosas de ensayos que nos facilitó Rubaja, que fue complejo conseguir a donde escucharlo, pero fue valioso poder hacerlo. Encima, hay algo muy extraño porque reconoces partes de canciones que terminaron formando parte del repertorio solista de Skay, melodías que le quedaron rondando en la cabeza durante cuarenta años.
-Aparte de eso, ¿pasaron por algún otro improvisto?
CB: -La dificultad más grande fue hacer algo que nos conforme. Por eso tardamos tanto, ya que estábamos convencidos de que te tenía que ser la mejor película de Los Redondos.
-Del registro no participan ni Indio, ni Skay ni Poly, ¿estaba dentro de lo previsto?
MF: -Desde un comienzo era una posibilidad muy firme que eso suceda, por la historia de la banda y ellos. Además, nunca dieron entrevistas audiovisuales, a excepción de una que da el Indio en la época de Oktubre. Buscamos realizar un proyecto que se pudiera sostener por sí solo, aunque no estuvieran las voces de sus mayores protagonistas.
CB: -Por otro lado, Guillermo es una voz fundamental para la historia que contamos y sin él la película habría terminado en una cajón.
MF: -Además, lo que se ve en el origen es que no era tan fuerte el núcleo (Indio-Skay-Poly), si no que eran un grupo multiartístico, además de una banda de rock.
-¿Hubo algún hecho puntual que los haya decidido iniciar con el proyecto?
Miguel Funes: -No, como momento de iluminación no hubo. El proyecto arranco hace como diez con alguna entrevista y después, hace ocho años, más o menos, se conformó el Comando Luddista con el fin de realizar el documental.
Capitán Balurdo: -Siempre surgió por ser seguidores y fanáticos de la banda.
-¿Por qué puntualmente el comienzo y no otra etapa?
MF: -Empezamos a escarbar ahí, en las publicaciones que había, en la historia y al contactar a los invitados fuimos descubriendo lo que fue la génesis de Patricio Rey. La película arranca antes de que se conforme el grupo, con el viaje que hacen los hermanos Beilinson a Europa, meses después del Mayo Francés y ahí viven todo lo que era la convulsión política de la época. Luego los deportan y se van a Inglaterra, donde ven un montón de bandas, como a Jimi Hendrix, y viven lo que fue el Happening. A la vuelta traen una pila de vinilos que incluyen a los Beatles, Pink Floyd, T-Rex e instrumentos. Ya instalados en La plata, Skay junto a su hermano forman Diplodocum Red & Brown, en donde hubo integrantes que luego formaron parte de Patricio Rey, como Bernardo Rubaja, “El Topo D’Aloisio. Luego, empiezan generar vínculos con la gente de La Cofradía, que vivía en La Casa de la Luna y empiezan a tener un montón de experiencias de vida en comunidad que dan cuenta de algunos de los postulados que levantan Los Redondos como la autogestión e independencia, y nos parecía que estaba bueno mostrar de donde nace eso.
-Imagino que Guillermo Beilinson, protagonista del relato, no debe haber sido muy accesible, ¿cómo se dio el encuentro?
CB: -Fui todo muy casual. Y si bien no fue fácil termino desembocando todo en él. Casualmente, cuando estábamos desgrabando, unísonamente suena el nombre de Guillermo. Nos miramos y pensamos: “Cómo puede ser que no lo hayamos rastreado”. Lo buscamos en una guía, le contamos del proyecto, nos recibió en la casa y si bien nos dijo que no nos iba a dar una entrevista, nos dio algunos videos en VHS. Eso para nosotros era una joya.
MF: -Imagínate, llegamos y lo primero que hicimos fue mirarlo. Pudimos ver el viaje a Salta y las primeras presentaciones en el Teatro Lozano, en La plata.
CB: -Pero, en una calidad muy paupérrima, producto de la calidad del VHS y de las pasadas que tenía.
MF: -Pero era maravilloso. Una película que no vio nadie de nosotros y muy pocos tuvieron ese placer.
CB: -Con el tiempo Guillermo quedo con el bichito, de que había unos pibes con una idea similar a la de su juventud, con ganas hacer las cosas a su manera. Nunca le insistimos.
MF: -Él ahora está en otra cosa y no le interesaba que su nombre figure en esto. Pasa el tiempo y lo vimos alguna que otra vez, y le acercamos un armado de lo que estaba siendo la película hasta ese momento. A los días que lo ve, me llama y primero, me dice que había cosas que estaban inexactas y después, en honor a la verdad, se decidió a dar su testimonio, porque “si va a quedar un documento de esos años debe ser fidedigno con lo que sucedió”. De ahí en adelante, la película tomó otro rumbo.
-¿Cuánto cambio lo que sabían de la banda a lo que les conto Guillermo?
MF: -Había cosas que no estaban muy contadas, como el viaje que hacen con skay a Europa. Lo que tiene la película es que, lo que se relata debía ser por alguien que haya participado del hecho. De por si, después de tantos años, hay algo del recuerdo que está un poco distorsionado, así que imagínate si eso es mediatizado por otro. Guillermo nos dio el detalle de situaciones que no estaban, además tiene una claridad para hablar y comunicar que no suelen tener el común de los mortales.
-Post entrevista con Guillermo, cambió mucho la fisonomía de la película, ¿no?
CB: -Totalmente. Además de tener un testimonio de tres horas nos dio una caja llena de fílmicos. Después vino la tarea de digitalizar todo eso.
MF: -Ese laburo lo hicimos nosotros, porque no podíamos confiar en otros, por lo valioso del material.
-¿Hubo material que no pudo ser digitalizado?
CB: -Por suerte no. Fue difícil creproducir cierto formato de audio. Hay cosas de ensayos que nos facilitó Rubaja, que fue complejo conseguir a donde escucharlo, pero fue valioso poder hacerlo. Encima, hay algo muy extraño porque reconoces partes de canciones que terminaron formando parte del repertorio solista de Skay, melodías que le quedaron rondando en la cabeza durante cuarenta años.
-Aparte de eso, ¿pasaron por algún otro improvisto?
CB: -La dificultad más grande fue hacer algo que nos conforme. Por eso tardamos tanto, ya que estábamos convencidos de que te tenía que ser la mejor película de Los Redondos.
-Del registro no participan ni Indio, ni Skay ni Poly, ¿estaba dentro de lo previsto?
MF: -Desde un comienzo era una posibilidad muy firme que eso suceda, por la historia de la banda y ellos. Además, nunca dieron entrevistas audiovisuales, a excepción de una que da el Indio en la época de Oktubre. Buscamos realizar un proyecto que se pudiera sostener por sí solo, aunque no estuvieran las voces de sus mayores protagonistas.
CB: -Por otro lado, Guillermo es una voz fundamental para la historia que contamos y sin él la película habría terminado en una cajón.
MF: -Además, lo que se ve en el origen es que no era tan fuerte el núcleo (Indio-Skay-Poly), si no que eran un grupo multiartístico, además de una banda de rock.
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