Por la carretera

Con más de siete años de vida, Jeites es una banda que ya ha sabido ganarse un lugar dentro de la escena musical, no solo porteña sino también, y lo que es más importante, en muchas ciudades del país. Los orígenes de sus integrantes en Mar del Plata y Necochea seguramente ayuden a entender la situación, pero también se debe al esfuerzo y a la astucia entregada a lo largo de estos años. El  así lo explica: “Ya de entrada, somos uno de Necochea, otro de Mar del Plata, otro de Buenos Aires. Ya teníamos del principio un triangulo armado, viajar siempre fue parte de nuestra música”, explica el bajista Tomás Halbach, mientras que su primo, el cantante Joaquín Varela se explaya aun más: “Hemos ido mucho a esos lugares, y también a Córdoba,  Corrientes, Rosario, Puerto Madryn, todo gestionado independientemente, con amigos de Facebook. Nos preguntan cuándo vamos a ir y nosotros respondemos preguntando a donde podemos ir a tocar”.

-El viaje siempre fue parte de la banda entonces.
Joaquín: -Claro. Al principio íbamos, sin ganar plata, a veces perdiendo, pero está buenísimo, es también un viaje de amigos. Y la última vez que fuimos al sur, hicimos un contacto, pudimos tocar con La Vela Puerca, cumplimos un sueño y nos conoció mucha más gente.

-¿El año pasado fue donde más pudieron materializar todo?
Joaquín: -Venimos creciendo cada año por suerte. El año pasado hicimos casi religiosamente, una vez por mes en Buenos Aires, otra en La Plata, otra en Mar del Plata, también Necochea. Y siempre ves cosas nuevas, yo pregunto en los shows “¿quien es la primera vez que viene a vernos?”, y siempre levantan la mano. Y atrás tengo uno haciendo el análisis de barras (risas).

Precisamente, este fin de semana, el vivo los encontrará en La Plata (viernes 22/2 en Circus) y Buenos Aires (domingo 24/2 en Centro Cultural Konex). “Tocar en el Konex es un logro, lo hemos imaginado siempre y llegó”.

-Además la banda pega con las movidas del Konex, ¡tenían que tocar ahí!
Tomás: -Si, totalmente.
Joaquín: -Es una fiesta que se llama FLASH, hay artistas pintando, tocan cuatro bandas, arranca temprano, y tocamos con Adrián Berra, un amigo con el que hemos compartido Jeites y su proyecto solista. Llegar juntos es sentirnos parte de esta nueva movida de gente haciendo música, y queremos estar ahí adelante, peleando, por esto que estamos haciendo hace siete años, un montón de tiempo.

-Mucha agua corrió bajo el puente ya…
Joaquín: -Cuando empezamos con Tommy, fue escribir canciones, empecé a escribir a los 17, y recién a los 20 como que me mentalicé en escribir más seriamente. Y cada vez que hacia algo lo llamaba a Tommy y le decía “escuchá, escuchá”, se la cantaba y él escuchaba. En el medio pasa lo que pasa en todas las bandas, que llegan responsabilidades que no se pueden descuidar, y al mismo tiempo tenés que cuidar esto que venís haciendo hace mucho tiempo y es muy tuyo, todo original tuyo. No podés perder el tiempo esperando a un manager, a un productor, que te publiquen algo, porque no va a venir nadie, tenés que hacerlo vos. Nosotros tenemos por suerte el apoyo de amigos, un amigo al principio subió 50 temas al Ares, o los acordes de algunos temas a la web. Y de repente la gente tiene temas tuyos en el I-Pod, y vos decís “¿esto de donde salió?”.

-Es difícil que un proyecto sea seguido por todos todo el tiempo.
Joaquín: -Claro. Esto para mi es el proyecto de mi vida, estoy dispuesto a defender en las canciones a morir, y confió en ellas, más allá de mi persona o de la banda en sí. Las canciones van a quedar cuando yo me muera.

La inmortalidad de la obra.
Joaquín: -Ya está. Mátenme (risas).

Ahí vas a vender más pero no lo vas a disfrutar.
Joaquín: -Pero mándenme a una buena isla, como a Michael Jackson.

Jeites 2 es el nombre del segundo disco de la banda, editado a principios de 2012, y el arma que tiene la banda hoy día para presentarse. “Seguimos tratando de divulgarlo, que lo conozca la gente, nosotros lo conocemos de hace mucho ya”.

-Vos capaz ya te pudriste y la gente recién los está conociendo.
Joaquín: -Bueno, aprendemos viendo a Paul McCartney que hace los mismos temas de hace 50 años. Entonces decimos lo mismo, este tema lo vamos a tocar siempre, capaz cuando ensayamos puede pasar que nos aburramos pero al tocarlos en vivo no.

¿Qué siente que fue el cambio más significativo entre este disco y el anterior (Disco Azul)?
Tomás: -El primer gran cambio es que en el primer disco no teníamos batería, era percutivo, habíamos grabado las percus entre todos, y en el segundo disco la batería es lo primero que salta a la vista, entre otras cosas. En el primero no había casi ensayos, éramos dos, tres, y nos pasábamos las canciones. En el segundo ya está todo mucho más trabajado.

¿Qué viene después de estas dos fechas?
Joaquín: -Nos está pasando que vamos a ser padres, hay dos integrantes en una aventura tremenda, y los estamos acompañando. Es la primera vez que nos toca tan de cerca. Podríamos haber sido cualquiera.

-¿Fue como un alivio para el resto? (risas)
Joaquín: -Primero uno y a la semana el otro, que ya estaba de antes.

-Ahí tuvieron dos meses de cuidados intensivos…
Joaquín: Había que guardar balas, claramente. El rollo de la creación estaba a pleno (risas). Nos hizo replantear cosas a nivel individual, qué queremos hacer, y acoplarlo al proyecto. Lo más importante en la banda es que haya una unión y que todos podamos ser felices, si hay tensión y partes desequilibradas, por más que el vivo funcione, hay algo que no está bien. Entonces un poco ahora es parar la pelota, levantar la cabeza, ver dónde está el delantero (risas)…  Aprovechar este tiempo para el cambio, no es casual, hay muchas cosas que queremos hacer, seguro paramos de tocar un tiempo, pero hay muchas cosas pendientes para hacer...