Viticus
Resucitando al rock
05 de Junio, 2012
Viticus festeja sus diez años este sábado 9 de junio en el Teatro Vorterix, y es la excusa perfecta para hablar con los tres integrantes de la familia Bereciartua: los primos guitarristas Nicolás y Sebastián, acompañando a papá/tío Víctor, o Vitico, pilar histórico de nuestro rock.
“Diez años planeando este momento” dice la gacetilla de prensa y Vitico contraataca: “Nunca pensamos que íbamos a llegar a diez años. Yo no lo puedo creer. Alguien me dijo el otro día: ¿te das cuenta de que es lo más consistente que hiciste en tu vida? Y es muy cierto, no paramos, estamos siempre tocando, grabando, filmando, ensayando”.
-No paran un segundo…
Vitico: -No es que tocamos una vez cada cuatro meses como algunas bandas, nosotros venimos tocando todos los fines de semana, y esta fecha es la más importante pero no dejamos de tocar. Estamos viajando por todo el país.
Sebastián: -Por ahí hay bandas que están paradas y buscan un slogan para tocar, tipo “cumplimos 2 años y 3 meses”, o “es el cumple del perro del baterista” (risas).
Vitico: -Yo me hice de abajo de nuevo con esta banda. Ellos se hicieron de abajo por primea vez, y ahora logramos resucitar al rock porque empieza a estar vivo de nuevo. Por una cuestión cíclica, estuvo hace 25 años y ahora parece que vuelve, no se si es la moda o suerte, o es que venimos tocando hace 10 años. Hay muy buenas bandas, es tan difícil llegar, y una vez que se llega, lo difícil es que se mantenga la armonía entre los integrantes. A nosotros nos está sucediendo eso, tenemos armonía, y ahora lo celebramos.
-¿Influye el hecho de que sean una banda familiar?
Vitico: -Influye para bien.
Sebastián: -A todas las provincias que estamos yendo ahora, es el resultado de ir muchas veces para poca gente y sin plata o por muy poquito, y te da la posibilidad de ahora tocar en San Luis para 400 personas. Haciéndonos bien de abajo.
Nicolás: -La armonía de que sea una banda familiar hace que se pueda lograr todo esto, las discusiones que tenemos se conversan, y no podés dejar de verte o hablar, es familia, cualquier pelea al otro día la solucionás y ya está. En otro caso capaz no, y ahí se separan las bandas. Por eso estamos hace diez años juntos, y por eso es el proyecto que más le duró a Víctor, porque es en familia.
Vitico: -Proyecto no, realidad, proyecto es el que está en su casa pensando “ay, voy a hacer esto” y nunca lo hace, conozco gente así. Esto es realidad, la banda en vivo pela, todos tocamos bien, la gasta y nos llevamos bien.
-Y vos te rodeaste de juventud…
Vitico: -Lo gracioso es que Nicolás, cuando una vez me preguntaron a mí si me rejuvenecía tocando con ellos, él dijo que en realidad él se sentía más viejo (risas). Es recíproco, las ganas de ellos y la experiencia mía van perfectas, pero principalmente a todos nos gusta lo mismo.
Viticus editó a lo largo de estos años cuatro discos: Viticus (2003), Súper (2006) Viticus III (2008), Rock Local (2011) y el DVD Voy a Pasar a Buscarte. “Nuestros discos se venden bien por suerte, en una etapa que casi no se venden discos. Hay que jugar con el arte de tapa, pero tampoco gastarse tanta plata para que después salga $200, porque nada reemplaza a la música”, explica Sebastián, quien además de ser guitarrista oficia de Manager en esta movida independiente por la que se encarrila la banda.
Vitico: -Hay que copiar y bajar lo de afuera, y comprar lo original de acá, para que tengamos una música mejor. Además la copia se escucha peor de calidad.
-Es una especie de contradicción el avance tecnológico con respecto a la calidad, que cada vez es más baja.
Vitico: -El problema es la compresión.
Sebastián: -Lo bajás a tu teléfono y te quedó apretado de más y capaz se te pierden los graves, por ejemplo.
Vitico: -La mejor calidad es el disco de pasta, de vinilo. De ahí en más se empezó a bajar, no solo la calidad de sonido sino del arte: la tapa era una obra de arte mucho más importante que la tapa del CD, simplemente por una cuestión de tamaño.
Y en el medio quedaron los cassettes…
Sebastián: -Pero sonaban bien, eh.
Nicolás: -Eran buenos para llevarlos en el auto.
Vitico: -El que mejor sonaba era el magazine, sonaba muy bien pero era totalmente impráctico, había que llevar todo en una carretilla.
Sebastián: -La cinta de cassette se gastaba después de escucharlo doscientas mil veces, pero no saltaba ni nada, y comprimía bien.
Vitico: -Hasta que aparecieron las máquinas de copiar cassettes…
Nicolás, hijo de Vitico, tocó con Riff, en la última etapa de la banda, previa al accidente fatal de Pappo. Allá por el año 2004 y hasta los inicios del año siguiente en el Cosquín Rock, disfrutó de tocar en la banda de la que era fanático, y que además tocaban nada menos que su papá y claro, el Carpo. “Yo iba con mi grupo de amigos a ver a Riff, tocaban bandas todos los fines de semana, había muchas bandas, tocaba Blues Motel, Heroicos Sobrevivientes”, rememora Nicolás sus tiempos de escucha y se centra en la época que lo tuvo como guitarrista de la legendaria banda: “Para mi era como estar tocando como Jimi Hendrix, para mi Pappo era un guitarrista a nivel internacional, de los mejores de la historia, y estaba tocando con él, me dejó sordo, pero bueno, fue lo de menos”.
-¿Cómo fue eso?
Nicolás: -Tuve una lesión en el oído izquierdo, tenía el equipo de Pappo al lado, y me dejó sordo, en el Cosquín Rock. Terminamos el show y después se me tapó el oído y me dijeron “flaco, esto es irrecuperable”. Tuve que tomar antibióticos, yo sabía, mientras estaba tocando dije “uy que fuerte que está esto”. Pero fue increíble, tenia 23 años, era tocar con la mejor banda de rock del país, encima no es que vino él (señala a Vitico) para decirme que vaya a tocar, sino que me llamó Pappo y me dijo aprendete estos temas y vení a tocar. Yo era fanático de Riff desde que era chico, y le dije a Pappo: “me los se a todos”.
Vitico: -Hay que destacar que el único que se acordaba los temas era Nicolás (risas).
Nicolás: -Ese show de Riff de Cosquín sonó de puta madre.
Sebastian: -Fue más parecido a lo que era Riff al principio.
-¿Y ustedes de muy chicos ya tenían el gusto por el rock?
Nicolás: -Yo escuchaba Bad Company, Paul Rodgers en el auto, cuando íbamos de vacaciones, pero cuando vimos la película Encrucijada con mi hermano, pedimos de aprender a tocar la guitarra y nos llevaron con Botafogo. Él después no se dedicó pero yo seguí.
Vitico: -Ellos me pidieron a mi, no es que yo los hice tocar el piano desde los 4 años como hacen algunos.
Sebastián: -Yo un día vi un cassette de Contenidos (Riff, 1982) y vi mi apellido escrito, y le pregunté a mi papá quien era. "Es mi primo, mi primo rockero", me dijo.
Vitico: -En una navidad pidió un bajo y le dijeron "no, no vas a ser como tu tío" (risas).
Sebastián: -Después aflojaron y ahora están orgullosos de que hayamos logrado esto con él.
Vitico rememora sus inicios tocando covers, para luego adentrarse en las filas de La Pesada del Rock and Roll, y también su paso por La Joven Guardia: “Cuando hicimos unos shows de carnaval en Bolivia, gané cinco mil dólares, tanto dinero gané en dos semanas que me fui a Inglaterra”. Pero un año y medio después volvió y había que seguir con la música: “Me encontré con Pappo, y los dos dijimos: “¿te das cuenta de que el rock en el país es Seru Giran?”. Sin discutir la calidad musical, eh, pero dijimos vamos a hacer una banda de rock en serio, y creo que refundamos el rock con Pappo, porque el que lo fundó fue Javier Martínez con Manal. Pero fijate que el rock era PorSuiGieco, ¡pero por favor!”.
-Y ahora lo volviste a refundar…
Vitico: -No, fue un decir, pero que lo mantuvimos como las brasas de un asado seguro. Una de las primeras veces que tocamos con Viticus, en un lugar muy grande, había dos personas y un perro; y nosotros cargábamos los equipos, y los cruzábamos al otro lado del río donde yo vivo. Pero la comparación vale, porque cuando íbamos a inaugurar Riff con Pappo, salimos los dos a pegar carteles. Por eso festejar los 10 años, tocando con un hijo y un sobrino para mí es una alegría total. Y que sea rock.