Miguel Cantilo
A donde quiera que va
04 de Junio, 2012
El próximo sábado 9 de junio Miguel Cantilo presenta su último trabajo, Cantilenas, en el Teatro I.F.T. y charla con El Bondi de su actualidad artística sin olvidarse del pasado, y sin dejar de pensar en el futuro.
A fines del año pasado salió a la luz Cantilenas, el álbum número 22 de este histórico músico del rock argentino. “Tiene más énfasis puesto en la poesía amatoria. Hay cuatro canciones de amor, dos de ellas rayando en el erotismo, que es una veta muy atractiva para mí desde el principio”, describe Cantilo y profundiza también en diferencias con líricas históricas de sus trabajos: “No tiene crítica ni protesta social, ni conflicto, como no sea con la imposición que a veces pesa sobre el individuo de una realidad que no elige, sino que le eligen. También hay una intención descriptiva y costumbrista”.
La novedad que trajo este lanzamiento fue la salida paralela del libro “¡Qué circo! – Memoria y presente de medio siglo de rock argentino”, el cual fue presentado en la pasada edición de la Feria del Libro. La revisión histórica planteada desde su óptica, no lo deja fuera de un análisis de la actualidad: “El rock de ahora me parece muy prolífico y activo, hay muchas bandas de muy diferentes estilos, cosa que me parece bien. Tal vez no haya mucho que me guste en el rock puro y sí en su fusión con elementos étnicos, ya sea nuestros o de otras latitudes”.
No es la primera incursión en la literatura del creador de Pedro y Pablo: allá por 1991 editaba “Señales de vida”, libro de poemas, y en 2000 ofrecía “Chau loco – Los hippies en la Argentina de los sesenta”, su primera incursión en la prosa. Y habrá más para un futuro cercano, ya que Cantilo adelanta que está adentrándose en la ficción, reescribiendo una novela que desarrolló hace veinte años y nunca publicó. “También me gustaría explorar la ópera popular y el teatro propiamente dicho, sin música”, remarca quien allá por 1999 puso en marcha la obra de teatro "Once Corazones", en la que fue autor de los textos de la misma.
-¿Tenés otros proyectos para el futuro aparte de la novela?
-Sí, hay un nuevo libro de poesía que tengo en corrección final y dos proyectos para el 2013, uno con Jorge Durietz (compañero del legendario Pedro y Pablo) y otro a trío con Kubero Díaz y el Mono Izarrualde.
-Has vivido todas las etapas del rock nacional, con diferentes momentos tanto en lo que era el rock como así también en la sociedad argentina ¿cuáles disfrutaste más?
-Disfruté enormemente los primeros años, cuando era público y saltaba abajo del escenario viendo a Los Gatos o a Manal. Luego disfruté en la temporada que pasé en Ibiza, tocando con La Cofradía de la Flor Solar y luego formando Punch en Mallorca. Disfruté también de la “primavera alfonsinista” tocando todas las canciones que siempre me habían censurado, y disfruto también ahora con la banda que formamos hace cinco años y se mantiene incólume.
-¿Qué artistas del rock argentino son los que más admiraste en tu vida?
-Luis Alberto Spinetta, Litto Nebbia, Javier Martínez, Ricardo Soulé, Kubero Díaz, Skay Beilinson, Federico Moura, Miguel Abuelo y Charly García, porque todos ellos han liderado bandas que marcaron la historia de todos nosotros, pero es feo enumerar porque siempre terminás olvidándote de alguno.
-Has tocado en La Perla del Once el pasado año, como así también lo hicieron muchos artistas de las primeras épocas, ¿sirve eso como un reconocimiento a artistas históricos que tanto han contribuido a forjar esta música en el país?
-No, no me parece que tocar en un local que ni siquiera se creó con ese fin, una vez cada tanto, sea un reconocimiento acorde con el aporte cultural que las figuras que ahí tocan se merezcan. Más bien creo que es un espacio emotivo por lo que representa, conseguido por la buena voluntad de Rodolfo García y la buena onda de sus dueños, pero creo que tipos como Javier (Martínez), Como Litto (Nebbia), como Vox Dei, se merecen el reconocimiento de una sala de conciertos equipada dignamente, con gran capacidad, y no una pizzería de Once. Pero, qué vas a hacer, vivimos en Buenos Aires, no en Nueva York.