Juan Subira
“Se están haciendo diferentes platos, pero los cocineros son los mismos”
16 de Junio, 2009
Así define Juan Subirá, tecladista de Bersuit Vergarabat, este momento de la banda en el cual sus integrantes se están dedicando a editar discos solistas. El proceso se inició con su propio “Fisura expuesta”, material que continúa presentando en un ciclo en el Centro Cultura Konex, con el artista uruguayo Socio como invitado.
-Hace poco presentaste el disco “Fisura expuesta” en Buenos Aires Club, en un clima muy familiar…
Sí, fue muy lindo, y estaban muchos de los invitados del disco, otros tenían sus ocupaciones y no pudieron estar, pero la pasamos muy lindo y fue una gran oportunidad para tocar tanto esos temas como algunos inéditos, más canciones de Bersuit que no se tocan frecuentemente.
-¿Cómo te sentiste en la faceta de líder, al tener la voz de mando?
Fue raro, porque no estoy acostumbrado, ni siquiera me gusta ponerme en el centro del escenario, ya que además estoy con el teclado, un instrumento estático y sedentario. Prefiero estar en un costado, si bien tengo que llevar la dinámica, mantener la comunicación del show. Uno está acostumbrado a otro rol, más teniendo gente como el Pelado Cordera (cantante de Bersuit), un tipo tan carismático, y Dani y el Cóndor (coristas de la misma banda) también, que bailan y saltan. Te acostumbrás a estar atrás, tranquilo, agazapado.
-Este disco es muy ciudadano, rioplatense, lugares que Bersuit incursionó mucho, pero acá se nota bastante oscuridad…
Es un poco la idea, el concepto del disco. Ya desde el título, “Fisura expuesta” tiene un poco que ver con el carácter de canciones que son muy densas, con historias suculentas donde aparecen sentimientos como el dolor, la angustia, y la pérdida. La verdad es que me gustó encallar ahí el disco, fundamentalmente por el carácter de las canciones, sentía que eran temas importantes que habían quedado apartados en el tiempo por distintas razones, y me gustaba que salieran a la luz. Y entonces era la oportunidad de hacerlo, ya que no tengo obligaciones de ningún tipo, ni de mercado, ni de vender, ni nada de eso. Se hizo y quedé muy contento.
-Algunos temas los escuchamos en vivo interpretados por Bersuit, como por ejemplo “Salvavidas de plomo”…
Sí, son todos temas antiguos, algunos tienen quince años o más, como los temas instrumentales que pertenecen a los principios de los años ´90, hechos con la banda La Salud de los Enfermos, que existió entre 1989 y 1993, y que ahora me acompaña en vivo. Después hay temas de diferentes etapas de Bersuit. “Salvavidas de plomo”, por ejemplo, es de 1998. Yo por todo esto lo definí como una especie de antología.
-¿A los invitados los elegiste particularmente por las canciones o por la afinidad musical que tenés con ellos?
-Hay obviamente afinidad musical y amistad. A todos los conocía, trabajé en otras ocasiones con ellos, habíamos tocado, tanto con Flavio Cianciarulo como con Gillespie, Andrés Calamaro, Palo Pandolfo, entre muchos otros. Fue como un rompecabezas.
-Hay muchos audios entre tema y tema, ¿cómo surgieron?
-A mí me parecía que estaba bueno para darle una cierta conducción, una especie de viaje. Además siempre los audios tienen el poder de remitirte a una situación, escuchás la voz de Videla (Jorge), de Larrea (Hector).
-Hay un gol de River también, de 1975…
Hay dos relatos, uno creo que es de José María Muñoz y el otro no recuerdo. Busqué audios representativos para cada canción, y que me remitían a otros momentos de la vida. Con la gente me imagino que debe suceder lo mismo, con las voces de la radio, situaciones y personajes que aparecen.
-¿Hay tantas canciones y compositores en Bersuit que era necesario que cada uno saque cosas por su lado?
Necesario no sé, uno nunca sabe en realidad. Para mí a nivel experiencia implica un gran crecimiento, me pasó eso y creo que a los demás les va a pasar algo similar. Ahora salió el disco del Pelado, están el de Osqui y Albertito (ambos guitarristas de Bersuit) prácticamente terminados, y ojalá puedan estar una vez todos los discos juntos en una caja como Bersuit, como una fórmula alquímica desintegrada pero que la podés volver a juntar, porque en definitiva somos las mismas personas que en conjunto formamos un ente.
-Es una mutación más de las tantas que tuvo la banda…
Totalmente, tantos años juntos, compartiendo tantas cosas, te lleva a montones de lugares y situaciones. Fundamentalmente en lo artístico creo que va a ser un gran crecimiento. Ojalá eso después lo podamos volcar en la banda.
-Al principio no eras el que más componía en la banda, hasta el disco “Don Leopardo” (1996) donde fuiste compositor de todas las canciones, ¿cómo fue ese proceso?
En los primeros años metía mucho más por el lado de La Salud de los Enfermos, estaba muy enganchado en lo que era la música instrumental, e igualmente hacía algún tema: en el primer disco está “Homenaje a los locos del Borda” que lo hice con el Pelado, y en el segundo están “Los elefantitos”, “Nepore´y”, “Ausencia de estribillo”. Componía, pero mucho menos, no me enganchaba tanto con las canciones. En “Don Leopardo” sí, además yo me uní al grupo de una manera definitiva, porque antes a veces no estaba, y a partir de finales del ´92 ya me quedé en la banda.
-Ahí se fueron un veranito a Mar del Plata…
En el verano de 1993 nos quedamos con el Pelado dos meses en Mar del Plata y compartimos un montón de cosas: estuvimos viviendo en carpa, vendiendo remeras en la playa porque había que sobrevivir, y después a la noche se malgastaba el dinero que se ganaba durante el día (risas). Fue una experiencia genial de la que salieron todos los temas de “Don Leopardo”, y para mí fue un cambio muy importante en mi vida y que me llevó de lleno al epicentro de la banda y de la canción.
-Muchos dicen que en “Libertinaje” (1998) se da el quiebre de Bersuit, pero en “Don Leopardo” hay una salida de distintas situaciones, y es un disco para tener mucho más en cuenta a la hora de hablar de quiebre ¿no?
Yo opino igual que vos, fue muy importante, porque si bien en “Libertinaje” se da un quiebre al éxito, en “Don Leopardo” logramos superar una estación muy difícil, ya que veníamos de años muy oscuros todos, transitamos situaciones muy complicadas, donde por momentos la gente pensaba que Bersuit ya no existía. Estuvimos seis meses sin tocar en un momento. Y en “Don Leopardo” es como que se logra exorcizar todas esas complicaciones. Con la edición del disco pegamos un gran salto sobre todo anímico, nos dimos cuenta de muchas cosas que logramos cambiar.
-¿Qué diferencias encontrás en el proceso de composición entre esa época y la actualidad?
Muchas, en esa época nosotros estábamos en una forma de composición más caótica, y en “Libertinaje” logramos entender mejor el formato de la canción, algo que se logró también con la ayuda de Gustavo Santaolalla, con todo lo bueno que eso tiene y las contras también, porque siempre fue una banda muy loca: en 1993 en “Asquerosa Alegría” las canciones eran muy deformes. Se ganó entonces y se perdió, hay gente que extraña toda esa locura, y ese tipo de arreglos más elegantes. Nosotros tal vez también, pero entendimos mejor como redondear las canciones, y es parte de la evolución de la banda. También por eso está buena toda esta experiencia personal, ya que en mi disco pude meter cosas deformes y más experimentales.
-¿Cómo era tu relación con la música antes de Bersuit?
Con los chicos de la banda, tanto con Carlitos (baterista) como Pepe (bajista) nos conocemos del barrio, también con Albertito, y empezamos juntos con la música. Mi inicio en la música es paralelo al de ellos. Ingresamos en una experiencia totalmente lúdica, nos juntábamos en mi casa a jugar, y en esos juegos apareció la música. No teníamos casi instrumentos ni sabíamos tocar pero nos divertíamos como locos con un piano que había y gritando, y eso con los años se transformó en música. Fue una experiencia inolvidable, algo muy visceral. Esto era a fines del ´79, golpeando tachos, gritando y al año compramos una guitarrita, una batería, y ya en 1982 tocábamos por el barrio: La Boca, Barracas. Luego al Pelado lo conocimos por el ´85, y la Bersuit empezó en 1988.
-También escribiste un libro. ¿Seguís adentrado en la literatura o estás más abocado a la música?
Tengo material como para hacer un libro de cuentos ya desde hace tiempo, y nunca lo pude completar, fundamentalmente por la cuestión musical y también la familiar, pero me encantaría hacerlo porque sería como darle una continuidad al anterior trabajo, y me gusta ese mundo, la literatura me fascina. Obviamente que requiere mucha dedicación, como la música, y no se puede con todo, ¿viste? (risas).
-¿Cómo sigue el futuro de la presentación del disco?
Bueno, está este ciclo en el Konex, luego seguramente vayamos a Uruguay con Socio, y tal vez en julio a La Plata. Por el momento eso. Ojalá pueda presentarlo en Rosario, Córdoba y todo lo que pinte, claro. Estoy muy contento con esta actividad, me gusta mucho como suena. Y después se verá.
-¿Y con Bersuit? ¿Se verá también?
Ahora hay un impasse, pero no sé cuanto pueda durar, tal vez este año no toquemos, pero no te lo puedo decir de manera tajante porque puede cambiar. Los chicos también están terminando los discos, está ahora el de Pepe que va a trabajar con el Cóndor, otro de Carlitos, y más.
-Todo queda en familia también ahí entonces…
Sí, hay una cocina ahí donde se están haciendo diferentes platos, pero los cocineros son los mismos.