Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
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Nativo

“Es el tiempo de Nativo”

Cronista: Pablo Andisco | Fotos: Beto Landoni

25 de Agosto, 2008

“Es el tiempo de Nativo”

En su sala de ensayo del Norte del Gran Buenos Aires, Gustavo Rowek, Sergio Berdichevsky y Carucha Podestá hablan de “¡Y que!”, el cuarto disco de la banda que cuenta con la producción de Copi (tecladista y arreglador de Héroes del Silencio y Enrique Bunbury, entre otros) y el trabajo en estudio con Mario Breuer, “el ingeniero del rock”.

“Explotó la bomba. Siempre habíamos podido evitarlo, pero ahora nos explotó en las manos y en nuestras cabezas”. Esta es la metáfora que elige Rowek para explicar el parate discográfico de Nativo que incluyó problemas personales y cambio de bajista. A cinco años de “Vos también”, la banda editó un disco en el que vuelven a arriesgar nuevos sonidos y para el que reunieron un equipo de lujo: “Yo a Breuer lo conozco desde antes de V8”, continúa el baterista. “Hacíamos unas zapadas a las que también venía Sergio y se juntaban unos personajes increíbles. Y uno era Mario, un pibe de barrio que tocaba la batería y que empezaba a estudiar para técnico de sonido. Siempre tuvimos una onda impresionante con él, pero nunca habíamos logrado que nos mezcle un disco.”

-¿Qué buscaban en un productor como Copi?”
Sergio:
Queríamos algo de otro palo y él tiene una oreja “europea”, todo lo que es la música inglesa que nos encanta. Era un desafío y quedamos muy contentos con el resultado del audio y en cómo fueron mutando las canciones.
Carucha: Nativo tenía toda esa cosa agreste y dura, y Copi la vistió un poco, la puso más elegante.
Rowek: Copi es un capo, un tipo que trabajó con Bob Ezrin, con Phil Manzanera, además de Héroes y Bunbury solista. El material se compuso a mediados del 2005, en 2006 hicimos la preproducción, y después Copi apareció en marzo, armó el piano y en seguida nos dimos cuenta que era el tipo que buscábamos. Ahí dimos vuelta las canciones, algunas las rompimos todas, otras quedaron más o menos igual.

-¿Cómo fue la sensación de volver al estudio?
R:
Con Sergio tenemos un estudio, en el que grabamos y producimos bandas, entonces nunca nos alejamos del todo de ese clima y nunca dejamos de tocar. Simplemente tuvimos que pasar cada uno problemas personales jodidos, tuvimos que lidiar con nuestra locura, pero salimos adelante.

-¿Se complica trasladar al vivo un disco tan cargado?
S:
Copi ha tocado algunas veces con nosotros, y cuando no vino, secuenciamos. Hay muchas cosas en el disco que están muy cuidadas, muchos arreglitos y a la hora del vivo se remplaza por la fuerza de la banda.
R: Lo que vamos a hacer para el futuro es incorporar un guitarrista invitado, que estará en algunos shows y veremos como pinta la onda. Hay temas en este disco que piden dos guitarras, y Sergio no quería secuenciar las violas, prefería otro violero.
C: Otra cosa que sumamos es que Gustavo además de meter coros en el disco, canta en vivo. Y para mí, acostumbrado a ser la única voz, es mucho más agradable. También Ezequiel (Palleiro, bajista) se suma en los coros, y eso te permite tener otro color musical que no estaba en los discos anteriores.

-¿Cómo organizaron las voces?
R:
Yo laburo las armonías y las melodías, pero siempre adaptadas a la manera de cantar del Caru. Y fue fundamental su progreso, más de uno se va a quedar con la boca abierta. Yo no tenía dudas de que Carucha podía cantar así, creo que él nada más tenía que darse cuenta. Y ese fue otro acierto de Copi, sacar de Caru lo más grosso, entonces se pudo hacer ese disco cancionero que buscábamos.
C: Es el resultado de un trabajo que venía haciendo con los chicos y que con Copi se terminó de cerrar. Yo tengo en la cabeza la frase “Canta, tío, canta”, porque capaz le tiraba un poco de furia y él me decía, “Canta, tío, con el corazón, interpreta”. Entonces te metés adentro, no queda otra. Fue muy divertido laburar, una especie de Latin American Idol.

-¿Sienten que con este disco abren un poco el juego?
R:
Siempre abrimos el juego, para un extremo o para el otro: Nativo siempre fue una mezcla, porque la idea cuando arrancamos era ser libres y que la historia fluyera. Y eso pasó siempre, entonces cuando te dicen “es un disco diferente”, no sé, lo que hace es seguir una historia de cuatro discos que marcan diferentes momentos en nuestras historias y en la de la banda.

-¿Y qué pasa con los seguidores de la primera hora? ¿Cómo toman estos cambios?
R:
Lo que pasa es que Nativo cambió de disco a disco, es un público muy abierto.
S: Siempre están esos fanáticos que te siguen hagas lo que hagas.
C: Es gracioso, porque a veces se te acercan pibes y te dicen: “Che, toquen el primer disco”, y tienen 20 años, y hacés la cuenta y no te da, porque el primer disco es del 98 (risas). “Pará, me estas mintiendo, si tenías diez cuando salió el disco…”
G: También pasa que mucha gente está descubriendo los discos viejos, es como un efecto dominó, si te gusta el disco te pones a investigar

-Copi, Breuer, la firma con Tocka Discos/Sony BMG. ¿Por qué estos factores coinciden ahora?
R:
Yo creo que no hay casualidad, hay causalidad…
C: Estamos mucho mejor. Siempre lo que sostuvo a la banda fue la amistad, nunca negociamos con la banda y atravesamos la tormenta de manera perfecta, por el medio de la ola.
S: Yo creo que en la vida hay un tiempo para todo, y este es el tiempo de Nativo.


Si bien Rowek y Berdichevsky participaron del disco y los conciertos de Mario Ian y Carucha, además de conducir un programa de televisión, es cantante de Coverheads, la banda que versiona clásicos del hard rock, los tres tienen bien en claro dónde están las prioridades:

R: Con Ian nos tocó componer juntos en “Entre el cielo y el infierno”, el disco de Rata en el que él participó, y como nos llevamos muy bien, nos llamó sabiendo que producíamos con Sergio, para que le demos una mano. Como no tenía banda estable, nos dimos cuenta que era mucho más fácil contar cuatro, tocar y coproducir directamente a esperar que busque unos músicos. Cuando salió el disco despertó la curiosidad de mucha gente, por la figura de Mario y porque las canciones están muy buenas, así que se le hace la pata mientras se pueda, es un proyecto bien separado de Nativo, que está más que claro que es nuestra banda.

-¿Y los Coverheads cómo surgen, Carucha?
C:
Nació como un proyecto con un grupo de gente que tocaban siempre en el Roxy con cantantes invitados. Y está buenísimo, porque si alguno tiene show o no puede ir, se suman otros, pasaron Andrés Giménez, Walas de Massacre. Y Steven Adler se copó tanto con la banda cuando la vio, que ahora se va de gira con los Coverheads.

-También estás trabajando en televisión…
C:
Yo estoy muy agradecido a la gente del Canal de la Música que confio en mí. Cuando fue la convocatoria, pensé que era un chiste, pero me mandé, y ahora paso el chivo, tengo un programa de bandas nuevas que se llama “Desde abajo” y va los lunes a las 21.00, y está buena la posibilidad de ayudar a los grupos sin esperar nada a cambio, es una adrenalina también.

-¿Reciben mucho material de bandas nuevas?
R:
Llega mucho sí, a nosotros desde la producción, y a Caru porque está visto como el músico que apoya a otro músico desde la tele, y no como un periodista. Es el Caru de la gente (risas).
C: Lo bueno del canal es que me dejan ser, obviamente dentro de ciertas normas, no voy a salir puteando. Está bueno porque conocés gente, hacés una nota y cae toda la familia, son capaz dos minutos, pero vienen llenos de sueños y yo me acuerdo de cuando empezaba y esas cosas me ponían re contento.

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