El Otro Yo
“El Otro Yo es una estación obligada en el camino del rock”
10 de Junio, 2008
El Bondi estuvo en la conferencia de prensa en la que los hermanos Aldana, Christian y María Fernanda y Ray Fajardo, el núcleo de EOY, presentaron como miembro estable a Diego Vainer, eterno colaborador del grupo. Con Gaby Guerrisi ausente con aviso, el ahora quinteto se prestó al juego periodístico y habló de todo, desde las hermosas dificultades de los comienzos hasta el Obras que se asoma en el horizonte, el quinto en los 20 años de trayectoria independiente e irreprochable del combo de Temperley.
-¿Cómo se hace para mantener una imagen de eterna adolescencia y rebeldía a lo largo de 20 años? ¿Esa postura es buscada o les nace?
Cristian: Nunca nos planteamos eso como un objetivo. Yo siempre me sentí influenciado por la música y capaz eso es lo que te mantiene joven, y lo que tiene que ver con la rebeldía surge de cómo somos las personas, no creo que sea buscado. ¿Vos que opinas, Ray?
Ray: Hay estudios científicos que dicen que la adolescencia se extendió hasta los 30, y justamente es un período en el que se adolece de frustración, confusión, enigmas, búsquedas, y creo que todas esas cosas están en la música de EOY. De ahí nace la rebeldía, que también fue cambiando, porque en un momento pasaba por romper los instrumentos o tocar medio tema y bajarnos. Ahora estamos apuntando más a la solidaridad, a la humanización, y eso se manifiesta también en las letras de los últimos discos. La bronca es algo del ser humano y va a manifestarse siempre que estemos vivos. Además, no somos de psicoanalizarnos tanto, de pensar si somos grandes o chicos para las cosas, por eso el título “Fuera de tiempo”, se trata de ir por nuestro camino, a nuestro ritmo y respetando nuestro sentimiento.
-¿Cuáles fueron esas influencias de las que hablaron?
Cristian: Cuando empezamos con EOY, la banda que más nos influenciaba era The Cure y una de las cosas más locas que nos pasó fue cruzarnos con Robert Smith en una entrega de premios en México. No somos de sacarnos fotos con ningún artista, pero no lo podíamos dejar pasar, porque fue un icono para nosotros, como también lo fueron Pixies, Sonic Youth, grupos muy importantes para ese movimiento de los ’90.
María: Las influencias son muy variadas, porque cada uno fue escuchando música diferente. Ray creció escuchando música más pesada, heavy metal; Cristian más punk rock; yo escuchaba música clásica, después experimental; Diego tiene toda la cosa electrónica y Gabriel aporta el lado psicodélico. Y después están todas las cosas que fueron pasando en estos años, que también influyen a la hora de componer.
-Hace 20 años eran el Nuevo Rock Argentino: ¿Se sientes sobrevivientes junto con Babasónicos de aquella movida? ¿Qué lugar ocupan hoy en el rock nacional?
Cristian: Es difícil verlo desde adentro de este grupo y dentro del rock. Lo que sí creo es que somos una banda que ha perseverado con su música y que si bien estos años nos han pasado por encima, hemos podido aprender un montón sobre cómo hacer las cosas a nuestra manera, cómo encarar nuestra carrera, y creo que es lo que nos ha permitido sobrevivir.
-¿Por qué creés que ustedes y los Babasónicos, que construyeron sus carreras por caminos totalmente opuestos, son los que lograron permanecer?
Cristian: Para mí está buenísimo que existan los Baba y que hayan logrado todo lo que soñaron, me parecen una banda que ha trabajado mucho, nos conocemos desde el principio y han sido siempre los mismos. Somos dos bandas generacionalmente conectadas y de alguna forma hemos logrado tener nuestra propia personalidad, y creo que eso es bueno para destacar a las bandas nuevas, es bueno lograr una identidad a la hora de hacer las cosas.
-¿Por qué creen que pegan en un público tan joven?
Ray: Pasamos por muchas etapas. Cuando empezamos, éramos muy chicos con respecto a la gente que nos venía a ver. Después pasamos a tener la misma edad que nuestro público. Y ahora, un poco porque crecimos y otro porque el público se va regenerando y cambia, hay una fracción muy importante de adolescentes en nuestro público, y para nosotros es súper positivo, porque está muy afinado con nuestra manera de hacer música y el proyecto de la banda. En cierta manera la música del EOY es una estación obligada en el camino del rock. Y también hay padres que les sigue gustando la banda y vienen con sus hijos, y para nosotros está buenísimo
-¿Hubo algún punto de inflexión en el que se dieron cuenta que aquel proyecto inicial podía trascender?
Cristian. En los primeros shows lo que queríamos era no perder plata. Después empezamos a tocar como invitados de una banda que hacía covers de Joy Division, y ahí empezamos a armar cosas en Die Schule y Cemento. Los compromisos a la hora de asumir los costos de un show eran mucho más grandes, había que instalarse en las radios, los diarios, pero a medida que sumábamos gente a los shows, podíamos cubrir costos cada vez mayores. De a poco empezamos a poder vivir de la música, que es una de las cosas más lindas que te pueden pasar, cuando uno tiene una vocación, vivir de lo que a vos te gusta. Eso empezó a pasar a partir de “Mundo”, y con el disco triple, entre el ’95 y el ‘97, cada vez convocábamos más gente. Fueron etapas muy lindas, porque nos costó mucho llegar hasta ese lugar. Me acuerdo cuando juntamos el dinero para grabar “Mundo”, teníamos el disco listo y para grabar en CD juntamos la plata en un show con Actitud María Marta en Cemento.
-¿Cuáles fueron las influencias para el camino independiente?
Cristian: Caímos en el camino de la independencia y la autogestión básicamente por instinto, porque cuando arrancamos no había un público para la música que hacíamos, entonces no había muchos interesados en grabarnos. Ahí decidimos grabar nuestro primer casette, con dos decks en la sala de ensayo, que luego se transformó en un disco. Después tuvimos la oportunidad de grabar Traka Traka en un estudio importante, gracias a Melero y Mollo que estaban por ahí dando vueltas y convencieron a Victor Ponieman, que era el dueño del Estudio Aguilar, uno de los que más invirtió energía en aquel movimiento de los primeros 90. Y ahí fue cuando decidimos tener un productor y nos recomendaron a Guillermo Piccolini, que estaba con Pettinato en Pachuco Cadáver, una banda buenísima. Nos contactamos con él, lo invitamos a un show en Cemento y le gustó la banda y se convirtió en nuestro primer productor. Y después volvimos al camino inicial, grabando “Mundo” en una porta estudio dentro de un Dodge Polara. Después vino el disco triple, y con lo que fuimos generando con los discos pudimos acceder a un estudio mejor, hasta llegar a “Abrecaminos”, que nos abrió la puerta al mundo.
-Ya el día a día en cualquier banda es complicado. ¿Cómo lo llevan ustedes que además que son hermanos?
María: Bueno, antes que nada por la tolerancia, al estar tantos años juntos aprendimos a conocernos y saber cuáles son los botones rojos que hacen saltar al otro y cuando uno está sacado, lo dejamos ser y después hablamos. Se generó una fraternidad de grupo, como si todos fuéramos hermanos, no sólo Christian y yo. Hablamos mucho en las giras, siempre hay algún tirabomba que dispara la conversación y podemos pasar horas hablando, participan el chofer, los asistentes. Eso pasa mucho en el grupo y creo que nos ayudó a la hora de la convivencia todos estos años.
-Para Diego: ¿Cómo fue tu contacto con la banda?
Diego: Yo empecé a trabajar con los chicos hace unos trece años, más o menos desde “Mundo”. Y la primera vez que puse algo en la consola, me parecía que había algo que me faltaba comprender, y si ahora estoy acá es para seguir comprendiendo qué es lo que pasa. Generamos mucha conexión musical, y, sobre todo, de ética musical. EOY fue la banda que me hizo regresar al rock porque en un tiempo estaba muy metido en la electrónica.
- ¿Cuál va a ser tu función a partir de ahora, que estás como “miembro oficial”?
Diego: Pasé por varias etapas, en un momento fue mezclar un disco, en otro momento producir, y cada tanto tocaba teclados en los shows, inclusive antes que entrara Ezequiel. Y para mí siempre fue un lugar de mucho disfrute, y estoy a disposición, sea para teclados, guitarras, remixes. No me veo como un “tecladista” para EOY, sino como un socio musical y tengo una profunda fe en el lugar que ocupa la banda.
-¿Cómo están para el vivo en Obras, que además es la presentación de “Fuera de tiempo”?
Cristian: Este es el quinto Obras que hacemos, y ya pasamos muchas veces por la preparación de un disco para llevarlo al vivo. Y ahora en los ensayos disfrutamos un montón, estamos sonando de un modo muy intenso y estamos muy entusiasmados por tocar este disco y más en Obras, un lugar en el que podés poner todo en cuanto a estenografía, luces, sonido: queremos que se note que arriba del escenario hay una banda que tiene veinte años. También estamos muy contentos de que nos acompañen bandas de esta escena nueva, como Charlie 3, El Mató a un Policía Motorizado y Shaila, porque en algún momento estuvimos en ese lugar.