Viticus
“Lo más divertido en una banda de rock es hacerse de abajo”
03 de Junio, 2008
Viticus vuelve al ruedo. Después de nueve meses se presentan en Capital y prepara disco nuevo. El Bondi compartió una hora en el Tigre con Vitico y Sebastián Bereciartúa, tío y sobrino, bajo y guitarra de una banda que nació a orillas del lago Titicaca, la rompe en el País Vasco pero mantiene los pies sobre la tierra en la mítica casona del Delta.
-Cuándo empezó esta historia, dejaste claro que no era un proyecto solista, sino arrancar de nuevo con otra banda.
V: Y lo sigo diciendo, yo formo parte de Viticus. Soy el veterano, pero igual me he hecho de abajo estos seis años, a veces tocás por nada, y lo principal es que a todos nos gusta lo que hacemos. Ahora estamos en un buen momento, como para seguir creciendo, además somos independientes y no hemos recibido más ayuda que la de algunos amigos a los que les gusta el rock.
-¿Por qué esa decisión de empezar de cero?
V: Porque para mí es natural en una banda empezar de cero. No me creo mucho eso de la fama… Lo que hice antes, ya está, esto es nuevo y lo más divertido en una banda de rock es hacerse de abajo
S: Yo me acuerdo en ese momento él tenía el proyecto de grabar los primeros discos de Riff, que tenían un sonido muy malo, con un sonido actual y con la formación de Riff, pero era imposible reunirlos a todos.
V: Y además el Carpo se mandó con lo suyo, ese último disco tan bueno que hizo, y yo largué con Viticus, hice cuatro temas muy míos de Riff, con el sonido que quería.
S: Nico ya estaba, justo apareció el Vasco y nos pusimos a tocar. Y salió al toque. Y cuando tuvimos una lista de temas, Álvaro Villagra nos abrió una puerta y quedó ese primer disco que está buenísimo y a la gente le encanta.
V: Y ahora nos queda lo que está por pasar, que es lo más lindo, espero que le vaya muy bien. De mi parte, es autobiográfico en las letras, y en la música creo que estamos sonando como pocas bandas pudieron sonar.
-¿Cómo fueron aquellos inicios? ¿Es cierto que se formaron en un bar de Bolivia?
S: Algo de eso hay. Yo hice un viaje por Latinoamérica y a la vuelta vendí la sala que tenía en Saavedra y sin pensarla demasiado me fui y puse un bar en el Lago Titicaca, daba el lugar, porque estaba lleno de turistas y no había nada. El bar funcionó bien, y se formó una banda que anduvo muy bien, tocamos en Perú, en México. Y cada vez que venía, lo visitaba a Vitico y le mostraba los demos y los discos independientes Me acuerdo que una vez acá, en esa misma mesa, estaban Pappo y Vitico comiendo, entonces me presenta “Este es mi sobrino, que vive en Bolivia…” y el otro, casi sin levantar la vista: “¿Trajeron algo? (risas). En un momento Vitico me dice que quería ver como era la historia, todo lo que yo le contaba y se quedó un mes y medio allá. Y empezamos a zapar, una cosa muy tranqui en un bar de un amigo alemán que todavía está ahí, los temas que después formaron parte del primer disco de Viticus, como “Fugitiva”, “No sé si voy a volver”. Después mi mujer quedó embarazada y nos vinimos para acá y al rato empezamos a ensayar acá enfrente.
-¿Y el público y la prensa entienden que esto es Viticus y no un proyecto solista?
V: No tengo la menor idea… (risas)
S: Nos dicen “no aflojen, métanle para adelante”, y yo siempre digo, si no afloja Vitico, no vamos a aflojar nosotros. Así empezamos y así seguimos. Y la prensa, nos ha tratado bien, porque le gustó lo que hicimos. Nunca vamos para atrás, aunque no haya muchas anticipadas, nos mandamos. No pedimos nada más que lo necesario, no queremos que nadie se funda porque fuimos a tocar.
V: La idea es que todos estén contentos, la gente por supuesto, el productor y nosotros. Para eso, el leit motiv de Viticus es tocar más cobrando menos, y para eso te tiene que gustar mucho tocar, y no ser un boludo que se cree una estrella porque te pasaron por la radio 500 veces por copiar algo. Nosotros vamos por mucho menos, llevamos más gente y tocamos mejor.
-¿Vivir lejos del centro, en el Tigre, tiene que ver con esa filosofía para encarar el rock?
V: Y sí, ya tiene tantos años esa casa…
S: Y mirá el frío que hace y ahora tenemos que cruzar los equipos. Hay que cruzar el río para llegar ahí, no es joda.
V: Por eso estoy tan joven, con tantos años de rock.
S: Podría ser más fácil armar una sala en capital, estar más cerca. Pero estar en esa casa es impagable, y por ahora nos está yendo bien así que no vamos a cambiar. Lo nuestro sigue siendo bien artesanal, a pulmón y todo, como que hoy Vitico tenga que agarrar el auto, buscar la batería, a mí y ahora cruzar en bote y ponernos a ensayar.
-¿Por que eligieron La Trastienda para este show del 7 de junio?
S: A la gente le gusta, es un lugar en el que estamos instalados y no hay muchas más opciones, porque si no tenés que irte a un lugar como el Teatro de Lacroze que es de mil personas, y no da, porque son otros costos y no estamos para arriesgar. La Trastienda es un termómetro, está dentro del circuito y de la industria y si uno va y lo revienta capaz que la gente abra los ojos. Ojalá llegue el momento que quede gente afuera y poder repetir.
-Están preparando el tercer disco de estudio. ¿Vienen haciendo temas en vivo?
V: En La Trastienda vamos a presentar tres temas, para que la gente vea que estamos produciendo cosas, que no nos quedamos en los discos anteriores, ni en Riff, ni nada. Estamos haciendo cosas nuevas para la gente y para nosotros mismos.
S: No es la presentación del disco, ya habrá lugar para eso.
V: Además por la experiencia de Riff, a la gente le gusta lo que conoce, entonces hay que dosificar eso que ya conoce con lo que uno quiere que la gente conozca, porque estás orgulloso de lo que hiciste y sabés que cuando lo conozca van a saltar con ese. Hace falta un tiempo para que la gente lo entienda y lo asimile.
-¿De Riff siempre están haciendo los temas tuyos?
V: Generalmente sí, lo vamos variando. Igualmente, siempre en los shows hay algún tema de Pappo; eso es lo que hacemos por él, ningún tributo ni nada.
S: La gente se vuelve loca, cuando hacemos “Profanador de tumbas” o “Ruedas de metal”, porque son temas muy identificados con él, te lo imaginás tocando arriba. Ahora capaz hagamos “Macadam”, que es una trompada. Vamos variando los temas de Riff que son bien de Pappo con los de Vitico.
V: Hay que diferenciar esto que hacemos con los que hacen tributo a Pappo. Nosotros no hacemos eso, se ha equivocado alguien en un cartel y puede ser que salga, pero hacemos lo nuestro, y siempre dentro de lo nuestro hay un homenaje, y es inevitable y es natural; pero nunca vamos a explotarlo, ni a usar el nombre de un amigo muerto.
-¿Cómo se generó la onda con el Pais Vasco? ¿Tiene que ver el apellido?
V: Hay un hándicap importante, que es lógico.
S: Hicimos una búsqueda impresionante. Hay una casa en un pueblo que se llama “Bereciartúa Etxea”, y de ahí venimos todos… Tiene como 500 años, hay una cañonera en una pared, impresionante, es un pueblo muy antiguo. Hasta pensamos que la casa podía ser nuestra, pero ya la habían vendido...
V: Es un lugar que junta lo más rancio de lo vasco, lo más cabeza dura; ahí fue que engancharon a los de Herri Batasuna, y los declararon ilegales. Ahí está la base de la esencia, lo que no quiere decir que estemos de acuerdo. Siempre que seas respetuoso con ellos, ahora, si le faltas el respeto, pero como somos vascos no cabía esa posibilidad, son muy hospitalarios, te abren sus casas, te dan de comer. Pero si vas en contra, o si sos español, es distinto.
-¿En qué lugares tocan?
S: Hay de todo. Hicimos shows en un hotel cinco estrellas, en un formato chiquitito, eléctrico pero con poco volumen. Es difícil porque hay que sonar bien y sin molestar, en un restaurant con toda la gente comiendo. Y también tocamos en las fiestas: cierran el caso histórico de la ciudad y son miles y miles de personas durante siete días, es recinto libre en el que no puede entrar la policía y donde todos son libres de expresar lo que quieran, desde fumar marihuana hasta pedir por los presos políticos. Y no pasa nada, ves a un punk al lado de un yuppie total, y nadie jode a nadie, son siete días de chupar y bailar. Arman cuatro escenarios y llevan cada banda, estuvo Alpha Blondie, Iggy Pop, Carlinhos Brown, y lo que queda de Guns ‘n Roses…
V: No se trabaja, andan los subtes toda la noche, y lo único que no está permitido es el acoso sexual, entonces ves a las chicas de 16, 18, 20 años, que se agarran unos pedos terribles, pero nadie se mete con ellas. En esa semana es como un trato.