Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
Seguinos en
Banner

Karamelo Santo

“El arte siempre se abre camino"

Cronista: Pablo Andisco | Fotos: Beto Landoni

13 de Marzo, 2008

“El arte siempre se abre camino"

Karamelo Santo se despachó con “Antena Pachamama”, un trabajo con un pulso bien rockero y demostrando una fertilidad no muy común en estos tiempos. El Bondi te acerca un mano a mano con Piro Rosafa, cantante y percusionista de la banda que nació en Mendoza, ancló en Buenos Aires y se lleva el mundo por delante.

-¿Cómo se las ingenian para grabar discos y al mismo tiempo estar tocando permanentemente?
Estamos encontrando una velocidad crucero, algo que buscábamos hace tiempo. La idea es que los discos no fueran más allá de un año y medio. No exagerar la información, que sean cortos, con buenas canciones.

-¿Cuándo encuentran los momentos para componer?
Estamos en constante movimiento, aunque hay etapas más calmas. De todos modos uno aprende a crear en el caos, y muchas canciones nacen ahí y no en la paz, a veces nacen de dolores o de conflictos a los que hay que ponerle el pecho.

- ¿Cómo surgen las canciones?
Cada uno tiene la gimnasia de componer por su lado y cuando pinta lo acerca a la banda. Esa es la onda, no empezar a componer cuando necesitamos sacar un disco, sino que sea un hábito. Casi siempre quedan las canciones de los cantantes, porque somos los que tenemos más facilidades para bajar línea, pero en la parte musical cada uno de los músicos aporta desde su instrumento y termina de conformarse la personalidad de la canción, por eso es que se comparte la autoría.

-¿Qué es lo que buscan transmitir con Antena Pachamama?
Es un llamado de atención a la cuestión ecologista, algo que tenemos bastante descuidado y el planeta nos está dando señales de que estamos accionando mal. Por un lado eso, por otro lado pachamama remite a la identidad, a una cuestión muy profunda con nuestras raíces, de reconocernos cada uno de donde venimos y quienes somos para apuntarle mejor a donde ir.

-¿Por qué eligieron versionar artistas tan representativos como Bob Marley y Sumo?
Marley nos encanta y siempre está bueno hacer algún tema de él. Hicimos “So much trouble in the world”, un tema súper vigente pese a que fue compuesto hace 30 años. Le hicimos la adaptación al castellano, porque, si bien la gente siente conexión más allá del idioma, es darle una vuelta más de rosca y cerramos el toque Karamelo metiendo una clave de cumbia. Esperamos que Bob esté conforme (risas). Y Sumo fue una banda que formó parte de nuestra discoteca desde chicos y una influencia enorme desde lo musical. Recaímos en “No tan distintos”, que también tiene una temática actual: la vida automatizada, la gente muy ciega con sus problemas, y la guerra siempre dando vueltas.

-¿Por qué eligieron a Los Trovadores de Cuyo para reversionar “La kulebra del amor”?
El disco tiene una impronta bastante rockera, entonces pensamos que hacía falta un remanso, y para logra ese clima nada mejor que Los Trovadores. Les mostramos el tema y ellos lo arreglaron como un vals típico cuyano y nos pareció un crimen modificarlo, así que ni siquiera participamos de la grabación.

-¿Qué opinás de la relación siempre problemática entre el rock y el folklore?
Creo que sigue habiendo una distancia. El folklore ha sido muy tirado a menos; es un bajón, pero lo veo como una actitud de supervivencia. Actualmente hay gente nueva que está haciendo cosas buenísimas más allá de las canciones tradicionales, respetando algunas estructuras pero encarando una realidad nueva desde las letras. Sin ir más lejos, Tilín Orozco, que participa en el disco, en dúo con Fernando Barrientos están haciendo unas músicas bellísimas con letras propias. También está Arbolito, aunque ellos tienen un perfil más latinoamericano.

Ya hace más de una década que Karamelo Santo dejó Mendoza para instalarse en el porteñísimo barrio de La Boca. La voz de Piro cobra doble valor entonces, para analizar el complejo entramado del circuito rockero de Buenos Aires y también para conocer cómo es abrirse camino con el rock lejos de la capital.

“Está complicado el tema para las bandas que empiezan porque no tienen un canal donde expresarse, pero por otro lado está Internet, que generó otras formas de expresión, es como el nuevo garage”, reflexiona Piro, y hace memoria: “Nosotros vinimos con una mano atrás y otra adelante, y nos las ingeniábamos para tocar en cualquier lugar y ahora eso es imposible. Está difícil, pero yo creo que todo es cíclico y ya se está tocando fondo en este tema. Y el arte siempre se abre camino, hay casas en las que se organizan fiestas clandestinas, la gente abre la puerta y en el patio toca una banda. Así es como empezamos en Mendoza, que además tiene la contra de se una ciudad muy conservadora, más aún a principios de los ‘90.”

-¿Hubo mala onda en Mendoza por el hecho de instalarse en Buenos Aires?
Durante un par de años fuimos los herejes, y los entendemos, porque a veces la gente se arraiga a cosas o artistas con los que se siente identificado, y cuando no está esa voz te ofendés. Pero con el tiempo se fueron dando cuenta que era una necesidad de crecer y nunca renegamos de nuestro origen. Cuando vieron una nota nuestra en una revista alemana con el mapa de Mendoza vieron que éramos mendocinos de aquí a la China. Ahora cada vez que volvemos el agite es mayor y vamos a estar en la Fiesta de la Vendimia que es una vuelta al círculo bastante interesante, es como cerrar un ciclo de diez años que nos fuimos de Mendoza en la fiesta más importante de la provincia.

-¿Se siguen sorprendiendo con cada viaje a Europa?
Sí, el año pasado estuvimos por primera vez en Croacia, en un festival de música muy extrema, porque es la forma que tienen ellos para descargar todos los problemas que les toca vivir. Después nos enteramos que muchos de los locos que estaban rockeando y sacándose la mierda, un año atrás habían estado en la frontera con un fusil. Es muy especial llegar a lugares con historias tan intensas hace tan poco tiempo, con lenguajes tan extraños donde sólo te comunicás a partir de lo musical.

-¿Qué tipo de gente los va a ver?
La gran mayoría del público es europeo, y así fue que pudimos colar en festivales súper importantes como el Roskilde en Dinamarca, o el Hurricane y el Southside en Alemania. Son lugares para 100 mil personas y producciones monstruosas que te dejan boquiabierto y una onda total, en la que terminás tomando mate con los Chemical Brothers.

-¿Se preguntaron alguna vez por qué los alemanes, a quienes suponemos tan distintos a nosotros, se copan con la onda de Karamelo?
Supongo que porque vamos a romperle los esquemas, la gente participa mucho en nuestros shows, y les llama la atención que el concierto no tenga una estructura, después se arman guitarreradas, y eso les cae como un yunque en la cabeza.

-En “Antena…” hay un libro extra con las letras traducidas. ¿Manejan la posibilidad de grabar en inglés?
No, decidimos hacer eso porque la banda ya tiene un perfil internacional que no se puede esquivar, que nos hace muy bien porque viajar es un motor muy grande para seguir tocando. Hay mucha gente que se divierte cuando tocamos pero quiere saber un poquito más de las letras, es para generar un puente, pero ni en pedo sacamos un disco en inglés.

-El 15 de marzo a las 21 están tocando en Niceto…
Sí, es la presentación oficial y ahí estamos, con los nervios clásicos de siempre. Vamos a tocar todo “Antena…” más el repertorio de nuestra carrera, los temas que generalmente están en nuestras listas. Y la cereza del postre va a ser la presencia de Los Trovadores en vivo y en directo haciendo su versión de “La kulebra”, un lujo que nos queremos dar. Además estamos colaborando en cada concierto con la gente de la Fundación Cor, que ayuda a los hijos de personas con VIH-SIDA, así que estamos recibiendo ropa, alimentos, libros, cualquier cosa útil que puedan acercar.

TODAS LAS FOTOS