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Mel Muñiz

Mel Muñiz: "Me gusta el juego de reinterpretarme a mí misma"

Cronista: Sergio Visciglia | Fotos: Anabella Reggiani

06 de Mayo, 2021

Mel Muñiz: "Me gusta el juego de reinterpretarme a mí misma"

En constante movimiento con nuevas versiones de su disco debut, la cantautora nos abre las puertas de su mundo musical, desde su niñez escuchando vinilos hasta su prolífica actualidad apasionadamente aguerrida.

El gatito se sube al regazo de Mel Muñiz y posa junta a ella para las fotos de rigor compartiendo un protagonismo que también intenta la gatita. Más escurridiza, pasea por el estudio decorado por hermosos instrumentos de cuerdas con la familia de ukeleles como figuras centrales. Llega al comedor y juguetea con el nylon que cubre a uno de los tantos discos que afloran desde el mueble.

En la casa de Mel se respira música. También en cada una de sus palabras que nos compartirá de principio a fin. Con una sonrisa gigante nos adelanta que Aguerrida (2020), su álbum debut, tendrá próximamente su edición en vinilo. “Lo tomo como algo muy épico en mi carrera”, admite la cantante. Le cuaja perfecto a ese combo de diez canciones repletas de nostalgia, interpretadas por su potente y melancólica voz que se desenvuelve perfecto en el cruce de estilos clásicos que viajan desde principios del Siglo XX hasta la actualidad.

“De chica, la primera música que recuerdo de escuchar, elegir y ponerla, era en vinilo, mi viejo tenía un combinado, muy estilo los ochentas”, recuerda con entusiasmo. “Ahí, a los seis años, ya había aprendido a levantar la púa y poner los discos. Agarraba Thriller de Michael Jackson y me pasaban muchas cosas al mismo tiempo, una mezcla de emociones, iba de tener miedo a querer bailar sin parar”. Nos muestra su colección actual al tiempo que nos hace un recorrido con los distintos equipos que fue comprando, restaurando y cambiando hasta quedarse con lo actual que decora perfectamente el living.

-¿Cuánto pasó desde ese momento de descubrimiento musical hasta que empezaste a crear?

-Fue cuando empecé a tocar la guitarra y sacar canciones, más o menos a los 15. Ahí me puse ya a componer, así jugando dentro del estilo de lo que escuchaba. Pero igual hace poco encontré registros anteriores de niña que encontré en cassettes, donde estaba paveando melodías de canciones conocidas y de repente “che, esto es puro invento, no es de otras canciones, son letras y melodías inventadas”. Así que se ve que jugaba mucho e improvisaba, algo que hacen muchos los niños, tal vez no tan consciente, pero los niños dibujan, bailan, cantan, inventan todo el tiempo. Pero formalmente digamos que arranqué a los 15, 16 años.

-¿Desde ese momento ya arrancaste a formar grupos?

-¡Sí, yo tenía bandas antes de aprender a tocar! Lo cual es una parte importante de mi formación, así es mi vida. Con unos amigos escuchaba más rock y punk, y después formaba parte del grupo de la escuela donde tocábamos temas de Zappa, Living Coluor y los pibes que estaban re tocaban, así que me tenía que aprender esas melos y cantarlas. De repente ya tenía dos bandas.

Desde entonces hasta la actualidad Mel Muñiz fue pasando por muchas agrupaciones y una incontable cantidad de estilos musicales en su haber, con su paso por la Escuela de Música de Buenos Aires (EMBA) consolidando su apertura a nuevas ramas musicales. “Creo que hay algo del rock que es muy especial, muy de la adolescencia aunque hoy en día me sigue encantando. Escuchabas mucho eso así que era lo que terminaba tocando al principio. En la EMBA empecé a estudiar formalmente y ahí era todo más aplicado, con ensambles de distintos géneros”. La apertura musical le abrió un nuevo entramado musical pero hace memoria y encuentra al funk como un buen hilo conductor. “Desde aquel primer recuerdo con Michael Jackson, pasando por el pedido a mi abuela para que me compre el cassette Chaco de Illya Kuryaki, el descubrimiento de Living Colour y mi fascinación por James Brown, todas funcionaron como una especie de guía sin darme cuenta”.

Si la EMBA fue su educación académica, su paso por el grupo Las Taradas lo reconoce como ese aprendizaje más de las raíces de todo el folklore latinoamericano. Y ahí llegan La Familia de Ukeleles (“es un mix de estilos, curtí mucho a Agustín Lara, Los Panchos, por ejemplo”), Bourbon Sweethearts y el dúo con Rodrigo Núñez (“swing y jazz, y canto en inglés que me encanta”). “Es por esto que me enorgullece decir que siempre toqué con gente, porque realmente me nutrió mucho”.

-Siempre te escuchamos cantar en inglés, salvo algunas cosas con La Familia de Ukeleles. Llega Aguerrida en plan solista, completamente en castellano…

-Me saqué todas las ganas de tener muchas bandas de swing y de golpe llegué a un lugar donde quería hacer algo solista. Ahí quise hacer algo que no tenia en otras bandas. Cuando estaba por grabar el disco, quien hoy es mi manager me incitaba a cantar en español, y fue como si se abriera una canilla y de repente se me cayeron un montón de canciones en español. Yo tengo algo que parece que soy muy dispersa porque hago muchas cosas, pero también me enfoco mucho en algo y ahí funciona. Entonces me puse a ver que pasaba si escuchaba solo determinada música, por ejemplo. En ese momento tenía temas viejos, varios en inglés y algún que otro bolero, nada más, y me puse a laburar con el productor Juan Pablo de Mendonca que vivió en Cuba y México. Encontrarse con personas así, que te hermanas desde el gusto musical, es muy hermoso porque no hay dudas, laburo muy fácil con él. Le empecé a llevar los temas y me pidió el doble de los temas que iban a quedar, y de repente surgieron. Me empecé a armar playlist inspiracionales con él, había una que se llamaba Melita Salsera, otra de valses, analizaba mucho las letras o lo que producían las armonías y melodías, y así surgió Aguerrida. Y ahora en tiempos de pandemia ya estoy componiendo nuevamente, tengo 23 temas y hay tres que son en inglés. No le cierro la puerta, tal vez el próximo disco tenga algo en inglés, veremos que sucede.

“A veces me ha pasado de caminar por la calle, que se me caiga una melodía por la cara y tener que agarrar el celular y grabar audios al instante para que no se pierda, pero soy más de sentarme a componer con pedazos de cosas escritas alrededor”. Allí entonces, esa “oficina compositiva” de Mel se puede llenar de hojas, notas del celu, cuadernos de colores llenos de frases y más. “Desde el vamos mi espacio de laburo está con bocha de info. En general laburo desde alguna armonía que me gusta y empiezo a improvisar con pedazos de cosas hasta que sale una idea y desde ahí se pule. La melo y la letra van medio al mismo tiempo entrelazadas. De ahí sale lo que quiero decir, o a veces sabiendo lo que quiero decir todo lo que tengo alrededor es solo de esa temática en cuestión”. Una de los puntos más altos del disco es el bolero ranchero “Apasionadamente”, que sale de esta práctica compositiva y la cantante lo reconoce como “uno de los temas menos fatalistas del disco”. “Yo soy la reina del drama, soy así en la vida, por suerte lo puedo canalizar un poco en la música si no sería todo peor (risas). Este tema tiene algo melancólico desde un lugar que suena desde la palabra y lo musical no tan dramático, como un bienestar”.

-¿Cómo surge la idea de hacer el cover “Constelación”?

-Yo estoy haciendo la carrera de astrología. Es más, como que trato de contenerme porque estoy todo el tiempo relacionando las cosas con los signos, quiero hacerlo pero me controlo. “Es que soy muy geminiana”. “Pero no lo digas” (risas). Yo le cuento a Juampi mis ganas de hacer un cover de un tema que me encante- Allí salió “Stardust”, un standard de jazz del compositor Hoagy Carmichael, que yo canto mucho, de hecho lo tengo grabado en mi dúo con Rodri. Pero traducir letras no es fácil. Ahí le pedí ayuda al escritor Pedro Mairal, a quien adoro y le di clases unos años donde me traía sus hermosas composiciones y yo le daba opiniones con recursos armónicos. Así que ahora fue al revés, le mandé yo para que me ayude. Me hizo la devolución al toque, la leí y vi que todo eso estaba habitando con mi proceso de dejar de coquetear con la astrología y decidir ponerme a estudiar eso. Es muy loco porque fue casual toda la relación, pero a su vez viéndolo ahora me doy cuenta de que hubo todo un proceso detrás de eso. Bueno, si vamos al caso, Aguerrida lo compuse todo conviviendo con mi ex. Fue en octubre de 2019, y en marzo de 2020 estoy separada con disco terminado y de golpe digo “estoy viviendo todo lo que me pasó y cuando escribí ni pensaba en que me iba a separar”. Obvio que son cosas del inconsciente que me decía “esto ya está en cualquiera así que voy a aparecer en tus canciones” (risas). Eso me pegó un montón. Hay mucho del arte con eso, uno a veces quiere contar una historia pero te pasa por encima un tractor. Ahí está la magia, desde el lugar de compositora y también desde escucha, aquello que te conmueve o no. Dentro de la poética de la letra te podés imaginar cualquier otra cosa diferente a lo que pensó quien lo compuso.

-Algunos quieren indagar y otros prefieren que no.

Está buenísimo eso de indagar en las letras pero a veces puede ser un camino sin retorno. Por ejemplo “Nosotros”, bolero re famoso, la versión mas escuchada que tengo es de Los panchos, en algún momento me llegó la información de lo que se trataba. La letra es medio confusa, como una ida y vuelta constante, y resulta que él estaba enfermo terminal y ¡uhhh, que bajón! Ningún corazón va a igualar esa situación fatalista total, me pareció hermoso, pero de ahí no volvés. Lo que sí hago, es que si tengo que cantar un tema, sí me puedo inventar otra historia en mi cabeza, pero como oyente no. Me ha pasado de cantarle la misma canción de amor roto a un montón de chicos distintos, mil veces, no te voy a mentir (risas). Hay un tema que canté mucho con La Familia de Ukeleles, “I fall to pieces” de Patsy Cline, que es una mina que cuando ve al tipo se le cae toda la estantería. Lo tocamos como nueve años, ¿sabés a todos los que se los canté? ¡Me rompieron el corazón mil veces!  Tal vez es más difícil reinterpretar una canción tuya que le hiciste a alguien que ya no estás más enamorado, pero también tuve que hacerlo. A mi me gusta el juego de reinterpretarme a mi misma. Mi inspiración se basa en que el sentimiento sea genuino y del momento.

En este 2021 Mel Muñiz está sacando reversiones de las canciones de su disco debut. La de “Una gota de amor”, recién estrenada, cuenta con el featuring de Rulo, músico chileno que también toca con Mon Laferte. “Es una versión con piano, con una gran interpretación suya, es un gran cantor”. Ya había salido la de “Somos hermanas” junto a las artistas Acus y Sof Tot, su emblema de la lucha feminista el cual admite que le costó mucho componer. “Sabía que quería hablar de sororidad y de la lucha feminista pero no quería ser bélica”.

-¿Cómo llegaste al resultado?

-Lo que más me importaba era que se entendiera y darse cuenta de que todas las mujeres estamos conectadas desde un hilito fino transparente. Tenemos esto en común, esto nos une, esta lucha es nuestra. Se me ocurrió esto de vincularlo con las flores fui buscando los significados de cada flor. Me armÉ el juego de elegir las flores que tengan los significados que me gustaban. Con la música yo quería mas que sea bolero, tumbado de bajo más específico. Juampi me decía que le hacía ruido, y me instó a animarme a que vibre más dentro del son cubano. Entonces me entregué a una armonía muy tradicional, muy a lo Ry Cooder, y hacer todo esto que sucede en el tema desde los arreglos. Fue un desafío hacerlo, para mí y para todos, tuvo muchos estadíos. Quería compartir mi visión, sentía necesario esto y contarlo en mi idioma, ya que había hecho un tema en inglés, “Fight back sisters” (primer tema en solitario de Mel) que además era más bélico. Quería que sea más de hermandad y en mi idioma.

-¿Cómo vas viviendo en lo cotidiano esta lucha y la cuestión entre lo bélico y lo pacífico, por decirlo de alguna manera?

-Creo que las revoluciones para lograrse tienen que morder la banquina. Si hay que pagar ese precio para que dejen de matar mujeres y se hagan valer realmente nuestros derechos y seamos dueñas de nuestro propio cuerpo, que pase. Yo no estoy a favor de utilizar la violencia física, yo voy siempre a las marchas pero no voy a prender fuego iglesias, lo hago desde un lugar pacifico. Siento que mi aporte está en hablar del tema y componer acerca de eso. Pero a veces pasan cosas que están delimitadas de otra forma. Y es así. Tiene que ser así. Es la única manera.

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