Revista El Bondi - 15 AÑOS DE ROCK
Seguinos en
Banner

Sista V

Sista V: scratch, militancia y cultura afro

Cronista: Lucas González | Fotos: Lucas Iborra

07 de Abril, 2020

Sista V: scratch, militancia y cultura afro

Comenzó de manera fortuita como DJ y, trece años después, Valeria Vieytes es productora musical, además de activista del movimiento Hip Hop y un faro artístico para muchas pibas que recién empiezan. "Asumo la responsabilidad de ayudar a mis pares", aclara.

Las funciones de los y las DJ varían de acuerdo a las circunstancias. Porque no es lo mismo tocar EDM que Hip Hop ni tampoco da igual intervenir en una batalla de freestyle o participar de una competencia de breaking. Si le preguntan a Sista V -aka de Valeria Vieytes- dirá que cada nicho tiene su regla y que podés mezclar lo que sea si sabes del oficio.

Eso sí, aunque no lleguen a diez, hay un puñado de mandamientos que no se pueden desoír, como el de infiltrar canciones que no figuran habitualmente en las playlist, las radios del SXXI. “Es nuestra responsabilidad que las personas escuchen algo nuevo, diferente, que experimenten con otros géneros para que abran un poco la cabeza”, admite la productora de 31 años y asegura que, por sobre todas las cosas, para ella “lo más importante es que la gente baile”.

-¿Artista de cabecera?

-Nina Simone. De hecho, la tengo tatuada.

-¿Por qué?

-Es muy represent, mal. Siempre escucho su obra, me transmite mucha fuerza y me motiva para seguir adelante. Me recuerda mucho a mi niñez.

Con mirada encendida y algo perdida por el sol de una tarde inclemente, pone a girar el vinilo de su vida y recupera algunos tracks: nació y se crió en Remedios de Escalada, en el seno de una familia humilde y afrodescendiente que nunca ocultó o negó sus raíces. “Mi abuelos y mi mamá son afroargentinos. A ellas les encantaba bailar y a él hacer candombe, tanto que le enseñó a tocar el bongó a mi viejo. Lo sentaba y lo tenía horas”. De esa época le quedan recuerdos varios, su gusto por la salsa y una entendible devoción por los Los Wawancó.

-¿Primer vínculo con la música afro?

-Reuniones familiares donde veía padres, abuelos, tíos y primos bailando, cantando y riendo. Disfrutando el ritmo de la música. Eso me atrapó, el ritmo, porque la música afro es alegría, fiesta. El tiempo me enseñó que es una gran herramienta de transmutación y transformación. 

-Entonces, para vos, ejercer de DJ es algo que trasciende lo estrictamente laboral...

-Es un hecho artístico. Mezclar los diferentes tipos de tracks requiere saber de armonías y compases para que sea auditivamente atractivo, pero no deja de ser un oficio. Hay que sentarse, investigar, descargar. Laburar para que el set suene como corresponde. Es un equilibrio de las dos cosas. A menos que no te importe. En ese caso, Spotify y listo.

A ella sí le importa, por eso es rigurosa al imaginar cada set (“cambian de acuerdo a la ocasión, pero nunca puede faltar la música afro”) y versátil a la hora de desenvolverse por fuera de la consola: tan sólo en 2019 formó parte de la producción de la BDM Femenina, juradeó Camet Camino a la Deluxe y se ocupó de los beats en la primera edición de la Federación Femenina de Freestyle (Triple F). “Los voy compilar en un disco. Es importante visibilizar el laburo de los beatmakers”, anticipa quien apunta a vivir de sus propios remixes y mashups. “No soy David Guetta, pero con el tiempo, y a mi ritmo, evolucioné: ¡ya no mezclo como al principio!”, explica y la reciente “Danza trapperreo” (instrumental disponible en YouTube) sirve de ejemplo: “Es la primera de varias cosas que saldrán este año”.

Suerte de antropóloga musical, Sista V se sumerge a menudo en un océano cada vez más profundo de tracks para armar su repertorio. Bucea, explora y rescata. Se considera una persona “open mind” y aclara que no todo lo que consume termina engrosando sus sets, pese a que esté escuchando de todo en todo momento. Si se sitúa en el presente, la deejay residente de la Fiesta Prestige sugiere prestarle atención a lo que están haciendo Burna Boy, Mahalia, Solange, HER, Jorja Smith y Mr Eazi.

De la vieja escuela menciona a 50 cent, Wu Tang Clan, Tupac, Biggie, Queen Latifah, Mc Lyte, TLC, J Dilla, The Roots, Slum Village, James Brown, Aretha Franklin y Whitney Houston, nombres que la formaron, educaron y hasta acompañaron en su debut, cuando en 2007 tomó la posta en una fiesta de amigues que se había quedado sin el responsable de pasar temas. Y si bien no sabía de qué manera hacerlo, poseía la impunidad propia de les adolescentes y alguna noción gracias a que su padre, Carlos Vieytes, había sido DJ de música disco.

-¿Cuáles fueron tus herramientas aquella noche?

-CD’s. Al principio era así, todo muy humilde: a veces dos discman, un mixer. Nada de compactera, hasta que me pude comprar mi primera compu gracias a un laburo. Ahora tengo tres setups: el primero (y el que más uso) es con controlador; el segundo tiene bandeja y mixer, que lo controlo con Serato (software); mientras que el tercero es un mix que me permite lanzar pistas con Ableton Live (secuenciador) y dispararlas con un pianito midi. Al último le sumo una bandeja chiquita portable que uso para tirar scratch (técnica con la que se producen sonidos a través del movimiento hacia delante y hacia atrás de un vinilo).

-Al mundo del scratching ingresaste de la mano del histórico DJ Rolex, ¿no es así?

-Hice un curso de scratch con él, donde también daba todo lo que era mezcla y tiraba un montón de tips. Todavía me sigue bajando data sobre turntablism (sinónimo de DJing) y portabilidad (bandejas portables). Es lindo compartir con un referente de la disciplina. DJ Black es otro copado y humilde, un pionero con el que pude compartir cabina.

La fiesta significó la primera aventura del ahora rebautizado camino de la heroína que trece años después tiene a Vieytes como militante full time de la cultura Hip Hop. “Me dio la oportunidad de tener una profesión, de tocar en la Cúpula del CCK”, aclara. Está satisfecha con lo recorrido hasta el momento, sí, pero su memoria emotiva no le permite bajar la guardia. Al principio, comenta al pasar, hubo mucho laburo y autogestión. Un Do It Yourself que no le impidió desarrollar el músculo de la empatía: un día se la puede ver pidiendo por la absolución de Eva Analía "Higui" y al otro siendo parte de un festival en apoyo a la fábrica recuperada Madygraf.

Hoy, junto a Tatu Franchi (periodista/divulgadora), Taty Santa Ana (host/agitadora cultural), Mirna (productora), Kris Alaniz (MC), Tink (primera jurado mujer de la FMS local), es referente de una escena donde las pibas tienen cada vez más  presencia y protagonismo. Por caso, la última final nacional de la Red Bull Batalla de los Gallos Argentina tuvo entre lxs 16 finalistas a dos mujeres, NTC y Roma, que alcanzó el cuarto puesto.

-¿Solían ser muchas al inicios?

-¿Al inicio? ¡Re pocas! Ahora creció.

-Teniendo en cuenta tu experiencia y que integraste el colectivo feminista y disidente Hip Hop Sororo, ¿sentís el peso de orientar a la camada que está surgiendo?

-Ayudar a mis pares no es una mochila. Todo lo contrario, es una responsabilidad que asumo para que no pasen por las cosas malas que atravesé (gente que no te paga o trata como corresponde). Al ser mujer, toca hacerse respetar y valer por lo que una hace. Se puede, claro, pero lleva tiempo, cuesta y no deja de ser una cagada.

TODAS LAS FOTOS