Bruno Albano: "Mi vida se reduce a componer música"

Mientras Banda de Turistas se toma un descanso de las giras y grabaciones, Bruno Albano no para de trabajar. “Quiero abrirme un camino más allá del que hice con el grupo, uno para llegar a lo que busco, que es la trascendencia”, reconoce el bajista no sin antes aclarar que lo del quinteto son vacaciones consensuadas, necesarias para cambiar la perspectiva y así generar a futuro una obra de mayor impacto. “Este tiempo es como para salir un poco de la forma”, confirma.

Despejada la inquietud inicial, comenta que desde la salida de Mancho (2017), quinto y último LP de la banda, se dedicó a modelar las canciones de su primer trabajo como solista, Yo no soy Bruno (2019). Pareciera no conocer otro de lógica en su cotidiana. “Mi vida se reduce a componer música”, concede y explica que el oficio lo atrapó de joven, a los 16, cuando conoció la poesía francesa: “Rimbaud, Baudelaire y Verlaine me abrieron un mundo que me fascinó”.

Paradójicamente, confiesa que no le gusta la composición. Se metió tan a fondo que ahora le resulta tortuoso y se encuentra en un impasse. “Tiene que haber un motivo para hacerlo, una razón. En mi caso, siempre nace de un conflicto interno”, dice y amplía: “Me divierte más grabar una guitarra eléctrica que estar en mi casa en silencio, buscando una letra, una frase o una secuencia de acordes”.

En esa línea, asegura que la guía artística de Gustavo “Tuta” Torres (Babasónicos), a quien conoce hace más de diez años, resultó clave en todo el proceso. Además de alentarlo a concretar el proyecto, lo sacó de la zona de confort, poniendo a prueba sus habilidades compositivas e interpretativas. También con él consensuó los featurings que incluye el CD: Doppel Gangs ("Pulsame en paz"), Carca ("Canción común"), Mia Maestro ("Tu sopa") y Lawrence Arabia ("Honesto & Trabajador").

“Es una persona que siempre estira un poco más el límite, te hace lo sobrepasar”, sostiene el músico de 31 años sobre el ex integrante de Los Látigos, que produjo dos discos de BdT, Mágico Corazón Radiofónico (2008) y Lo que más querés (2014), y ejemplifica con uno de los cortes: “‘En la cama’ era más bien tradicional, con guitarra acústica y percusión, pero a Tuta se le ocurrió hacer una canción moderna, con sintetizadores hiphoperos. Me costó asimilarlo, pero lo trabajé y me encantó”. Algo similar ocurrió con “Si no tengo a mi lado”, a la que Bruno quería “decorar” con una batería, para “no quedar tan expuesto”, pero que en el tire y afloje creativo se impuso la visión del productor y terminó como una balada de piano y voz.

Pese a esto último, considera que Yo no soy Bruno es un disco convencional, en el que usó una suerte de fórmula conocida, pero que de cara a lo que vendrá lo dota de nuevas herramientas para generar algo diferente. No obstante, aclara que “siempre hay una disconformidad cuando se trata del arte” y se pregunta con ironía: “¿De qué puede hablarte un músico satisfecho con su obra? ¿De que la pasa bien en la casa? ¡Es un embole!”.

*Viernes 20 en La Tangente, Honduras 5317. A las 20.