Juan Rosasco: "Hay algo perverso en la palabra suerte"

Si bien todos los casos son únicos y cada maestro tiene su librito, Juan Rosasco considera que su banda se mantiene activa y en constante crecimiento gracias al compromiso, la tolerancia y seriedad de quienes lo rodean. Por estos días, el cantante ultima los detalles para lo que será el decimoquinto aniversario de su proyecto, que tendrá lugar (una vez más) en La Trastienda Samsung.

“Es clave encontrar a la gente adecuada. También hay que entender cómo funcionan los grupos humanos. Evolucionar, no sólo desde lo personal, sino desde los vínculos”, considera el baterista Bruno Fornasari al respecto y anticipa que la fecha en San Telmo tendrá un marco de alegría y festejo. “Haremos un repaso de nuestra discografía, un pequeño formato acústico en el medio y habrá invitados hermosos. No podríamos estar más contentos y ansiosos”.

-¿Cuánto hay de suerte y trabajo en todo esto?

Juan Rosasco: -La suerte existe, pero tiene que acompañar en ciertas cositas. No podés pretender que la vida sea un 50 y 50, porque es no hacerte cargo. También se trata de aceptar las cosas como son.

-¿Por ejemplo?

JR: -Podría lamentarme de que jamás voy a tocar en River Plate, porque nuestro estilo no apunta a ciertos lugares, o agradecer de que con este proyecto hermoso hemos tocado cinco veces en La Trastienda y tres en La Tangente. Sabemos nuestras limitaciones, las conocemos. Y aunque muchas veces luchamos contra ellas, las aceptamos. Hay algo perverso en la palabra suerte. Si está mal usada, podés llegar a sentirte frustrado por el resto de tus días. Hay que tener cuidado con eso.

Bruno Fornasari: -El azar te tiene que encontrar trabajando. Si nosotros hubiéramos nacido con otras condiciones no podríamos estar haciendo lo que hacemos. Por suerte, comemos y nos damos una ducha caliente todos los días. Tenemos la dicha, además, de haber descubierto qué es lo que nos gusta y amamos hacer, y con eso vamos para adelante, haciéndonos cargo de las decisiones. Por eso, hablar de meritocracia, que le viene muy bien al sistema, es una pelotudez, porque es muy fácil hacer guita cuando ya la tenés.



-Hablando de trabajar, ¿costó resumir los quince años en una sola lista?

JR: -Fue difícil, quedaron afuera varias que nos gustaría que estén, pero creo que hicimos un buen resumen del repertorio. Pasamos por todos los discos, con temas muy características de cada uno. Como “21 primaveras”, de Paseo en menta (2007).

-Por fuera de los cortes, ¿cuáles no podían faltar?

JR: -“Canción para Teté” es una obligada en un repertorio así, muy sentida, que remite a los primeros años de la banda. Me gusta mucho. Es difícil. Son gustos.

BF: -“Canción sin fin”, que es de Cuentos para coleccionar (2014), me parece increíble y la hacemos muy poco. Hay temones que los vamos a reflotar para este show.

-¿Planean trabajar en material nuevo?

JR: -De La Trastienda saldrán tres videos, en octubre, noviembre y diciembre. También habrá otro corte del último EP, pero en febrero. No obstante, te lo digo a calzón quitado: venimos de mucho material junto. De hecho, Mañanitas (2019) fue muy pegado a Niebla de otoño (2018). Después de la fecha, que es muy a pulmón, la banda necesita tiempo para respirar y yo para componer, cosa que no estoy pudiendo hacer. Hay que generar el espacio para escribir y pensar. 

-Si tuvieran que elegir un hito en la carrera del grupo, ¿con cuál se quedarían?

JR: -Que “Hipnosis” haya sido cortina del programa 6-7-8. De lo más lindo que nos pasó.

BF: -Eso o tocar en la Casa de las Madres de Plaza de Mayo, junto a Los Tipitos. Me pasó varias veces, pero aquella vez me tuve que aguantar las ganas de llorar, por la emoción que me generó.

*Sábado 21 en La Trastienda Samsung, Balcarce 460. A las 20:30.