Sevelhumano: "El disco físico es una carta de presentación"

Ellos dicen que prácticamente no se dieron cuenta que cumplieron diez años en la escena, aunque pueden ser muchos más, teniendo en cuenta que la semilla de Sevelhumano se gestó hace tiempo con los hermanos Juan y José Ambiela (voz y batería respectivamente), cuando ni siquiera habían pisado la secundaria. Lo cierto es que ahora se encuentran promocionando Pictónico, el segundo álbum de la banda, que lanzaron en 2017 y que coincidió con su maduración musical y la celebración por esa primera década de vida.

“Pictónico resultó un antes y un después para nosotros. Fue muy lindo armarlo, terminarlo y sacarlo a la luz. Además, fue la primera vez que laburamos con un productor, un dato importante”, comenta José. La incorporación de Lucas Gómez en la producción fue un desafío para el grupo, ya que tenían una especie de “miedo” a que alguien más les diga qué hacer. Pero esa percepción cambió. “Fue abrir la burbuja y que alguien de afuera pueda opinar”, expresa el baterista.

En Pictónico se puede escuchar un juego entre la oscuridad y la luminosidad, con temas muy bien definidos desde lo estructural, lo que le denota un gran trabajo entre músicos y productor. “Se dio así porque lo veníamos componiendo y ajustamos hacia el final. Había canciones que tenían un tiempo y nos gustó mucho cuando lo empezamos a ver plasmado sin haber terminado el trabajo”, relata el bajista Emmanuel Granatti.

En un mundo completamente digitalizado, todavía quedan aquellos que rescatan el ritual de abrir un celofán y hojear el librito con las letras. Ahí está Sevelhumano, que sacó un álbum con un arte que vale la pena apreciar. “Es una realidad que el disco físico está muriendo. Es algo de colección. De todas formas, para nosotros es una buena carta de presentación”, arremete José Ambiela.

Entre las novedades de la banda, se encuentra la curiosidad de que el próximo sábado serán parte de Club Silent, una experiencia donde el público sólo podrá escucharlos por medio de auriculares inalámbricos. Si bien este tipo de formato ya se viene utilizando, la intervención más recordada es la de Charly García, en el Gran Rex (2006), en la que cada espectador debía llevar sus auriculares y escucharlo a través de una frecuencia de radio. Sin embargo, la gesta no terminó muy bien que digamos, debido a las interferencias. Claro que todo cambió y hoy está todo más que aceitado y tanto Sevelhumano, como su público, se encuentran entusiasmados con la propuesta.